domingo, 29 de octubre de 2017

Solo una cosa no hay. Es el olvido.


Imagen: mormosofia.wordpress.com

Un soneto de Borges y otro mío, el de Borges es grandioso, y el mío escueto.


El título de esta nota corresponde al primer verso del soneto Everness de Jorge Luis Borges, con título en idioma inglés y tema redactado en español, no es la única vez que el maestro hace esta clase de combinación. Muchos sabrán el significado de everness, pero no está demás que lo consigne aquí.

everness

Noun // Sustantivo
uncountable // incontable
(archaic) perpetuity // (arcaísmo): perpetuidad



Everness

J.L.Borges

Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.


Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.


Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores


y las puertas se cierran a tu paso;
sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.

~



No se pierde nada en el universo, ni lo bueno ni malo, asegura en sus profundos versos (Dios, que salva el metal, salva la escoria), y no hay vuelta atrás (y las puertas se cierran a tu paso), tampoco queda lugar para el libre albedrío (Ya todo está), o tal vez hay una extraña fórmula que permite que los sucesos futuros registrados en la memoria divina (fatalismo) nos dejen a la vez algún margen de libertad de acción.
Borges era un teólogo ateo, desde mi modesta manera de ver, esta es la forma más honesta de encarar la teología; sin compromisos de fe ni pre-juicios que nos aten, el espíritu queda libre para recorrer sendas no permitidas, hurgar también las ideas no descubiertas ni tocadas por ninguna religión.
Pero a la vez, JLB creía en algún Dios porque con cierta frecuencia lo mencionaba, como en este soneto, lo cual no sé si es una contradicción o un juego de palabras o de espejos mágicos; la divinidad, los dioses que conocemos, son de alguna manera creaciones humanas, lo cual no significa que el verdadero Dios, o dioses, no existan. Tal vez Borges no era ateo sino hereje, que es otra cosa. Pero ¿cómo vivir sin religión? - no es difícil si se tienen principios éticos que respetar, los mismos que posiblemente serán aceptados por la divinidad en el momento correspondiente; y si no... bueno, hay que arriesgarse.

Nos creemos muy importantes, en la larga historia del planeta y de la humanidad, le damos excesiva importancia a los últimos tres mil o cuatro mil años, cosa por demás natural porque en esos años vivimos, pensamos, avanzamos y creímos, pero son muy poca cosa ante la enormidad que ignoramos, o que la mayoría ignoramos.


Yo también dedicaré un soneto en esta oportunidad, pero tratándose de algo tan complejo y polémico, prefiero salir airoso por las ramas; ante el sesudo y filosófico soneto de Borges, yo, lo reconozco, me amilano; sin embargo, me queda la alternativa de ser concreto, breve y escueto, entonces lo haré desde el lado liviano del humor, aquí va mi...


Soneto escueto


Hasta la coronilla con los versos
debo tener a muchos visitantes
que llegan hasta el blog, y más que antes,
se encuentran con asuntos tan diversos.

Rimar por qué, y a qué, rimar por gusto,
no dejaré que el verso atragantado
-a pesar que la gracia que me ha dado-
se desborde del cauce al que me ajusto.

Por eso este soneto será escueto
de argumentos, de voces y sonidos,
siendo así,en cualquier rincón lo meto;

es pequeño, sencillo y muy fluido
sin por eso dejar de ser coqueto,
antes de que se duerman lo termino.
~

