viernes, 26 de junio de 2015

Yo quiero un cholo que mande



  VERSEANDO CON NICOMEDES


¡Qué desinhibido, franco y sin complejos! Lo cual no quiere decir que tenga o no razón, éso ya es otra cosa, pero que suelte así como si nada esas opiniones referentes a ciertas variedades de prójimos es poco común, y leerlas es como recibir un baño de agua fresca. Me dejó gratamente sorprendido y tengo que agradecerle a mi primo Fernando Atala S. el haberme hecho llegar la poesía que va a continuación. 

Para quienes no conocen al autor, trascribo estos datos de su página oficial:

"Nicomedes Santa Cruz Gamarra (Lima 1925 - Madrid 1992) Poeta por vocación, folklorista por tradición y periodista de profesión, desde finales de los años cincuenta también se desempeñó como realizador y presentador de radio y televisión.
Es el máximo representante de la negritud en el Perú por ser el primer poeta en tratar el tema negro resaltando la importante e inequívoca aportación del afroperuano en el devenir histórico del Perú. Prueba de ello es la designación del 4 de junio, fecha de su nacimiento, como Día de la Cultura Afroperuana."


NO ME DEN CHOLO QUE MANDE

Nicomedes Santa Cruz


No me den cholo que mande,
no me den blanco sin plata,
no me den negro elegante,
ni mujer hermosa, beata.


Esa fingida humildad
con que el serrano obedece
al punto desaparece
si le dan autoridad:
Exige puntualidad,
apura al chico y al grande;
no hay mirada que lo ablande
ni sudor que lo doblegue...
Aunque la hambruna me llegue
no me den cholo que mande.


El rico venido a menos
-llamado aquí "blanco pobre"-
es un tipo sin un cobre
que finge bolsillos llenos.
Odia los bienes ajenos
porque el ayuno lo mata.
Al fin estira la pata
recordando sus blasones...
Si me han de mandar patrones,
no me den blanco sin plata.


El negro, futre palé,
a su raza desestima,
se echa lo que gana encima
y se luce en el "Café".
Francamente, yo no sé,
a que viene tal desplante:
Si no usa desodorante
ni le dura limpio cuello,
así, con falso resuello,
no me den negro elegante.


No me den hombre que llore,
ni me den mujer que jure,
no me den chino que cure,
ni médico que enamore.
Soltera que descolore,
ni casada siempre en bata;
cura que dé serenata,
ni estudiante con "bluyín".
Ni fea con camarín,
ni mujer hermosa, beata.

Pero por lo que Dios más quiera,
no me den cholo que MANDE!
~ o ~

Nos trae recuerdos de otros tiempos y otras costumbres, diferentes pensamientos, una realidad que te permitía recitar esos versos y ser querido y admirado, hoy puede parecer idílica, cercana a la utopía, o tal vez era una sociedad hipócrita en la que se estaba incubando todo lo que vino después.  Hay para mucha discusión en ese aspecto y aquí, en el café, no vamos a entrar a dilucidarlo en profundidad. Sólo menciono algunas de las posibilidades.

Hoy ya no quedan inocentes, o quizás muy pocos, la política que ya era corrupta ahora es más corrupta y ha agregado a sus cualidades el descaro y el cinismo a la vez que, sin que éso sea una virtud, ha perdido mucho de su hipocresía o simulación, o las ha llevado a nuevas dimensiones que antes no sospechábamos.
Tal vez soy algo ingenuo, no importa, pero ciertas expresiones que Nicomedes utiliza para descalificar al cholo, ya las quisiéramos ver en nuestros gobernantes de hoy. Me refiero a que:


Esa fingida humildad
con que el serrano obedece
al punto desaparece
si le dan autoridad:
Exige puntualidad,
apura al chico y al grande;
no hay mirada que lo ablande
ni sudor que lo doblegue...
Aunque la hambruna me llegue
no me den cholo que mande.


