domingo, 27 de enero de 2019

Elogio de la estupidez


Edición rústica 1952


¿Recuerdan a Erasmo, el gran Erasmo de Rotterdam? Ese mismo, el filósofo, filólogo, humanista, teólogo, escritor, traductor... me cansé... de los siglos XV al XVI que se llamaba Erasmo, y como era de Rotterdam, lo llamaban ¡Erasmo!

- Lo llamaban de Rotterdam, dirá usted.

- No, de Rotterdam no lo llamaban porque estaba allí y no necesitaban llamarlo, hasta que se fue, entonces sí algunos lo habrán llamado de Rotterdam.

Erasmo, el de Rotterdam; no el que vende fruta en el mercado de Surquillo; escribió su obra más famosa (no necesariamente la más importante) y la llamó "Elogio de la locura", pero él no era loco, al menos que yo sepa. Se la dedicó a su amigo Tomás Moro porque la escribió en la casa de él... no se sabe tampoco qué tanta gracia le habrá causado al Loco Tomás (lo dijo su amigo: Moro se parece a Moira: Locura en griego) que Erasmo (el de Rotterdam) le dedicara la obrita, pero como eran buenos amigos, le aguantó la payasada. 

Lo que sí se sabe es que Erasmo era sacerdote, pero le incomodaba la vida religiosa que él consideraba bárbara e ignorante, decía, por ejemplo, que la excitación sexual no tenía por qué ser pecado (no se sabe porqué no lo quemaron vivo), entonces, haciéndose el loco, se puso a escribir y/o traducir libros. A mí no me tradujo nada porque yo no había nacido aún... sino, ahí quería verlo traduciendo, por ejemplo, mi erudita disertación sobre El Pichuleo.
Es que él vivió en los siglos XV y XVI

- ¡Qué bárbaro, vivió dos siglos!

- No sea estúpido, mi estimado elogiable, es que vivió una parte de uno y otra parte del otro... estuvo como montado entre dos siglos ¿entendió?

Yo, inspirado en esa obra he decidido escribir un "Elogio de la Estupidez", también sin ser estúpido, al menos que yo sepa.

Determinemos antes qué es estupidez. El diccionario de la RAE no dice mucho. Estupidez: de estúpido y ez. (Fem) Torpeza notable en comprender las cosas. (Fem) Dicho o hecho propio de un estúpido. En ambos casos en femenino, cualidad que no resalto porque es algo que no agrega ni quita nada a la comprensión del término. Resumiendo: es la cualidad de estúpido, y Estúpido es: Necio, torpe, falto de inteligencia. Ya hasta ellos estarán captando algo a estas alturas, aunque lo más probable es que ninguno esté leyendo esto. Sigamos.

Erasmo, el frutero de Surquillo, desprecia la obra de Erasmo de Rotterdam porque el tamaño de las hojas es muy pequeño y no le sirven, dice, ni para envolver higos o duraznos, por eso prefiere las revistas de modas o los folletos de ofertas de los supermercados, sobre todo estos últimos por ser más flexibles, en eso le doy la razón, el libro es muy pequeño, de esos que caben fácil en el bolsillo, y si no es para leerlo no hay ninguna otra utilidad que se le pueda dar; es muy gordo para nivelar una mesa coja, y además lo andarían pateando. Me estoy refiriendo a la edición en rústica de la Editorial TOR, Buenos Aires - 30 de Abril de 1952 ¡Una reliquia!

- No parece apreciar mucho ese libro, oiga usted.

- Al contrario, lo aprecio tanto que lo conservo, pero es que tanta gente de ahora ve un libro y no sabe para qué sirve.

Erasmo, el de Rotterdam, escribió su libro como jugando, casi como un pasatiempo y lo aprovechó para defender que la locura no era el peor estado para el hombre, al contrario, como su nombre lo indica - no el de Erasmo sino el del libro - se trata de un elogio de la condición de loco o demente; explica qué cosas se ganan con ser loco, qué males se evitan, en fin, tampoco se pierde la oportunidad de destrozar toda la necedad del mundo: todo eso nos deja, entre sus páginas, Erasmo.

- ¿Cuál? ¿el de Surquillo?

