miércoles, 18 de marzo de 2020

Si no es, se parece demasiado


Todo cuidado parece poco


Con esta situación de aislamiento mundialmente adoptada, estamos viviendo un escenario que si bien parece el más adecuado para minimizar los efectos del Covid19, también calza a la perfección con otras situaciones que no solo rozan sino que caen de lleno en lo que se ha dado en llamar teorías de la conspiración, y con esa clasificación se pretende restarles toda seriedad.

A pesar de eso voy a plantear algo, que no es creación mía, para tratar de explicar esa posible manipulación de la población mundial.

El funcionamiento de la economía se basaba, hasta hace muy poco tiempo en tres pilares: contacto humano, intercambio de mercancías y consumo. No solo los padres de familia, sino también las madres, se incorporaron al mercado laboral, y se encontró en escuelas, colegios y hasta universidades el apoyo necesario en lo que se refiere al cuidado de los hijos, una función adicional a la de formar ciudadanos a la medida, además de contribuir al desarrollo científico y tecnológico que requiere el sistema. Luego esa tecnología durante la tercera revolución industrial de los años setenta del siglo XX, pasó a laboratorios de empresas privadas, así también se comenzó a privatizar todo lo que se podía.

La cuarta revolución está llegando y necesita cambiar las cosas, uno de los modelos que más posibilidades tiene de ser adoptado es el de usar la casa como centro de trabajo, de educación, de consumo y hasta de gobernabilidad; lo cual requiere un enorme esfuerzo de re-ingeniería social que es muy difícil de lograr, sin embargo, para el sistema parece no haber ninguna dificultad insalvable. Ahí está el Corona virus.

No sabemos con certeza si el virus es artificial o no, y si así fuera tampoco se sabe quiénes ni dónde lo hicieron, pero a diferencia de virus anteriores, este se ha diseminado de manera más extensa, casi está en todo el mundo, o al menos es lo que dicen los medios porque estas cosas escapan a la verificación directa de las personas.

Mientras escribo esto, el número de contaminados a nivel mundial acaba de pasar la marca de los 200 mil; si ese fuera el número de muertos la realidad estaría a la par del miedo y la alarma que se ha generado; pero la mortandad es de un poco menos del 4% :una cifra modesta. 

Además de lo dicho, pienso que como consecuencia deseable para quienes manejarían esto, y a pesar de la resistencia de mucha gente buena, se está exagerando aún más el individualismo egoísta que lleva al sálvese quien pueda y al rechazo de todo contacto humano; si uno solo, en su casa, puede pasarlo bien, entonces ¿para qué necesita de los demás? Parece que esa es la mentalidad que se considera correcta ahora. Cada uno por sí y para sí.

No sé si exagero, pero dependiendo de cuánto vaya a durar esto, de cómo se atienda a la situación económica de las mayorías (si es que se atiende) y de cuál sea la interacción a nivel de estados, creo que al salir de este aislamiento nos podemos encontrar con un mundo diferente; tal vez en la siguiente etapa, ya abierta y descarada, del temido orden mundial.

Estamos viviendo uno de esos futuros distópicos que solía mostrarnos la ciencia ficción; no puedo asegurar que se trate de una manipulación a nivel mundial, pero sí puedo decir que se parece demasiado.
~

No hay comentarios.:

Publicar un comentario