lunes, 30 de septiembre de 2019

Emprendiste el final viaje...




Emprendiste el final viaje detrás de nubes y estrellas
llevándote tu alegría pero sin dejar tristezas,
si alguien llora, si alguien sufre, será por propia flaqueza,
porque tú nos has dejado solamente cosas bellas.

A pesar que el gran vacío que quedó tras de tu ausencia
es muy grande y es profundo, alcanzará la memoria
de los días tan felices antes de irte a la gloria,
para llenarlo de amor, de cariño y de paciencia.

Aquí quedan tus amigos y tu familia apenados,
y no porque fueran pocos ni tu amor ni tus desvelos,
sino que tenerte cerca será cosa del pasado.

La vida sigue sin ti, habrá de acabar el duelo,
a tenerte en el recuerdo tendremos que acostumbrarnos,
y cuando llegue el momento te veremos en el cielo.
~

domingo, 22 de septiembre de 2019

No estaba solo... había alguien más


Puerta a la eternidad

Estaba sentado solo en la habitación, abstraído en lo que estaba escribiendo, de espaldas al estante lleno de libros, algunos semi olvidados por la excesiva y desigual competencia no solo de los textos digitales sino de toda la enorme gama de lo que llamamos multimedia; de vez en cuando los miro, los  abro al azar en cualquier página y leo algunos párrafos que casi siempre consigo identificar con lo guardado en la memoria. Lo hago porque son amigos esperando... esperando qué, ya no estoy muy seguro, pues cuando yo no esté con ellos, difícilmente podrán mantenerse en el espacio que ahora es suyo y les pertenece... quién sabe qué será de ellos, porque yo, así como soy, no podría regalarlos o donarlos a alguna sospechosa biblioteca que ni lectores tiene. Como siempre, derivando en divagaciones, porque tengo tanto que no puedo decir que me entretengo y me refugio escribiendo lo que a pocos - o a nadie - importa.

Regreso al comienzo: me sabía solo en la habitación, pero sin embargo sentí claramente una presencia detrás de mí. No sé por qué no me asusté esta vez, ni quise salir atravesando las paredes como sucedió algunas veces en que fui sobresaltado por algún(a) bromista despiadado que no consideraba que me podía matar de un ataque al corazón. Algunas veces hasta vinieron disfrazados... vaya sadismo...

Como dije, no me asaltó el miedo sino la más pura y transparente curiosidad ¿Quién podría estar allí ¿Cómo había entrado sin hacer ningún ruido? Giré la silla movido por el deseo de ver respondidas las dos preguntas: quién y cómo, pero lo que vi, aunque respondió ambas al instante, abrió muchas interrogantes más.
Allí, sentado en una de las sillas de mi pequeño estudio, estaba NN, mi amigo muerto dos o tres años antes, y aunque yo no asistí a su funeral ni lo vi en estado cadavérico por encontrarme lejos del lugar de los acontecimientos, sabía como todo el mundo que estaba muerto hacía rato. (Lo llamo NN porque no quiero decir quién es, obviamente)

- Tres años - me dijo con voz tranquila pero algo cansada - ya son tres años que estoy muerto.

- ¿Y qué haces acá? - pregunté.

Sentí que esa o cualquier otra pregunta podría parecer estúpida, pero más estúpido me parecía quedarme callado; el amigo muerto estaba allí conmigo y ante la duda de abrazarlo o sacar un crucifijo por si acaso, para protegerme de quién sabe qué, opté por demostrar mi alegría de encontrarlo cuando ya no debía ser posible, al menos según las reglas que siempre pensamos que rigen esas cosas de la vida y de la muerte.

- Porque... ¿eres tú, NN?  o me equivoco, habla por favor que me pone nervioso tu extraña mirada  ¿Cómo has venido? ¿Por qué has venido? ¿A qué has venido?

Mi retórica no pareció impresionarlo demasiado.

- Tranquilo, amigo, desde esta posición puedo controlar tu estado de ánimo, tus reacciones; si quisiera matarte del susto podría hacerlo pero no es esa mi intención .