domingo, 22 de octubre de 2017

Escándalo: Rafo León entre tamalonas y porcinas


La revista Caretas y Rafo León



El artículo de Rafo León titulado "Reporte desde el baño de damas", escrito a través de su conocido personaje china Tudela; de quien yo no era muy asiduo lector hasta esta semana en que explotó el escándalo; ha tenido el invaluable efecto de hacernos ver en qué miserable nivel de evolución humana se encuentran algunos individuos, ha sacado a luz lo más bajo del inventario y para peor, pretendiendo hacerse pasar por gente culta,  superada e igualitaria.
Al mencionado autor se le ha intentado hacer un cargamontón vergonzoso; nadie que se respete podía dejar de odiar a Rafo León, estaba de moda en esos días escarnecerlo, era el chivo expiatorio por antonomasia, había que estar loco para defenderlo. Quisieron ubicarlo en el mismo nivel del hombre que arrastró a su pareja, del que macheteó a otra, del más despiadado y cruel de los asesinos de mujeres. El delito es el mismo, decían, porque llamar "tamalona" a una mujer algo gruesa equivale a asesinarla, decir que otra intenta provocar a un cura (que muchas veces ni necesitan ser provocados) es lo mismo que golpearla, arrastrarla y dejarla lisiada de por vida; y todo eso haciendo referencia a una columna de humor.
No más feminicidios, en eso todos estamos de acuerdo, pero la sátira política no es nada de eso. Lo que parece es que a ese columnista quieren callarlo (¿quiénes? saquen la cuenta) porque los incomoda y ahora se agarraron de ese tema que nadie va a discutir: el respeto a la mujer ¡Cuánta hipocresía!

Menos mal que surgieron algunas voces que no se dejaron influenciar por el histérico frenesí pseudo feminista que turbaba a una parte de la sociedad, pero no a toda. También pudimos observar a los que fingían indignación porque de esa forma esperan hacer callar a este y otros críticos a quienes no logren convencer con sus ridículas poses de intelectuales, con sus balbuceos idiotas y sus títulos falsificados.

Si escribir chistes de mal gusto (depende del gusto) equivale a agredir físicamente o asesinar entonces hay que cambiar el código penal, o de lo contrario dejar de hablar estupideces. 

- ¡Fea!
- ¡Borracho!
- Pero a mí se me pasa mañana.

Este chiste, ya clásico, bajo el intolerante juicio de ciertos individuos nada ejemplares, podría merecer hasta cadena perpetua, aunque podría servir de atenuante la comprobación de que la fealdad depende directamente de la susodicha, porque hay gente a la que la fealdad le sale de adentro y por más bella que la haya hecho la naturaleza, se nos presenta repugnante. Pero ese es otro tema, volvamos al embrollo que nos ocupa.

Con todo lo que se ha visto, quedó claro que el feminismo está siendo utilizado por cualquier rascuacho que no se entiende ni a sí mismo, los furibundos atacantes del personaje de ficción se han metido en un callejón sin salida, porque lo que exigen ya no es igualdad sino excepcionalidad; así es, hay un grupo de alucinados confundidos que piensan que la tan mentada igualdad de género les permite realizar cualquier ataque para "defender" a la mujer aun cuando nadie se le opone por esa condición sino por cualquier otra circunstancia que debe enfrentar cualquier ser humano, ya sea hombre, mujer, transexual, hetero sexual, asexual o estéreo-sexual cuadrafónico (de cuatro canales, que si no hay, ahí les dejo la idea). Quieren utilizar el feminismo y la igualdad de derechos como un arma a ser usada contra cualquiera que ose mancillar el inmaculado chiquero en que quisieran ver convertido el congreso de la república y la política en general. Echan espuma por la boca, rabiosos, pidiendo la cabeza del criminal que se atreve a acusarlos sesgadamente, y lo más grave es que lo haya hecho desde el humor, desde la lectura ligera que tiene más posibilidades de llegar a la gente ocupada y al público en general, y sobre todo a ellos que en su mayoría no saben ni quieren leer algo más complejo que eso.

Si una mujer es una ladrona, sinvergüenza, mentirosa y posee los demás atributos que pareciera ser que se exigen a los políticos de hoy porque la mayoría los tiene, no se la puede criticar, no se puede decir nada porque sacan a relucir su condición femenina y pobre del que se atreva a tocarla con la punta del lápiz. Se le acusará de misógino, de machista, de asesino de mujeres, y tristemente muchos, cual borregos, estarán de acuerdo.
¡Es que no piensan, pues!

