domingo, 11 de noviembre de 2018

La re-invención de Descartes y el aborto


No es lo que parece; dice "pienso, luego existo"


Cojo, luego aborto.
Para los que no se han muerto del impacto, trataré de desarrollar el tema.

Descartes dijo, o pensó: "PIENSO, luego EXISTO", pero no es como suponen algunos, que primero hay que pensar y después existir; sino que ese luego significa exactamente "por lo tanto". O sea que si Descartes piensa, por lo tanto es o existe.

En el horrendo ejemplo de apertura, se presenta como una cuestión de secuencia temporal y por lo tanto equivocada, que dice: Primero "cojo" (o sea tengo relación sexual, no digo carnal, porque podría ser que se esté comiendo un bistec) y después, al quedar embarazada... pues simplemente aborto. Total es mi cuerpo, dicen.

- Ya veo... se refiere a las mujeres exclusivamente.

- En el hecho concreto, sí; pero la responsabilidad abarca a mujeres y hombres.

Porque en caso de los hombres también los hay pro-aborto, pero la cosa es más dramática en lo que se refiere a las mujeres, ya que ellas son las que se embarazan y cargan solas todo el proceso, y además tienen una visión muy íntima del tema, o sea cercana y personal, mientras ellos la tienen más distante, a veces demasiado, como alejada o alargada.

- ¿Y usted?

- Ni alargada ni corta.

Este desagradable asunto es complicado, pero el verdadero dilema está por encima de la decisión individual. No olvidemos que el proceso reproductivo es algo que siempre se dio de manera instintiva y natural, el hecho de que las civilizaciones hayan adornado y/o amenizado el procedimiento previo con rituales como el matrimonio, no le quita su condición de acto instintivo y natural. Los cuerpos se atraen, se juntan y se reproducen. Eso es todo. En lo que se refiere a la violación como condición para abortar, sería justo que la mujer decida por sí misma si lo hace o no.
Por mucho tiempo, miles de años, una gran parte de las concepciones eran de esa forma, sin mayores solicitudes ni miramientos. Incluso, el hecho de que el hombre tuviera que someter por la fuerza a la mujer se puede ver como una herramienta más de la selección natural, ya que los más fuertes y decididos eran los que más posibilidades tenían, y tienen, de reproducirse y de esa manera procrear individuos fuertes y aptos para beneficio y mejoramiento de la especie en su conjunto.

Ahora hay mucho remilgo, muchos peros de orden económico, cultural, a la hora de enfrentar el suceso, y se llega al extremo de creer que podemos aceptar o rechazar el embarazo por cuestiones personales que a la humanidad, como especie, no le interesan en absoluto.
En realidad, la mayoría de mujeres quieren ser madres, pero necesitan de algo así como un empujón inicial para que se animen, en el buen sentido del término, por supuesto, y a veces literalmente también.

- ¿Es usted nazi?

- No tanto, lo que pasa es que todo se quiere clasificar aunque el pensamiento no encaje exactamente en la casilla en que se pretende colocar.

Posiblemente haya situaciones que consideradas individualmente justifiquen la decisión de abortar. Fuera de los casos de peligro de vida de la madre y/o malformación del feto, los demás argumentos o excusas que se dan para acabar con el embarazo no tienen la fuerza suficiente.

Es mi cuerpo, dicen algunas mujeres pretendiendo justificar el aborto. Lamento decirles que en este sentido preciso NO ES su cuerpo, es parte de la humanidad, les guste o no les guste, y pueden abortar si quieren, pero sin justificaciones pueriles. Lo hacen y ya, está mal pero lo enfrentan, lo aceptan y se acabó.

Eso sí, hay que apoyar con todo a las madres y no dejarlas solas con la enorme responsabilidad de mantener viva a la especie. La reproducción humana no se tiene que adaptar a exigencias socio económicas egoístas e individuales.

- ¿Y si hubieran abortado a todos los abortistas?

- ¡Aja! Con eso los mató.
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2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdoRicardo, yo estoy contra el aborto, si una pareja ha llegado al embarazo, es porque lo quisieron y ahi no cabe que esproblema de la mujer, en realidad no debe ser problema, sino un asunto de alegría pues se ha llegado a ese estado por amor salvo cuentos para llevarse una mujer a la cama.

    En el caso de violación, si estoy en favor de la decisión de la mujer.

    Muy claro y simpático tu enfoque

    Fernando Atala

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  2. Gracias Ricardo, por compartir tus amenas reflexiones sobre este tema, que casi siempre es utilizado con sesgos marcados por pensamientos encadenados a creencias religiosas. Curiosamente, muchas comunidades nativas tienen conceptos muy claros y diáfanos sobre este tema, que mucha gente, que funge ser "culta", condena.

    Comparto la opinión del señor Atala, que la concepción como derivado de una relación consentida es responsabilidad de la pareja, que debe afrontar responsablemente la formación y crecimiento de un nuevo embrión o ser humano. No es asunto sólo de la mujer, es responsabilidad compartida de ambos participantes del acto que generó la concepción.

    Respecto a los casos de violación, también comparto la idea de dejar en libertad a la mujer violada de decidir poner fin a la concepción. Es su cuerpo y nadie puede obligarla a concebir una criatura que será recuerdo vivo de una situación muy ingrata.

    Nuevamente, muchas gracias.

    Pepe Hermoza

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