domingo, 28 de octubre de 2018

Poesía y grosería - Advertencia a personas sensibles


La justicia es ciega, o debe serlo


Esta semana hemos sido testigos de una maratón de audiencias, con sus correspondientes acusaciones, recusaciones, defensas y qué sé yo. El fiscal Pérez se ha ganado la merecida admiración de la mayoría de la población del país y el inevitable encono de una parte que no sabemos aún qué tan pequeña sea, porque en el partido de los imputados se ha producido y posiblemente siga produciéndose una desbandada, tanto que hasta el presidente del congreso, puesto allí por sus secuaces, o compañeros de partido, no puedo decir correligionarios porque se trata de un partido sui géneris, sin doctrina ni principios, pero parece que sí con un triste final.

- ¿Gracioso, no?

- ¿Yo o el final?

Lo que estamos viendo es, como era de esperarse, que los que van a ser juzgados se presentan como blancas palomas, como inocentes corderos o como inofensivas moscas muertas. Pero cuidado, nadie se ha olvidado de la soberbia (vaya y pase), de la petulancia (en fin allá ellos), pero sobre todo, y eso sí que no se perdona, del daño que han hecho al país y de los que hay pruebas concretas. Un solo y escandaloso ejemplo: el caso de la obstrucción del proyecto de irrigación de Chinecas, en Áncash, que iría a beneficiar a miles de familias pero que no podían permitir porque iría a mejorar la imagen de un gobierno que no era el suyo. El país no les importa y está claro que odian a su gente porque no los deja robar tranquilos.
Dicen que son un partido político, pero se comportan como una banda de delincuentes y de eso justamente los acusa la fiscalía, y de unas varias menudencias que han venido haciendo en el camino. Hay muchos implicados y si, como esperamos, esto sigue, nos encontraremos con más culpas y sus respectivos culpables.  

Estos juicios van a determinar qué clase de país será el que venga, el que dejemos para nuestros hijos y nietos, parece que tenemos razones para ser optimistas, pero no podemos descuidarnos antes de tiempo, falta mucho por limpiar, hay mucha basura corrupta en todos los niveles y estamentos tanto públicos como privados, y contra eso está luchando el fiscal José Domingo Pérez y la decisión quedará a cargo del Juez  Richard Concepción Cahuancho. Dos valientes que hasta ahora están entre los pocos funcionarios que tienen credibilidad. El proceso continúa.
Se están jugando la vida y creo que hay que apoyarlos. Mientras tanto, los que ya sabemos se quieren hacer a los inocentes, pero... 




No les cree ni su abuela
(Poesía y grosería)


Tiemblen ratas, cucarachas,
tiemblen también mastodontes,
porque ya saben por donde
les van a salir carachas.

Yo no fui, yo no sé nada,
nos dicen con voz experta
o cara de mosca muerta,
son sus mañas descaradas;

¿Pero qué dice, por dónde?
Por ahí concha tu madre,
¿esperas que yo te encuadre
lo que todos ya conocen?

Alegan un punto y coma
los raterazos de mierda,
al ver que todo concuerda
se refugian en la forma.

Que no cuadra ni es redonda,
en sus discursos alegan,
pero si algo no les entra
los pondremos en la horma.

Cuando los pueblos despiertan
suceden cosas hermosas:
quien es decente las goza,
las ratas se desconciertan.

Quieren buscar la manera
de volvernos a dormir,
pero se van a morir
antes de que eso suceda;

se jodieron, no va más,
cual reacción en cadena
les tocará su condena,
sea bruja o satanás.

Ahora queremos verlos,
estando en juego su suerte,
si quieren pena de muerte
o se hacen a los pendejos.

Para otros la pedían,
es fácil en cuello ajeno,
ahora que ya son "buenos"
seguro que no lo harían.

Bueno ratas se acabó;
aunque esto recién empieza
lo veremos de una pieza
a todo aquel que robó.
~

2 comentarios:

  1. Ojalá sea así estimado Ricardo, que despertemos y que cambie el país. Saludos cordiales

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  2. Es cierto, tanto el fiscal Perez como el juez Carhuancho están dando cátedra de profesionalismo y valentía ante la caterva siniestra de esta agrupación política, fundada por un reo cobarde y traidor a la patria.

    El juez Carhuancho está prolongando a propósito las intervenciones de la defensa, para en una apelación, que seguro la va a haber, esta defensa no tenga que decir que no les dejaron hablar o que los documentos del fiscal no les llegaron a tiempo, solitos se están poniendo la soga al cuello.

    Les llegó el momento de pagar sus fechorías, aunque yo he visto como el pueblo de todo nivel socio-económico, seguía con fanatismo ciego e inexplicable, a esta familia japonesa que no conoce el honor, valor principal de un japonés por el cual se hacen el hara kiri.

    Te felicito por tu certero análisis y tu lisurienta poesía, que aún así cae bien.

    Fernando Atala

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