- Ahora sí se jodió, mi estimado. Nadie lo va a apoyar.

- Veremos, y si es así, no importa, porque hay apoyos de los que es mejor prescindir.

Si a Alan García le pueden decir rata gorda, cosa que seguramente no es de su agrado ¿por qué a la susodicha no le pueden decir chancha ojo jalado, o más delicadamente como hizo Rafo en otro artículo, porcina?

Tan pobre es el nivel de debate político de unos cuantos semi analfabetos que contaminan el poder legislativo, que una simple página de humor satírico ha llevado al mismísimo congreso de la república a discutir la clausura, la prohibición, la muerte editorial de la china Tudela, lógicamente a través de la anulación (¿pena de muerte?) de su autor. Qué espectáculo. El peculiar presidente del congreso dedicó un titubeante discurso al artículo -aclarando que él no lo lee porque no vale la pena, pero sin embargo mereció ser tratado, estudiado y evaluado por los mencionados incoherentes- donde define al columnista como un cobarde agresor, no solo semejante sino peor que aquel que arrastró del brazo a una mujer y todos vimos estos días por los noticieros; cosas obviamente muy diferentes; lo acusó también de esconderse tras un seudónimo (lo cual es una calumnia porque el autor firma con su nombre y apellido, como se puede ver al final del artículo causante de todo este revuelo); dirigiéndose a los periodistas les dice que si no se indignan ante este tipo de expresiones entonces estamos yendo por mal camino. Creo modestamente que por peores caminos estamos yendo con los periodistas que se indignan de eso y no de lo más importante que es ocultar y distorsionar los acontecimientos más relevantes para comprender lo que pasa en el país y en el mundo; mal nos va con esos periodistas que cobran por sus opiniones e indignaciones y peor aún con un congreso que corre peligro de ser secuestrado por delincuentes, estafadores, falsificadores de títulos y otros documentos. Lo que pasa es que al fin han encontrado un campo en el cual creen que pueden contar con el apoyo popular, con la soñada unanimidad; porque ahora, sin tener que esclarecer sus raterías, falsificaciones y negociados, se pueden rasgar las vestiduras ante la atroz barbaridad de haberle dicho chola a una y bizca a la otra. No estoy de acuerdo con denigrar a las personas por algún defecto físico, pero no es eso lo que en verdad les indigna, sino que desde ese flanco se presentan como impolutos, respetables padres y madres de la grandísima patria.

Sigan leyendo, por favor, que ya pasamos de la mitad.

Comprendo que un gato escaldado tenga miedo del agua fría, es lo que pasa con algunas personas, mujeres sobre todo, que han sido maltratadas y golpeadas en alguna o varias oportunidades, entonces, en una reacción comprensible, ven en la sátira el comienzo de una inexistente agresión física. A esas personas es fácil convencerlas de que estos artículos pueden producir o incentivar la violencia, pero no es el caso de todos, otros se dejan convencer más bien porque los que sostienen esas ideas les hacen creer que son mayoría. Es parecido a lo que pasa con el insistente discurso de la enseñanza de la libertad de género en los colegios, se quiere hacer creer que la mayoría está de acuerdo con eso, siendo que la realidad muestra todo lo contrario.
Seguramente para quien creció en un ambiente donde la palabra crítica iba siempre unida al sopapo o al puntapié, será más difícil comprender el lado gracioso de la sátira, pero por proteger a esos damnificados mentales no tenemos por qué fingir ni privarnos de una vida normal; si se puede hay que darles tratamiento adecuado, pero otras carencias más importantes deberán tener prioridad; no tenemos tanta riqueza, o por lo menos no queda mucha después del manoseo de la cosa pública, que no es lisura, por si acaso; lo que sí es lisura es cómo roban y nos refriegan en la cara lo robado mientras se escandalizan por palabritas que no son nada comparadas con las que probablemente dicen y escuchan bajo su propio techo,