Voy a dejar de lado éso de la fingida humildad del serrano, porque Nicomedes ya está muerto y no podrá defenderse de mis críticas, digamos que fue producto de su tiempo y de su ambiente, pero quiero aclarar lo siguiente: Yo sólo veo virtudes en esas palabras que nuestro poeta juzga indeseables cuando el cholo tiene el mando; eran otros tiempos y ése era su estilo, no hace falta discutirlo que para éso no es esta página; pero imaginemos un jefe, un alcalde, un director, ministro o presidente de la república que exija puntualidad, que apure a "chico y grande", o sea a todos, incluidos los ricos y poderosos... y a los sinvergüenzas tramposos también, con mayor razón; que ninguna mirada lo ablande (qué carácter admirable) ¡y que ningún sudor lo doblegue! ¡Qué más podemos esperar de un dirigente que esté dispuesto a encarar el futuro con coraje!
Las palabras de este poema se pueden tomar como una profecía al revés, me llevan a desear lo que Nicomedes no quería y hasta prefería la hambruna antes que estar sometido a las órdenes de un cholo con mando. Cómo has cambiado, pelona... decía él, y yo digo, cómo han cambiado para mal tantas cosas, sobre todo en lo que es moral, ética y disciplina. Y no soy fascista, por si acaso, sólo que sin orden y sin respeto no vamos a ninguna parte. 
Es éso lo que nuestro Perú necesita hoy: Un cholo que mande, o una chola, pero con ese deseo de hacer las cosas bien hechas, con ese coraje y ese valor de no dejarse arrastrar por la corrupción, que inculque en el pueblo el deseo de superarse y ganarse la vida digna que merece y no que fomente la ociosidad y la vida fácil con su mal ejemplo. Un cholo íntegro que dirija a la nación, y no un vendido, cobarde y ladrón amante del lujo y la buena vida. No me refiero a ninguno en particular, porque si sacamos lo de cholo y dejamos lo de corrupto y pusilánime, creo que no se me escapa ninguno.

Puede no ser cholo, éso no es lo más importante pero sí sería deseable que el presidente del país fuera lo más cercano a la gente de ese país, y si ese país es en su mayoría cholo, pues qué mejor que sea uno de ellos el que nos dé la dignidad que no lograron hasta ahora los que estuvieron al mando; que sea cualquier peruano, siempre que tenga las cualidades que Nicomedes no desea pero que se necesitan con urgencia.
Que sea cualquier peruano que sepa lo que es el cholo, que le encuentre a lo cholo la dignidad y el prestigio que muchos de mis paisanos saben darle. Nicomedes quería vivir tranquilo en un mundo menos conflictivo que el actual; yo quiero ver que se comience a poner orden en el caos y el despilfarro irresponsable que nos está hundiendo y poniendo en riesgo... hace rato, nuestra soberanía.

Entonces... ya que estamos en esto, vaya mi poesía con algunos peruanismos que pondré en cursivas y detallaré su significado al final.

YO QUIERO UN CHOLO QUE MANDE

Ricardo Kajatt Sumar


Yo quiero un cholo que mande,
no quiero un cholo blandengue
un pobre merequetengue
que al final sea un ensarte.


No quiero un choro que afane
ni un lambiscón que avergüence
ni un bacán que bien comience
mas que pronto se amilane,
tampoco uno que me arranche
los derechos conseguidos
o en asuntos relamidos
me enyuque nuevas variantes,
no queremos más arrugas
y después rápidas fugas.

Basta de tanto chamullo
que ya me tienen huevón
esos fichos de cartón
que pregonan con un chullo
su falsa peruanidad,
de la gente se vacilan
mientras las uñas afilan
disimulan su ansiedad
pues van a tirarse todo
ni bien comience el periodo

Abogados charlatanes,
ingenieros tinterillos,
doctorcitos amarillos
o tristes pelafustanes,
a ésos y otros aventados
no les vamos a atracar
su palabrería bamba
 porque ya estamos asados,
pues ya sabe usted carreta
les vamo´a cortar la teta.