Se levantó y dándome la espalda, se puso a hurgar entre mis libros y algunos objetos que tengo entre ellos; miró algunas fotografías e hizo como que acomodaba mejor en su lugar un pequeño Buda de marfil. Creo que lo hacía más que nada para ganar tiempo, como si tres años muerto fueran poca cosa y no había para qué apresurarse. Entonces prosiguió:  

- ¿Recuerdas esa noche de diciembre de mil novecientos sesenta y tantos en que estábamos tratando de estudiar para los exámenes finales? Dijimos que quien muriera antes vendría a avisarle al otro qué hay más allá de la muerte...

Lo recordé claramente: como si estuviera viendo una película vi a dos muchachos, muy amigos, tratando de concentrarse en el estudio; con los libros y cuadernos abiertos sobre una mesa de gruesa madera; conversaban de cualquier cosa menos de los ángulos, cosenos y tangentes que perturbaban sus animosas vidas y que supuestamente eran el motivo de aquella sesión nocturna. Era cierto, nos habíamos prometido volver, entre broma y serio, con la simple solemnidad con que se pueden decir las cosas cuando se es joven y la muerte parece ser algo muy pero muy lejano. Me quedé asombrado... ¡estaba a un paso de saber el gran misterio! NN había vuelto para cumplir la palabra dada hacía más de cincuenta años. Sentí orgullo de haber tenido y seguir teniendo amigos así, porque si en algo se parecen los amigos, también podía sentirme orgulloso de mí mismo, lo necesitaba, sobre todo ahora que el inicio de la vejez se quiere meter en mi vida sin reparar en minucias como que tal vez no la esperaba todavía.

- Es eso o estar muerto - respondió NN a mis pensamientos... ¡porque también leía la mente el loco NN! - Y yo sé muy bien qué es peor... - agregó con esa media sonrisa que tantas veces le había visto cuando hablaba de cosas que nos llegaban al alma.

- Mi estimado y querido amigo... me emociona tanto que hayas venido a cumplir tu palabra... (no quería que NN se me fuera por las ramas) vamos, dime qué hay al otro lado... cuéntame...soy todo oídos.

Se me quedó mirando, ahora con un poco de pena, como si sintiera lástima por mí, por los dos, por lo que habíamos dicho o por lo que habíamos sido... se aclaró la sobrenatural garganta, se preparó para pronunciar la gran revelación que yo, solo por haber sido su amigo (que no es poco) estaba a punto de escuchar.

- No te puedo decir nada - dijo con total seriedad - está prohibido. Y también está prohibido explicar Quién o Qué lo prohíbe. Solo vine porque quise cumplir contigo... y porque mi sola presencia ya te dice muchas cosas.

Desapareció guiñando un ojo, como cuando compartíamos alguna gracia o algún secreto en esos días de colegio. Se fue el loco NN, se fue otra vez.

Pero como bien dijo: Su sola presencia ya dice muchas cosas.



Volver a vernos

(Soneto estupefacto)

¿Será posible vernos nuevamente
acabada la vida y sus afanes,
encontrarnos sin citas, horas, planes,
de manera del todo diferente?

Yo no sé si es que amigos y parientes,
junto a curas, rabinos y hasta imanes;
por qué no entre brujos y chamanes:
nos reciban alegres y sonrientes.

Sabe Dios, porque yo que no sé nada,
de esas cosas me siento muy lejano
aunque sé que me acerco a la llegada.

Y pienso aquí, en el terrestre plano,
si ante la eternidad tan ignorada,
con este pobre soneto, algo me gano.
~

Ya ven... ni en el paso final se debería perder el buen humor... ¡ah quien pudiera!

domingo, 15 de septiembre de 2019

Qué será de nosotros...


"Advertencia Tierra Tóxica Riesgo Extremo Para la Salud No Entrar"


Ya se nos dijo de todas las formas posibles que nuestro planeta no resistirá el trato que le estamos dando; obviamente me refiero a lo que se denomina biosesfera, que tiene que ver con la vida y especialmente a la vida humana, porque la vida misma es tan persistente que de alguna manera habrá de continuar pero ya sin nosotros; y como de nosotros se trata - tengo que ser redundante - que el planeta siga existiendo para otros efectos no disminuye en nada la tragedia que estamos enfrentando como especie. Seremos exterminados, borrados de la faz de la tierra, debido a la ya irreversible situación. Tal vez me adelanto un poco, porque según la ONU tenemos hasta el 2030 para cambiar radicalmente y tal vez revertir el apocalipsis que nos amenaza. Dirán que soy pesimista, inclinado a lo catastrófico, pero la realidad me lleva a eso, el mundo me hace así.

