domingo, 15 de noviembre de 2020

Dictadura o caos

Se acorta la mecha, se acaba la paciencia


Si a mí, que soy el que escribe, me parece increíble este título, ya me imagino a quien lo vea y lo lea sin previa explicación, pero el título siempre va delante y la explicación o desarrollo después, ni modo, así tiene que ser.

¿Qué nos ha pasado a los peruanos que estamos en esta situación aparentemente inmanejable, pero no excluyente, ya que muchos otros pueblos están en situación parecida? Posiblemente es también parecido el camino que han seguido, y así como nosotros, se han desentendido de la política y de la filosofía. Encantados, fascinados y engañados por cantos de sirena perversos y claramente falsos, ya se notaba desde antes y más aún ahora; estamos todos metidos en este ambiente revuelto y enrarecido del que no se ve una salida clara.

La gente, en su mayoría, y especialmente los políticos que tienen a su alcance los medios para ello, se han corrompido irremediablemente. Individuo que llega arriba, individuo que se pudre (esto incluye hombres y mujeres porque el castellano es así). Hay, y lo aseguro porque de vez en cuando se ve, gente honesta y con principios sólidos, pero que desgraciadamente casi nunca llegan a ocupar puestos importantes porque en el camino, si es que inician el recorrido, son apartados y desechados por la gran mayoría de corruptos y/o serviles lameculos.

El pueblo grita y protesta con sobrada razón... pero tiene todo en contra, lo que hace mayor el mérito y la dignidad del sacrificio pero no así las posibilidades de vencer: eso hay que lograrlo superando enormes dificultades. El cuerpo humano tiene que alimentarse y reposar, y al valiente pueblo en las calles la comida no se la regala nadie; tarde o más bien temprano tienen que ir a trabajar o a buscar la manera de seguir adelante, muchos, casi todos, tienen familias que cuidar y eso lo hace aún más difícil. Por si fuera poco: en cuarentena, desarmados, ya van dos muertos y sumando...
También es cierto que en la adversidad muchos se agigantan, y esos son quienes algún día podrán sacarnos de este estado de cosas tan desesperante como desesperanzador.

Pero...
¿Quién está al frente? ¿Qué idea rectora los impulsa? ¿A dónde quieren llegar? Estas y muchas más preguntas están hasta el momento sin respuesta clara y consensuada; solo la rabia, bien justificada, empuja a la gente a las calles y plazas; un incontenible deseo de librarse de los más corruptos entre los corruptos: los congresistas; esos mal nacidos que han hecho de la democracia un simple arrejuntado de delincuentes donde los votos sin más sustento que la fechoría en común, hacen y deshacen lo que sea en esta patria enferma.

Esto no es Democracia ni lo va a ser. Desengañemonos de una vez por todas; desde que José de San Martín expresó el noble deseo de libertad, hemos venido celebrando la supuesta independencia año tras año sin ser libres ni dignos. No insulto gratuitamente: la historia ingenua que se difunde es una farsa que cada vez se sostiene menos, que va siendo develada día a día como la mentira que nos ha mantenido en el limbo de la estúpida complacencia venerando a ladrones, sinvergüenzas y traidores como si de gente valiosa se tratara.

Lean, busquen, investiguen los que no están enterados. La mayoría de los no analfabetos ya lo sabe.

Hay quienes culpan a los votantes, pero aunque tengan algo de razón el problema está en que rara vez (o nunca) hay candidatos de calidad que uno pueda escoger, además que uno o dos, perdidos en el montón, poco o nada podrían hacer; otros culpan a los partidos y están más cerca de la realidad en ese juicio, pero olvidan lo principal: que la finalidad de los partidos es esa, fortalecerse y acaparar poder político y económico, no debería ser pero así es. El problema está en el sistema que está hecho a la medida para el robo y la trampa, donde el ser humano es reducido a su mínima expresión y se manipulan o adulteran los votos. Demasiado sabemos al respecto y no es necesario que lo tenga que explicar con mayor detalle.