No se trata de defender y compartir cada palabra escrita o dicha por Rafo León o por algún otro; pero si hay libertad de expresión es aquí donde más se necesita preservarla para poder expresar cada uno su opinión. Se quiere imponer la censura, simple y llanamente es eso: que otro te diga cómo debes pensar. No importa si estoy de acuerdo o no con lo dicho por Rafo León, pero como Voltaire, defiendo su derecho de expresarlo, y como cualquier humano con más de tres neuronas, entiendo que se trata de un artículo de humor, negro o de colores, no interesa.
No necesitamos que se preocupen por nosotros, si ese señor escribe barbaridades pronto dejarán de leerlo, no queremos tutelas ni siquiera en el caso de esta ficticia china Tudela. Para su desgracia les salió el tiro por la culata, porque así como yo, muchos que se habían olvidado de ella la han vuelto a leer a causa del escándalo que armaron. Y la verdad es que no está nada mal, estaremos atentos a sus próximas declaraciones. 

Se quieren cargar la libertad de expresión por una estupidez (estupidez es lo que están haciendo y no el polémico escrito), un asunto que en cualquier país serio no merecería más que la atención y la risa de sus lectores. ¡No quiero ni pensar si fueran gobierno! El artículo en cuestión trata de una imaginaria visita a un baño de mujeres, entonces está claro que serán mujeres las protagonistas, que eso sea un pretexto para agredir a la mujer es una falsedad, porque no se las agrede más ni menos que a los hombres públicos; que estas señoras se metan en política implica que están dispuestas a afrontar las consecuencias de la exposición, incluso la sátira irrespetuosa; lo normal sería que se condene la burla tanto hacia hombres como hacia mujeres, y no ampararse en la indiscutible y necesaria igualdad para pretender superioridad y con ella la consecuente impunidad por el solo hecho de haber nacido mujer, o de haberse transformado en el camino.
Pero de algunos de los políticos que tenemos, es imposible no burlarse.

Y una nota final. En la mofa que más ha ardido, el mencionado autor no dice en ningún momento a quién se refiere, lo que hace es tan solo una escueta descripción en dos palabras, que fue por lo visto muy acertada porque todos saben de quien se trata, entonces, si es porcina y de ojo jalado, porqué tanto escándalo, solamente ha dicho una verdad que cualquiera puede verificar a simple vista; más razón de reclamar tendría por ejemplo Don Mauricio Mulder cuando le dicen perro de chacra... la cara de perro está, sí, pero ¿por qué de chacra?

Rata gorda, perro de chacra, choledo y tantas expresiones más se dijeron y se dicen y a nadie parece importarle; y de un momento a otro, tamalona, lomo saltado o chaconcha, son lo más bajo a que puede descender la dignidad, o mejor la indignidad, humana... ¡por favor! No es ataque a las mujeres por ser mujeres, es sátira a ciertas mujeres que por estar metidas en política son personas públicas, y no digo mujeres públicas porque no quiero ofender a quienes se ganan el sustento honradamente con el sudor de diversas partes de su anatomía.
~

domingo, 15 de octubre de 2017

Otro octubre


Imagen de PortaLuz.otg


Quisiera escribir cosas alegres, llenas de optimismo, de cara a un futuro rico, feliz y promisorio. Donde la amistad, el amor y la solidaridad entre hombres y mujeres de bien sea lo normal. Donde no haya guerras, donde se juegue el fútbol sin barras bravas y donde no sean necesarios policías ni controles; quisiera que las letras se regocijen y formen solo palabras bellas, palabras buenas, palabras que dé gusto pronunciar, quisiera...

- ¿Qué pasó mi estimado? ¿Se golpeó la cabeza?

- Tiene razón... ya es mucha dulzura, y el horno no está para bollos.