- ¡Todavía se puede, ánimo!

- En los diez años que quedan... lo dudo.

Esto no se resuelve con acciones particulares ni de grupos; unas bolsas menos, unos cuantos pañales desechables dejados de comprar, separar tus pilas y baterías usadas, ahorrar agua en tu casa... todo eso es loable pero no alcanza: se tienen que tomar medidas a nivel de gobiernos, en serio, prohibir todo lo que daña sin importar los efectos económicos y "financieros" de estas medidas... ¿entienden por qué lo veo imposible? Creo que ya se entendió.

Estamos como un niño (no quisiera decir idiota) que se desliza por una inclinada pendiente agarrado a una tabla o a cualquier cosa, que siente el viento en el rostro, que se emociona con la velocidad y el avance... sin saber que un mortal precipicio lo espera al final de su descenso, y ni piensa siquiera que no tiene frenos.

Así está la gente que decide el rumbo, alucinados con el desarrollo, el lucro, el crecimiento... sobre todo eso último: ¡el crecimiento!  el crecimiento de sus fortunas que son sobre todo virtuales, porque el mundo, en lo que se refiere a lo que a eso compete, no crece, al contrario: disminuye.

En fin, no explico más lo que ya hasta el más distraído debe haber entendido y solo no entiende quien no quiere entender porque no le conviene (por ahora), y para eso no vale la pena que me canse de escribir y abundar en explicaciones. Tampoco voy a discutir sobre el CO2 en la atmósfera ni el cambio climático, basta y sobra ver la desolación que deja la sobre-explotación de recursos y los subsiguientes desperdicio y contaminación de la tierra, el aire, los mares y los ríos. 
Se acaba el tiempo.


Ultimo aviso


Qué será de nosotros si se acaba
el perfecto equilibrio que sustenta
nuestra preciosa vida, aunque incierta,
que en el daño ambiental ya no repara.

Algunos hay que en el desierto claman,
ante piedras y arena que no escuchan;
están también aquellos, los que luchan,
sin sospechar que en los océanos aran.

Ni sapiens, neanderthales, troglodytes,
dejarán algún rastro, ni pequeño;
ni la tumba en la piedra ni el madero
ayudarán a que alguien resucite.

Perderemos historia, vida y tiempo;
nuestra oportunidad desperdiciada;
nuestras grandes hazañas olvidadas;
nuestro cielo caído en el infierno.

Hasta los dioses reales o inventados,
al ver la destrucción tan acabada
y sabiendo que ya no queda nada,
terminarán mirando hacia otro lado.

No existirá el perdón, desventurados,
aunque algunos se crean merecerlo,
no habrá donde pedirlo ni ofrecerlo:
no estaremos siquiera en los gusanos.
~

domingo, 8 de septiembre de 2019

El loco que escribe 4 - trastornos del escritor


René de la Nuez: Humorista, periodista, artista y profesor cubano


Tanta locura ya me está afectando, o por lo menos ya me empezó a cansar el tema; y si a mí, que soy el que escribe, ya me está cansando... imagínense a ustedes que son los que leen. Esto no puede continuar impunemente, y por eso, porque no pienso pagar ninguna penitencia, mejor veo la forma de ir acabando con el compromiso asumido hace como un mes.
Porque siguen y faltan muchos otros trastornos mentales o locuras llanamente, cada una con sus características propias... a veces ajenas... pero en ningún caso excluyentes, no faltaba más, si uno quiere puede ser bipolar y anoréxico; o psicópata, narcisista y cleptómano (o sea político) o come-echado y alcohólico profesional, que hay como cancha, por eso les crece la panza y el culo bastante más que la cabeza.

- No es por su gusto, oiga. ¿O usted cree que disfrutan de su locura?

- No sé... yo solo soy el autor del artículo, no me meta en más problemas de los que tengo.

Bueno... esto que empezó como inocente joda puede terminar en desgracia; ya los psiquiatras, psicólogos y ciertos neuroterapeutas se me están sublevando - que me estoy metiendo donde no debo, insinúan - y yo, que para meter soy bueno, pero soy mejor todavía para salir de donde no debí entrar, pienso que es mejor que con esta me despida, por ahora, del tema que los tiene locos y se quieren pagar conmigo... conmigo que de locuras sé poco pero tal vez más que ellos, por eso señores (y señoras, ya pues) es que se encabritan y se encabronan (y también se acabritan y se acabronan aunque el corrector no quiera que lo diga),  como si uno les fuera a quitar sus locos o sus chiflados... ¡qué locura!

