domingo, 24 de diciembre de 2017

Navidad profana


¡34 grados! ¿Que hacemos acá?


Un árbol con nieve artificial y adornos estrafalarios de origen exótico y fabricación china, en la sala de mi casa, con 34 grados a las diez de la noche. En la cocina no se puede estar porque el horno está prendido con algún plumífero pascual metido adentro (pobre animal que no tiene la culpa de ser tan rico). Por alguna parte debe estar el "nacimiento", ya ni me fijo en eso, si vi en el árbol es porque me lo han puesto en el camino y me di de cara con sus alegres lucecitas y me las llevé enganchadas en los anteojos; el árbol estaba entre mi escritorio y la cocina, lugar donde tengo mi máquina de café, y el calor me hizo regresar con urgente apremio al exclusivo cubículo climatizado donde perpetro mis anotaciones.

- ¿Y toma café con 34 grados de calor?

- Sí, porque me gusta, y gustos son gustos.

Yo traje mi costumbre, algo extraña en esta sucursal del cielo durante la estación de verano caliente-tropical, pero me lo tomo solo y me lo preparo yo mismo; en cambio, la costumbre de la navidad "nevada" sobre el calor tórrido, tener que ingerir alimentos altos en calorías y hasta tomar chocolate caliente y comer panetón, lo han traído no sé quiénes ni de dónde. Lo podría averiguar en detalle, pero viendo las dificultades que acarrea la trasplantada celebración, no me nace el deseo de saber más que lo estrictamente necesario para decir que esto no funciona acá (pero sin embargo, persiste). Si no me cree, vaya y póngase un disfraz de Papá Noel, a ver cómo queda después de esa infernal experiencia.

Digamos para ser justos, que también está la costumbre local y bien adaptada a las circunstancias, de preparar y comer una deliciosa ensalada de frutas, bien helada.

- ¿Así que la prepara y come?

- Yo no la preparo: solo la como y apruebo la costumbre.

Cada año me entusiasma menos la navidad, y si consiento en celebrarla de alguna manera bajo mi propio techo, es por los niños que siempre tengo cerca; ellos no tienen la culpa de mi honda decepción con lo que estas ruidosas fiestas representan hoy en día. Todo sea por ellos: que sean felices; yo pongo lo que hay que poner para que así sea.

A continuación, un diálogo entre dos personas que celebran la navidad de maneras muy diferentes, ya podrán adivinar a cuál de las dos me aproximo, o por lo menos quisiera poder hacerlo.





Navidad 2017



- ¿Y ese árbol de navidad
que has vuelto a poner este año?
- Es para los regalos
que allí voy a colocar.

- ¿Sabías que en Palestina
es allá que está Belén,
donde con tanto desdén
la humillan y la arruinan?

¿Sabías que fue en Belén
donde nació el redentor?
- No estoy seguro señor,
eso no lo entiendo bien.

- ¿Y las figuras de yeso?
- La virgen y san José,
con el niño, vea usted,
que nadie se olvide de eso.

- Así que muy religioso
y no sabe de Belén.
- Bueno pues, pero también...
si ya nadie habla de eso;

algo sé del Vaticano:
que hay misa de noche, tarde,
y no es por hacer alarde
sé que se llama de gallo;

yo la cena no me pierdo,
 y si a esa misma hora
su santidad se demora,
lo miro en el noticiero.

- ¡Pero qué veo en la mesa,
bebidas espirituosas!
- Oiga usted, es poca cosa,
para brindar con fineza.

- ¡Qué platos tan abundantes!
¿no se apena de mostrarlos?
fíjese que en el establo
seguro pasaron hambre...

- ¡Por eso mismo señor!
hoy tenemos abundancia
y nos toca, en alternancia,
pasarlo esta vez mejor.

- ¿Y esa música estridente?
Señor... usted ya exagera;
son canciones navideñas
para alegrar el ambiente.

- ¿Qué son esas explosiones
que mueven toda la casa?
- ¿Quiere una noche sin gracia?
son los cuetes y cohetones.

- Si así pasan navidad
con ruidos, comida y tragos,
entre escándalos y estragos,
yo me voy a retirar;

y no quiero ni pensar,
si una fiesta religiosa
la celebran tan ruidosa,
cómo van a festejar

en la próxima semana,
cuando llegue el año nuevo;
yo a usted le apuesto un huevo
que terminan en la cana.
~

1 comentario:

  1. Has dicho algo cierto con eso de la nieve y papá Noel en este hemisferio que ahora está en verano, pero eso de celebrar la Navidad, es otra cosa, es recordar con alegría la llega da a este mundo justamente del redentor que mencionas, JESÚS, (Alejate un poco no te vayas a chamuscar), cada país de acuerdo a sus costumbres festeja este hecho, aunque en algunos ya se pasan pues creen que significa juerga y borrachera.

    Ricardo, una feliz Navidad para ti y tu familia con todo cariño, y que el niño Dios, que si te tiene presente, les traiga paz, salud y prosperidad.

    Fernando Atala

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