domingo, 25 de febrero de 2018

Tu blusita - archivo del blog


La blusita, pues... qué más!


TU BLUSITA


¿Qué se esconde detrás de esa ropita?
¿Qué palpita oculto entre sus pliegues?
¿Quién será el dichoso a quien te entregues
y que sepa acariciar tu cinturita?

Mamacita, yo no soy calenturiento
como a veces con malicia me calumnian,
lo que pasa es que mis ojos se deslumbran
cuando a tu blusita la estremece el viento.

Las malvadas lenguas me tildan de loco
con feos rumores que tan mal me dejan,
mis buenos modales después emparejan
la opinión que dejo en las que yo toco.

Se puede estar acaso más contento
que al observar la belleza que derramas,
la misma que genera mis proclamas,
y aunque son dos, es único el portento.

Bendita la esmerada costurera
que punto a punto consiguió la hazaña
de hacer que yo, sin darme mucha maña,
pueda tasar tu parte delantera.

¡Cómo eres bella! trabajo ya me cuesta
tener que contener tanta artimaña
que con mi pobre instinto ya se ensaña,
y evitar un sopapo por respuesta.

No es que sea grosero, tú provocas
con tanta información adelantada,
que si llegara a verte ya pelada
las novedades tal vez serían pocas.

Cómo enseñas... ¡que buena profesora!
mostrándote se aprecia que hay talento,
contigo el más torpe y el más lento
aprendería muy pronto y sin demora.

Déjame ser tu alumno, te aseguro
que sabré conservar la compostura,
y si hacemos alguna travesura,
que nadie lo sabrá yo te lo juro.
~

1 comentario:

  1. Ja ja ja, que buen final a un buen comienzo y a un buen tema, parece que la renovación de aires te ha despejado, aún más, la cabeza, buena Ricardo

    Fernando Atala

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