- ¿Usted qué cree?

Bueno, estos días... en realidad hace ya bastante tiempo, me he dado cuenta que la estupidez también tiene sus ventajas, y mayores, encima sin la carga negativa de la locura; o sea que el estúpido la pasa bien, mejor que los demás en muchas circunstancias, y bastante mejor que los locos declarados. Condición sine qua non: ignorar que se es estúpido.

En el campo político, el estúpido lo tiene todo resuelto, facilito y bien ordenado: simplemente sigue las opiniones de su diario escrito o noticiero televisivo habitual, el mismo que se encarga de darle todo bien masticado y procesado. Sabe a quien odiar, a quien insultar y a quien despreciar; le enseñan bien quién es "el papá" con el que no hay que meterse, y listo. Ya es un sabihondo en cualquier tema de actualidad, porque si su fuente de información no considera alguna cosa, esta no existe, aunque tenga el culo encima del asunto no se dará cuenta de nada. 

En religión la cosa es seria. Han aparecido unos avivados a los que ni su madre les creería la menor cosa y que sin embargo arrastran multitudes de estúpidos que provienen por lo general de otras granjas o establos de estúpidos pero que cuentan con pastores menos dedicados a la rapiña. Los esquilman de lo lindo, y ellos, los estúpidos, felices de vivir protegidos del demonio... ni sospechan que están bajo su influjo. Pero, al igual que en el párrafo anterior, su felicidad y/o/u bienaventuranza, se mide por el grado de regocijo que ellos mismos calculan... con la vara que les da su jefe de turno.

Hay estúpidos musicales que están entre los peores y más insoportables. Son esos que escuchan a todo volumen la "música " de moda, de lo último que tuve noticia fue de algo llamado reguetón... que si está mal escrito me llega al... (cuerpo ovalado que tiene el embrión adentro).

Los hay culinarios, que cocinan y/o comen cojudeces; los hay filósofos, que filosofan tonterías; los hay pedagogos, que enseñan bobadas; los hay solidarios, que quieren compartir su estupidez, también guerreristas y deportistas, se parecen, pero los primeros destrozan y matan muchísimo más; hay de todas las clases y colores, tamaños y formas, densidades y texturas que imaginar se pueda. En enumerarlos se me irían horas.
Pero son felices a su manera.

Una de las desgracias más atroces del mundo moderno es tener uno, o varios, en el Whatsapp... son una tortura china; lo mismo vale para el Facebook, el Messenger y demás inventos, loables y valiosos en sí mismos, pero que como todo en este mundo, han quedado también, en gran parte, bajo el dominio de la estupidez.

A mi ya me tienen podrido.

Eso sí: toda la dicha que alcanzan estos... no sé si llamarlos afortunados o desdichados - depende de qué lado se enfoque el tema - toda la dicha que alcanzan, es exclusiva de ellos. Quien no es estúpido, por más que lo intente jamás llegará a serlo, y viceversa, o a la inversa, quien es: ES, y no hay recuperables, ya no... antes se creía que podía  haber algunos a los que se podía enderezar, pero se ha perdido la esperanza, por lo menos de acá a unos cuantos... siglos. Ese es mi elogio, sé que es pobre, pero a más no llego. Que venga Erasmo y lo haga como debe ser... me parece oír una voz que me dice, a mí no me jodas... debe ser Erasmo. Tranquilo, maestro, Resquiescat in pace, Desiderius Erasmus Roterodamus.

- Después de lo que ha expuesto ¿No teme que le digan estúpido?

- Una palabra no cambia la realidad. No temáis al verbo, al sustantivo ni al adjetivo, que dichos sin base ni argumentos, no serán más que estupideces.
~

1 comentario:

  1. Muy buena definición de la palabra ESTÚPIDO, pero te hubieras ahorrado palabras y tiempo si hubieras definido lo que es un político peruano, los hay tan ESTÚPIDOS, que no rebuznan por falta de iniciativa, y así sin oir su palabra, cumplen su periodo y se van con los bolsillos llenos de dinero del pueblo

    Acá creo que cabe una pregunta ¿Quién es el ESTÚPIDO, él, o el pueblo que lo eligio?

    Fernando Atala

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