Bueno, estamos en octubre, mes muy especial en Perú donde se vive la devoción del Señor de los Milagros, que no es otro que el mismo Jesucristo pero pintado en tiempos del virreinato (1651) por un esclavo angolés en un simple muro que según la tradición resistió al menos dos terremotos, uno en 1655 y otro en 1687. Lo adoraron primero los esclavos del barrio de Pachacamilla porque estaban seguros que fue la imagen del hijo de Dios la que sostuvo los sencillos materiales y los mantuvo intactos mientras todo alrededor se desplomaba; es por eso que la imagen es tan venerada hasta hoy; además, cuando el virrey Conde de Lemos se hizo su devoto, la veneración se extendió por todas las clases sociales.


En el año 1746 otro terremoto asoló Lima, y ya conocedores de la experiencia anterior, una copia de la imagen del mismo cristo pobre fue sacada en procesión y la tierra dejó de temblar - la verdad es que con o sin procesión los terremotos no suelen durar mucho - y se atribuyó el hecho a la imagen, consolidándose su fama de milagroso, sobre todo tratándose de terremotos.

- Oiga usted, no me diga que no cree en el Señor de los Milagros.

- Ni le digo ni no le digo, ninguna falta que hace.



También octubre es el mes de las corridas de toros (que no son de mi agrado, salvo la música) y de los pegajosos turrones de "Doña Pepa", un dulce peruano de mucha aceptación; cómo será de rico que lo comen chicos y grandes a pesar de las dificultades que conlleva su consumo; asunto este último algo discutible, pero si ya comió uno podemos conversar.
Lo que trae octubre, si no se me escapa alguna cosa (algún evento, festividad o acontecimiento, no sean mal pensados) es eso: devociones, tradiciones... y glotones.


Además de lo festivo tenemos una serie de situaciones que desgraciadamente también se están volviendo tradicionales, sin ser exclusivas de octubre, que nos muestran el porvenir menos simpático y esperanzador de lo que quisiéramos y nos hacen desear creer en milagros y portentos (aun a los incrédulos),  porque si el Señor salvó la humilde pared en que estaba retratado, tal vez con nuestros ruegos y procesiones nos salva el país que se derrumba por causa de tantos sinvergüenzas y ladrones ¡Cómo quisiera creer! pero si no hacemos algo por merecerlo, parece que el milagro no será posible. Bueno, esto es lo que hay:





Otro Octubre



Otra vez llegó octubre con sus pasos 
de procesión, sus cirios, los balcones,
los palcos y los toros, los turrones;
las nostalgias, dolores y fracasos.

Avanzando el Señor deshace alfombras
con flores y sudores dibujadas
en calles y veredas trajinadas
por mujeres, devotos y por sombras.

Otro octubre nos viene a ver y acaso
nos libre de los sustos y temores,
corrija a sinvergüenzas y ladrones
y aumente el optimismo que es escaso.

Hemos roto los lazos del pasado:
de Chavín, Moche, Nazca y Tiahuanaco,
de los incas, los huancas; y esos huacos
puestos en una pila, amontonados,

cada día que pasa los perdemos;
ya no hay vuelta atrás, nadie lo quiere,
el destino común que nos conviene
soñamos alcanzar y no sabemos;

nuestra historia común hoy ignoramos,
nos distraen las fiestas, el derroche,
la diversión procaz, el trago, el coche,
y a mujeres y amigos los usamos.

Octubre nos encuentra empantanados,
hundidos hasta el cuello en la mentira,
la estafa general, hiede y transpira,
habiendo cada vez más contagiados.

Se va a perder la patria, no se crean
que ya tiene el futuro asegurado,
así como la hemos heredado
la van a exterminar los que carnean

la res pública*, por vaca la han tomado,
como buitres se hartan y carcomen,
hasta lo más sagrado descomponen;
el honor y el decoro se ha borrado.