Y con esa caña monse
que tan fácil se adivina
y esa triste carabina
se quieren vaciar el cofre,
podemos ser tan cojudos
porque no nos damos cuenta
que el país está a la venta
o nos creemos suertudos,
hay que ser burro o fumón
pa´ tragar esa infusión.


Antes que meter la pata
con un achorado grande,
mejor un cholo que mande
a que nos metan la rata.

~ o ~



Peruanismos usados, en el orden que aparecen en el poema:

Cholo: El término «cholo» en el Perú fue usado por mucho tiempo con un tono fuertemente discriminatorio y racista, sin embargo cada vez es más creciente denominarse a si mismo "cholo" como signo de identidad nacional y orgullo de tener sangre española e indígena ya que la mayoría de la población peruana es de ascendencia mestiza.

Ensarte: Incumplido, falto de palabra.

Choro: Ladrón.

Afanar: Robar.

Lambiscón: Adulador (Se usa también en México, Honduras y El Salvador)

Bacán: Bonito - Creído.

Arranchar: Arrebatar, quitar algo con violencia.

Enyucar: Engañar, timar.

Arruga: Deuda.

Chamullar: Hablar mucho sin contenido.

Tener huevón a alguien: aburrirlo, cansarlo.

Ficho: De alta categoría, elegante.

Chullo: Gorro de lana con orejeras, típico de los andes de Perú y Bolivia.

Vacilarse: Divertirse, burlarse.

Tirar: Robar - Acto sexual

Aventado: Persona osada.

Atracar: Aceptar alguna condición o circunstancia.

Bamba: Falso, imitación.

Asado: Molesto.

Carreta: Amigo.

Cortar la teta: Quitarles la mamadera, impedir que sigan aprovechando gratuitamente de algo.

Caña monse: Torpeza para dirigir vehículos.

Carabina: Cara, rostro.

Cojudo: Estúpido.

Fumón: Que consume drogas que se fuman.

Achorado: Persona de conducta hostil o de mal vivir.

Meter la rata: Engañar, estafar.

Nota: Algunas palabras pueden ser provenientes de otros países o no ser exclusividad peruana, pero si las considero peruanismos es porque se reconocen comúnmente como tales. No pretendo ir hasta las más recónditas raíces de cada una. 
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5 comentarios:

  1. Muy acertado y simpático modo de plantear el interesante tema.

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  2. Chamullo.afanar no.son modismos ni peruanismos pertenecen al lunfardo.argentino y me parece una falta de respeto tomar una décima de nicomedes para contestarla. estando el muerto NO ME DES BLANCO.ESCRITOR
    Q AL ESCRIBIR UNA LETRA
    SE CONSIDERA POETA
    Y ES TAN SOLO UN PLAGIADOR

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    1. Es tu opinión, anónimo, y tienes derecho a tenerla. Si le he contestado a César Vallejo (a quien además he defendido), a José Santos Chocano, a Borges y otros más, no veo por qué Nicomedes Santacruz tendría que ser intocable. Con mis escritos no ofendo ni temo, allá los encajonados que no entienden.
      En cuanto a las palabras de origen lunfardo argentino y otras, está aclarado en la nota final, pero parece que no leíste todo antes de opinar.

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  3. Hola Ricardo,
    Después de las experiencias de Alejandro Tolebrio, Cosito Humala, o Prosor Castillo; sigues buscando un cholo que mande?
    No tengo nada en contra un cholo en el poder. Pero más allá de un cholo ilustrado (lo que ciertamente Castillo no era), preferiría cualquiera que sea ilustrado, honesto, y ame el Peru.

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  4. Buscando no, pero no quiero pensar que la raza ha degenerado irremediablemente. Mantengo alguna esperanza y si no es cholo, no importa, siempre que sea honesto y capaz... lo cual hasta hoy no hemos tenido. Saludos amigo.

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