Necesitamos una dictadura de transición a una democracia que funcione. Con la gente que tenemos incrustada ahora en los puestos clave, la democracia es imposible. Un dictador, y si es de malas pulgas y pocos amigos, mejor; que fusile en plaza pública a esos melifluos hipócritas que vienen desangrando una patria que no merecen.

Un dictador a quien el pueblo apruebe o desapruebe en las calles y ningún congreso que - con el cuento de la democracia - venga justamente a robar la democracia, el futuro y la patria entera. A mí se me terminó la fe.

El Tribunal constitucional podría (al menos teóricamente) calificar esta acción de inconstitucional y regresar al estado de cosas anterior, lo cual serviría para remediar solo la urgencia actual pero no el problema de fondo. Seguiríamos secuestrados por los corruptos.

Veremos si las Fuerzas Armadas se pronuncian pidiendo la remoción del impresentable advenedizo que pretende presidir a la nación y su recua de acémilas arrejuntadas. Se me hace muy difícil imaginar que se haga lo que se necesita, o sea una dictadura que se comprometa a llevar a cabo elecciones libres y una asamblea Constituyente que nos libre de la vergüenza heredada que tenemos. Hoy, 14/15 de noviembre en que escribo estas líneas,  no se vislumbra aún una salida. Nadie ha dado una sugerencia puntual sobre cuál sería la salida.

Qué mayor prueba de que esta constitución y este sistema no funcionan que lo que estamos viendo desde hace más de veinte años; estamos peor que antes; creo que hay que ser muy duro de entendimiento o estar beneficiándose de la situación para no entenderlo.

El momento actual, en que una sarta de corruptos con un pié en la cárcel destituye a un presidente alegando corrupción, y que con ese y otros actos va copando (o por lo menos lo intenta) todas las instituciones y poderes del Estado, es más grave que lo sucedido en 1968 que desembocó en el golpe de estado del General Juan Velasco Alvarado. Sé que este tipo de comparaciones son complejas y discutibles, pero en este caso la grosería es tanta que el primer puesto en chabacanería, ratería y caradurez está muy claro. Y como cosa anecdótica, en ambos casos había un presidente del mismo partido... aunque con un abismo de diferencia en todos los sentidos, porque por más culpas que le quepan a Fernando Belaúnde, no se le puede comparar a Merino, repudiado y no electo por nadie.

Estos "gobernantes", en apenas una semana, ya han dado muestras suficientes de incapacidad, cobardía y mala fe, con explicaciones que no solo no explican nada sino que demuestran su desprecio por el pueblo al que pretenden gobernar.  Y como siempre, ya echan mano a la acusación infaltable: los que protestan son terroristas de Sendero Luminoso y/o Movadef... ¡aplazados también en creatividad! 
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(Es necesario mencionar que además está la geopolítica global, existen fuerzas e intereses supranacionales que tratarán de colocar al país en el camino que consideran conveniente, asunto más extenso y complejo.) 
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1 comentario:

  1. Cómo es posible que hayan tantas agrupaciones políticas, sin ninguna ideología?, son caciques y tontos útiles que les siguen, cada quien se cree salvador del Perú, ante la actual situación las más de 40 personas desaparecidas, no se han perdido por si solos, hay una mano negra.

    Que está pasando?, que estas son las consecuencias del abandono de la educación nacional por todos los gobiernos desde que somos república, ¿Quién se atreve a decir ahora, Lima es el Perú?, ahora el Perú inculto e ignorante está en Lima, con un congreso traidor a la patria

    Vizcarra ha debido ser vacado al conocerse las corruptelas de su empresa, ha pasado el tiempo, y cual pulpo acaparó los poderes del estado con hipocresía y falsedad voceada por los medios periodísticos que estuvieron mamando de las ubres del estado, ojalá esto no se repita.

    Fernando Atala Schaefer

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