El día todavía no ha llegado,
pero está cerca y no les quepa duda,
del estertor final de tantos judas
que veremos arrastrarse cual gusanos.
~

* Res pública: Cosa pública, etimológicamente es el origen de la palabra "república".



domingo, 8 de octubre de 2017

Soneto espantoso





Los últimos acontecimientos de la política nacional y mundial, acompañados de desastres no tan naturales y otros acontecimientos varios, merecieron de mi parte un modesto aunque singular soneto, era un soneto de mierda y ese era su título, el cual la mayoría de mis amables lectores entendió perfectamente, captando con facilidad el sentido del mismo, y hasta personas de espíritu fino y delicado supieron interpretarlo sin ningún asomo de molestia, ofensa ni rechazo; pero como la unanimidad es imposible, siempre hubo y habrá personas de pocas luces aunque presuman de muchos títulos que no son capaces de entender lo que es una ironía, una caricatura o una metáfora, adheridos al árido llano de su chatura intelectual, se escandalizan de ciertas palabras sin lograr captar la idea que se transmite; no saben de humorismo pero cándidamente insisten en visitar este modesto blog para luego reclamar que no aporta nada, si así fuera, no se entiende entonces qué es lo que vienen a buscar, pero así y todo, serán siempre bienvenidos... ya que tampoco puedo evitar que vengan, al fin y al cabo, sus malhumoradas visitas también engrosan las estadísticas del blog, este último dato posiblemente haga que dejen de acercarse. Ya se verá.

Entonces, retomando el hilo, esta vez para continuar por la huella de aquel polémico soneto, me permito presentar este que tal vez no esté a la misma altura pero que nadie podrá negar que se esfuerza en emularlo. Con título apropiado, va este pensamiento en catorce versos, tratando de guiarse por la máxima que dice: si lo bueno es breve, doblemente bueno. No puedo decir que lo mío sea bueno porque eso lo juzgarán los lectores, pero al menos lo que se refiere a la brevedad sí está a mi alcance. Muy agradecido.



Soneto espantoso


Espantajo tenebroso a media noche,
o peor si a las tres de la mañana,
es la hora en que dicen que más saña
prodigan los espectros y fantoches.

Moderado soneto, sin derroche
de palabras groseras ni de infamias,
a las almas inmundas las agravias
y por eso recibo yo el reproche;

deja al atormentado que se abroche
la insignia pertinaz de su vergüenza
y dale libertad para que choche *.


Siempre con elegancia evita el roche**,
con gente trastornada no te metas,
deja que se retuerza y se amelcoche ***.
~
 

* chochear
1. v. intr. Tener una persona las facultades mentales debilitadas, por lo general a causa de la edad avanzada/ Ejm: el abuelo chochea.
2. coloquial Sentir o expresar una persona mucho cariño, afición o simpatía. Ejm: chochea por los manuscritos medievales.
 

** roche
1. m coloq Perú Cosa notoria o visible
2. m. Perú. vergüenza  (‖ turbación del ánimo por una acción deshonrosa).


*** amelcochar
1. v. tr. y prnl. Amér. COCINA Dar a un dulce el punto espeso de la melocha.
2. v. prnl. Méx. Reblandecerse, perder la dureza.
 

domingo, 1 de octubre de 2017

Poeta invitado: Sebastián Custodio

Este poeta nos dice que no hablemos sin saber, aunque se refiere a su tierra de Andalucía, se puede aplicar a muchos otros temas, pero como es poesía, uno no se siente agredido, al contrario, se identifica con aquel que tan bellamente y con argumentos simples y claros nos hace compartir tan lúcida idea.
Pero no está aquí solo por la verdad que enuncia, sino por la poesía que deleita, no tengo el gusto de conocerlo personalmente, y encontré poco de él, como ésto: "...el poeta Sebastián Custodio Lozano, nacido en un pequeño pueblo minero onubense llamado La Zarza, una aldea, perteneciente a Calañas". (Andalucía)