Porque sepan mis escasos aunque eruditos lectores, que los locos, chiflados y mensos no se acaban nunca, y a este paso van a faltar pastores para aborregar y trasquilar a tanto ganado suelto.

- ¿Y eso?

- Ya ve... con la iglesia hemos topado...

Eso le dijo Don Quijote a Sancho Panza, y se le dan muchas más interpretaciones que las que el mismo Quijote (o sea Cervantes) quiso darle en su momento. Así, nosotros (y permítanme que los incluya porque sino qué están haciendo ustedes acá), hablando de estas cosas terminamos chocando de frente con la ya dicha y mencionada institución, que ya no es una sino que son montones, como hidra con muchas cabezas, por algo será. Para que se entienda mejor: por algo será que hablando de locuras terminamos en iglesias.

- ¿Usted es ateo?

- No... hereje nomás.


Me faltan los siguientes trastornos (No a mí, al blog):

4) Alimentación. La anorexia, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón son los más comunes.
5) Adicción y control de los impulsos. Incapacidad de resistir impulsos aun perjudiciales para ellos o para otros. La piromanía (obsesión por los incendios), la cleptomanía (robar) y el juego compulsivo, el alcoholismo y la drogadicción son trastornos de adicción y del control de impulsos.
6) Personalidad. Rasgos extremistas e inflexibles que afligen a la persona y/o causan problemas en las relaciones sociales.
7) Adaptación. Síntomas emocionales en respuesta a una situación estresante (desastres naturales, crisis, accidentes, diagnóstico de una enfermedad grave, divorcio, la muerte de un ser querido, pérdida de un trabajo.
8) Disociativos. Alteraciones graves o cambios en la memoria, la identidad y la conciencia general de sí mismos y su entorno. Estrés abrumador por causa de eventos traumáticos, accidentes o desastres. El trastorno disociativo, (trastorno de personalidad múltiple, o “doble personalidad”), y el trastorno de despersonalización son ejemplos de los trastornos disociativos.

Ya ven, ni Macuito va a poder hacer todo eso... y encima gratis, no pues, todo tiene su límite y por más que les duela, locos míos, vayan conformándose con lo que ya les di, que si yo para dar estoy bueno, ustedes para pedir y recibir ya se pasaron... están re buenos. 






Locuras varias


(Para abreviar, porque se puede ser loco pero no tan tan)



Vivir para aparentar
lo que no pueden ni tienen
tratando de impresionar
a quien ni va ni le viene;

o ser mujer policía
reventando pantalones,
así más bien los mirones
se estrellan por boberías.

Las ratas que en el congreso
corroen techo y paredes,
y no me refiero a ustedes
que no nos dejan ni el hueso,
hablo de esos animales
que peludos y asquerosos
nunca serán tan mañosos
como ya sabemos cuáles.

Ya me llegó la locura,
la de propios y de ajenos,
de feos, malos y buenos,
que se cura o no se cura.

Disculpen la pequeñez...
muy modesto dijo el burro,
yo no sé si los aburro
cuando evito ser soez;
fue tan grande como esta
(la del burro)
la marcha, y todos conchudos
(los medios)
se hicieron a los cojudos
y escondieron la protesta.

Ni con gritos ni con cuetes
se dieron por aludidos,
que el Estado los excrete
por todo lo que han jodido.
~

domingo, 1 de septiembre de 2019

El loco que escribe 3 - Psicosis y esquizofrenia


Imagen: René de la Nuez

Y llegamos al número tres, con más locos que lectores y resistiendo la tentación de abandonar la tarea porque faltan todavía unos cuantos más; unos cuantos locos más y por lo tanto igual número de estudios, meditaciones y composiciones poéticas.

- Hay que estar loco para escribir todo eso.

- Sí, pues... ya ve: sin embargo, entre locos y locuras me siento mejor que entre algunos que se dicen cuerdos.

Aquí la escueta, comprimida y coqueta definición del siguiente trastorno:

3) Psicóticos. Conocimiento y pensamiento distorsionados. Alucinaciones y delirios (creencias que se aceptan como verdaderas aun ante evidencia de lo contrario). La esquizofrenia: alteración de la realidad.

