lunes, 8 de julio de 2019

Mendigos multiplicados en un mundo equivocado


La caravana hondureña, monstruosidad inconveniente


Tal vez, y con mucha suerte, recién al morir existan. Estoy hablando de cualquiera de esos miles de seres humanos -hombres, mujeres y niños- que pasan por la vida invisibilizados por los grandes medios pero que sin embargo, si uno quiere verlos, allí están con toda su desgarradora tragedia, su horror andante o flotante, su drama ignorado por los que no quieren que haya ninguna empatía con ellos. Pero no hay que olvidar que algunos desastres se amplifican y otros se disminuyen y hasta se ocultan del todo, según convenga a los intereses de quienes poseen el dominio de la casi totalidad de la maquinaria informativa mundial. 

Son las víctimas del progreso egoísta y desorientado de la parte más influyente de la humanidad actual, des-humanidad sería más adecuado, influencia que no se limita a lo económico y a lo material sino que alcanza la totalidad de los ámbitos en que se desarrolla la vida de la gente, y por eso mismo es tan determinante en la cultura (?) y en la manera de ver el mundo que tienen las masas, que si bien son abstracciones, existe la suma de individuos que piensan igual y ni siquiera saben que están siendo dirigidos como autómatas. Al fin, y por eso es tan peligroso, todo se subordina al valor del dinero, todo lo que no se compra o se vende, no existe.

- ¿Y el amor verdadero?

- Se cagan en tu amor, precisamente por ser verdadero, porque amor de puta o gigoló sí tiene valor, porque se puede comprar y vender, o sea que tiene precio, ´no jodas con tu amor verdadero que no vale nada´, te dirán los más sensibles, porque los demás ni eso... ni entenderán de qué estás hablando.

Un día vimos a un pequeño niño sirio que murió ahogado en el mediterráneo, cuya fotografía en la orilla del mar, en la que parecía dormido y estaba vestido con sus mejores ropitas; para llegar bien presentable al mundo de los buenos, de los ricos, esos mismos que lo dejaron morir para apiadarse luego de la fotografía; estaba allí porque el mar mediterráneo es una de las tantas fronteras entre ricos y pobres.
Así como ese niño hay miles más, o millones, que a pocos importan; hace unos días vimos otra foto, la del salvadoreño de veinticinco años y su hijita de dos, muertos abrazados en la orilla del río Bravo, actual frontera de México con Estados Unidos. También fueron vistos y compadecidos... en fotografía, pero esta vez causaron, además de pena, también irritación, quizás porque eso ya fue demasiado cerca de los Estados Unidos. 

Hay una inquietante característica en todo esto, y es que en persona les apestan pero en foto son vistos y observados, y aquí la triste ironía, recién entonces, cuando ya no existen, pasan a formar parte de ese mundo al que querían llegar, tan solo para vivir como gente.

Pero está todo equivocado porque ese no es el camino de la salvación. Esa pobre gente a veces consigue llegar, y de tantos que llegan algunos consiguen acomodarse a duras penas, otros más o menos y unos cuantos tal vez aceptablemente bien, y hasta hay unos pocos bendecidos por la suerte o por lo que sea que consiguen "sus papeles", o sea que se hacen ciudadanos plenos y con derechos del país que invadieron en su desesperación. De estos últimos, unos cuantos tratan de llevar a alguien más de su núcleo familiar y de eso no pasan, porque ¿qué más podrían hacer? Y están aquellos que orgullosos terminan por transformarse y parecerse a los que antes los despreciaron y que en el fondo los siguen despreciando, y son los primeros en estar contra el ingreso de más inmigrantes... porque no quieren verse en ese espejo.

- ¿Y cuál es el camino?

- Simplemente que se deje que cada país haga lo que su gente decida, nada más.

Porque la desgracia de Honduras, de Venezuela, de Cuba, de Libia, de Irak, de Palestina, de Afganistán o de Argentina, de Perú, de Guatemala... ¡me canso de contar! tienen la característica común de la intromisión extranjera en sus asuntos. Dejen de joder, nada más, que cada uno se arregla solo mucho mejor que con su ayuda.

El drama humano persiste, está allí, para quien lo quiera ver y también para quien voltea la mirada hacia otro lado. Esos niños que no mueren, crecen para vivir mal, esas mujeres y hombres son alguna vez descartados del todo, cuando ya ni para limpiar los excrementos sirven. A dónde van, no se sabe bien, porque se pierden en las orillas de lo visible. 


  

El pobre descartable

(Soneto miserable)

Cómo me taladra su tuerta mirada,
cómo me estremece su andar vacilante;
una enfermedad fiera y galopante
carcome sus cuerpo oculta y taimada.

Su espalda sufrida, cargada, doblada,
el tosco muñón de un brazo faltante,
permanentemente nublan su semblante;
no emite una queja, la lleva guardada.

El pobre mendigo sigue su camino,
ya no espera ayuda, ya no espera nada,
conoce su vida, sabe su destino.

La vida ha pasado, cruel y despiadada,
ya le falta poco; se acaba el camino,
muy pronto su alma será liberada.
~

1 comentario:

  1. La influencia de los paises desarrollados es obvia sobre todo en Centroamérica y Mejico, y menor en los países sudamericanos, ¿Te has puesto a pensar el porqué de esto?, simplemente por la ignorancia y el abandono de los pueblos, por egoísmo y mezquindad de los gobernantes, su poca o nula visión de futuro. Si se educara al pueblo, si se les sacara de la ignorancia, si los gobernantes fueran más patriotas y menos egoístas, las cosas serían diferentes, pues acá en el Perú, vivimos mejor que en los EE UU, los que se van en busca de "papeles" son gente inconforme que quiere o cree que va a ganar más en el país al que emigre, o lo hacen por vergüenza de que se les vea haciéndo labores que consideran que los rebajan. Un estadounidense, para visitar Disneylandia con su mujer y dos hijos, tiene que ahorrar mas de un año, en el Perú, una persona de clase media, puede hacer lo mismo, sin mayor sacrificio, un obrero se demorará un póco más. No es cuestión de dinero, es cuestión mental, y los gringos son campeones vendiendo ideas, te pueden hacer comer una caja de fosforos haciéndote creer que es alimento. No todo es por los "papeles", es por la pobreza, ignorancia y negligencia de todo un país.

    Fernando Atala Schaefer
    DNI 08804201

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