domingo, 13 de enero de 2019

A mi hermana la menor


No es mi hermana, no sean sapos

No sé si le hará gracia a mi querida hermana menor que le escriba un poema, pero como la vida y el destino exigen similitudes y simetrías, y habiendo escrito yo un poema para mi hermana mayor, y siendo que la vida me premió (no sé lo que hice) no solo con una sino con dos hermanas; alegría que muchos no tienen y lo lamento por ellos; no me sentía tranquilo si no lo escribía. Son dos hermanas, dos alegrías, dos bendiciones, y por lo tanto, dos poemas similares en la forma pero diferentes en el fondo, como somos todos. 



A mi hermana menor


Esa niña que apareció en mi vida
para ser mi primera compañera
y ser también mi primera amiga,

no tengo recuerdos de antes que naciera:
como amigo y compañero es un hermano,
lo mismo, en femenino, era con ella.

Cuando pequeños tomados de la mano,
o saliendo juntos, con los mismos amigos,
viviendo un cariño limpio y sano,

inocencia y fantasías compartimos
entre juegos de infancia y travesuras,
así los dos el mundo conocimos.

La vida joven es siempre una aventura
y eras tú encarnación de la alegría,
del optimismo, la risa y la frescura,

esos gratos recuerdos guardaría
en el rincón más puro de mi alma,
si con ellos viviendo no estaría.

Lo que fue algarabía ahora es calma,
pero esa misma esencia de ternura
está siempre contigo, nunca cambia,

esta fraternidad ahora madura,
con profundos cimientos de cariño,
de alegrías, de risas y dulzura,
es la misma de cuando fuimos niños.
~


Lo mismo que la poesía anterior, son tercetos que culminan con un cuarteto, al estilo de Dante en La Divina Comedia.
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1 comentario:

  1. Ricardo muy bonito el poema, muy tierno y te lleva a la inocencia (Que ya no tienes), de esos años.

    Fernando Atala

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