Me parece o veo psicóticos por todas partes, porque pensamientos distorsionados es lo que menos falta, o sea lo que más abunda; acá sí cabría decir sin mayor precisión que la gente está loca y estoy seguro que se entendería, pero como este espacio es rigurosamente científico, no caeré en esa fácil tentación. Qué se habrán creído esos psicóticos... que se iban a camuflar de cualquier otra cosa...
No entraré en detalles de identidad para no tener que discutir con ellos mismos o con sus chupa medias que son capaces de chupar cualquier cosa si creen que con eso ayudan a su psicótico (a) correspondiente, y  porque los que tienen el pensamiento distorsionado, como otro enajenado cualquiera, es el último en darse cuenta de su realidad y mucho menos en aceptarla. Como por ejemplo esos que creen que pueden ser presidente con solo levantar un dedo, que la gente los aclamará y los llevará en hombros a la silla presidencial... ay carajo, ya no sabe uno por donde empezar a desarmar tamaña estupidez.
Hay una que dice haber dado la vida por el pueblo, pero además de gorda tiene una cara de hija de puta que no convencería ni al más ingenuo de los inocentes, o al más inocente de los... ingenuos.
Y otra que sueña pasar de la cárcel al palacio... esa que a todos nos cae gorda...


- ¿Qué tiene contra las gordas, oiga usted?

- Yo, nada... para mí la gordura es hermosura... pero estas (y es por culpa del idioma) caen gordas.


Hay otros que añorando las monarquías creen que ya han encontrado su príncipe soñado que iniciará una nueva dinastía... o continuará con la que felizmente fue interrumpida antes de terminar con todos calatos, pero calatos de verdad. Ellos creen que la viveza, así como su estupidez, es hereditaria.
Y hay varios otros que se alucinan miembros de alguna casta especial o de cierta dinastía predestinada. Tal vez la predestinación más lógica y probable sea la de terminar metidos todos en la cárcel; que si se cumplen las leyes eso no es profecía sino simple deducción.


Psicosis y Esquizofrenia



Esa del ceño fruncido
quisiera ser "presidenta",
para el lenguaje una afrenta
y para el pueblo un martirio;
cómo entender el deliro
de creerse muy decente,
cuando ya toda la gente
la vio con el gran caudillo,
el mismo que la filmó
y con eso se jodió.

Hay varios y varias más,
que aunque peligrosas ratas,
no merecen peroratas
de manera individual;
que se encuentre cada cual
en este rudo amasijo
como si fuera buen hijo
de aquella que lo parió,
por ejemplo ese marqués
con sus aires de francés.

El del sobaco sudado
que gusta de hacer hurritas,
el perro malhumorado
que se roba la platita,
el marica maquillado
y la ex cara bonita;
cualquier otro agazapado
y hasta la loca que grita,
se creen con el derecho
a lujosa cama y techo.


Confundir noble vejez
con la burda estupidez,
vislumbrar el heroísmo
en la fuga y el cinismo,
suponer que es disimulo
el poner cara de culo
y aludir al desarrollo
donde solo queda un hoyo;
aunque se ven muy contentos
necesitan tratamiento.

Decir que se hace política
vomitando imprecaciones,
o con ideas raquíticas
prodigarnos papelones;
acuerdos entre bribones
que se reparten la guita,
esa costumbre maldita
cultivada por ladrones,
que para eso se ingenian,
es feroz esquizofrenia.

Los psicóticos abundan,
prosperan de tal manera
que donde menos se espera
te rodean y circundan,
en el delito redundan
y extienden la sucia mano
con ínfulas de marrano
lo que tocan ya lo ensucian,
de hacer mal se enorgullecen
ya tendrán lo que merecen.

Como patos con diarrea
van dejando sucia huella,
siguiendo esa negra estela
ya los marca la platea
mientras ellos se florean
creyéndose invulnerables,
ya se preparan los sables
a cortar rabos y orejas,
y ya que estamos en esa
también alguna otra pieza.

Pues no ven la realidad:
hasta sus tristes cagadas
las suponen agraciadas,
ignorando su maldad
y la falta de equidad;
se sienten grandes señores
pero cobran sus favores,
ciegos en su vanidad
no se ven como los vemos:
como granujas extremos.
~