domingo, 3 de diciembre de 2017

Maldecida ortografía


Imagen: guarani.blogia.com


Debido a las características del presente artículo, donde se escriben mal algunas palabras, y no deseando confundir a los lectores cultos, incultos, áridos o incultivables, he considerado apropiado marcarlas de alguna manera, las palabras mal escritas irán subrayadas: Hací.
y , no son errores ortográficos, son apócopes o contracciones (!) de para y pues, respectivamente. Pueden estar bien o no, pero no se consideran como errores ortográficos.
Si se me pasa sin subrayar alguna palabra mal escrita pueden martirizarme, despellejarme y si lo desean, como venganza, apedrearme en plaza pública... eso sí, si me agarran. Herrar es humano, errar también. Vamos pues, que comience el artículo.
-o-

La mala ortografía es lo de menos, lo que impacta fuertemente es la pésima, y no me pregunten dónde está la diferencia o cual es el límite, porque en explicarlo se me irá la vida. Baste con decir que no es lo mismo escribir "coerente" que "haver ci biene". Entonces, el límite, grueso y basto, está entre esos dos estratos. 
Una vez llegué a leer lo siguiente: "Hay, lo ize debuelta", como pensé que soñaba lo guardé y está entre los trofeos más valiosos de mi colección. 

- ¿Y husté quién es pá benir a correjir?

- No puedo contestar al nivel que se merece.

Y eso que por ahora estoy dejando de lado otro aspecto de la gramática que es la concordancia, arenas movedizas que ya se han tragado a más de un "Doctor", sobre todo a los del área de los llamados "letrados", será tal vez porque los agarraron a "letrazos" y no quedaron bien del coco después de tales porrazos.

La mala ortografía es como el descuido en el vestir, ese descuido que nace del desconocimiento de reglas básicas al combinar formas y colores; no digo que haya que vestirse con ostentación y lujo, que también allí podría manifestarse el mal gusto; me refiero al simple aspecto decoroso de la persona, así que "varreme el pizo" es no solo horroroso sino también descuidado y desaseado, con el significado antes dicho.

- Ahora es esperto en modas, tamién...

- Y usted un metiche doctorado, me parece.

Creo que la buena ortografía se mama, de mamar, o sea que se succiona desde la cuna, antes de saber escribir siquiera, en un ambiente donde la lectura tiene un lugar de privilegio; es así que al aprender a leer, el sujeto entiende que está ingresando a un mundo maravilloso. No aprende a leer para evitar el palo sino porque ansía penetrar en los orbes contenidos en las páginas de los libros. Porque en ese hogar se lee, y se lee buena lectura, se aprecia el buen cine, se oye buena música... en eso se basa la buena ortografía,

- Lo van a odiar, le cuento...

- Sí, y se la doy completa... ¡la razón, claro!

La lectura ayuda tanto o más que las reglas de ortografía, por ejemplo, "se acentúan las palabras agudas que terminan en on", y el fulano escribe "matarón" ¡pero mataron no es aguda! dice el profesor; ¿y entonces por qué se murieron? replica el alumno. Y agrega: "Hay, no entiendo" - ay es sin hache - y ¿cómo acá dice...? - es que es de haber - y acá hay, pé... ¿acaso no ?

Entonces, siguiendo con la lógica expuesta en estas líneas, el presente blog no es recomendable como lectura para principiantes, siempre lo dejé bien claro, porque para aprender a leer y escribir es preciso iniciarse con lecturas selectas, y no con cualquier cosa.

- ¡Ah! ¿Lo reconoce?

- ¡Claro que lo reconozco! Pero como a hijo putativo.

Ya me gané más de un enemigo por andar pretendiendo corregir los horrores de la gente, y me dije: ¡Ya no más! ¡Que se ahoguen en las miasmas de su insufrible embrollo! ¡Que no se entiendan unos a otros, confundiendo la lengua en esta Babel de teclas, celulares y monitores! ¡Que se pierdan Roma, Constantinopla y la Batalla de las Termópilas!

- ¿Y se perdieron? ¿Se extraviaron sin su ayuda?

- ¡No, que va! ¡Se entienden entre ellos mejor de lo que se esperaba!

O sea que están creando un nuevo lenguaje, tal vez sin proponérselo están modificando la lengua ¿para mejor? "¡Ke ls prece!" - En lo que a mí respecta, no lo creo. 

Un reto, me dan un rato, y les prometo que les completo unos versos sobre este aprieto.




Maldecida Hortografía


Si quiero escrivir vonito,
a nivel de diplomático,
aparece el antipático
y me corrije todito.

¡Hay! le digo ¡soy poeta!
me sale que ¡ay! pero no ¡hay!;
yo le respondo que si ay
y ya me estira la jeta.

Maldecida hortografía
por los ciglos y los vurros,
tener que zufrir apuros
de una kulpa que no es mía.

Si ya ben, no me jalé*,
y asta tengo trez posgrados
y un currículo avultado
que ya lo quiciera usté.

Yo lo único que sé:
que en este nivel de escoria
perderemos Paz y Gloria,
Meche, Luz y Salomé;

ninguna va a tolerar
tantas frases malolientes,
son bellas e inteligentes
y así se van a volar.
~
* jalarse: aplazarse, reprobar los exámenes.











3 comentarios:

  1. Los errores ortograficos que a veces son horrores...un tema inacabable...muy original la poesia...

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  2. El tema que has tratado en esta oportunidad les cae como anillo al dedo a los congresistas, y más aún a los seudo periodistas de diarios de quinta categoría, pasando por todas, y salpicando al "decano" de la prensa nacional, el diario El Comercio, que parece que quiere ganar más plata poniendo a estos elementos en sus salas de redacción porque son más baratos.

    Y no me quedo corto si te digo que entra en esta fauna todo el aparato del estado, ojo, me refiero a ministerios e instituciones, sobre todo a policiales.

    Fernando Atala

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    Respuestas
    1. Podemos dedicárselo a esos "doctores", entonces, a ver si al menos se sonrojan, aunque lo dudo.

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