domingo, 14 de febrero de 2016

San Valentín - Día de los enamorados.

  Imagen: www.mipueblogh.com


Todos lo saben, el 14 de febrero es el día de los enamorados, que, como se usaba antes el idioma, incluye también a las enamoradas... ¿o me equivoco? - Creo que me equivoco, parece que es sólo el día de los enamorados, pues por lo que da para observar, el 99 % de los regalos y agasajos los compran y los hacen ellos, pobres h... galantes caballeros que emocionan al verlos llevar con tanta hidalguía su compromiso con la damisela escogida. Muchas veces los escogidos fueron ellos, pero por lo general se supone que es él quien escoge a su dulce compañera de vida y de éso está completamente seguro y por lo general nunca se entera de la realidad.
San Valentín... vaya con el santo... el santo de los enamorados, podría merecer otro apelativo menos honorable, pero en su caso se entiende pues lo hacía con verdadero sentido del deber. ¿Qué hacía San Valentín para ser patrono de los enamorados? ¿No lo saben? ¿Y no les da vergüenza?
San Valentín (aunque su existencia es discutida) era un médico romano que se hizo sacerdote y casaba (con "s") a los soldados, cosa que había prohibido el emperador Claudio "El Gótico", también conocido como el de la corta paciencia, porque en el año 270 lo mandó decapitar para que dejara de (joder) perturbar la disciplina militar con su onda casamentera, en realidad debería ser el patrono de los casados y no de los enamorados, pero así es la gente, le gusta el romanticismo y a San Valentín, el cura sin cabeza (así quedó después de la intervención gubernamental como muchos enamorados que también pierden la cabeza) lo recordamos cada 14 de febrero y en su honor celebramos el día de los enamorados. 
No le digan alcahuete que ya bastante castigo tuvo con que lo decapitaran estando vivo, y sin anestesia, claro, no se andaban con muchas contemplaciones los romanos el año mencionado... ahora no sé... no nos metamos en éso de las decapitaciones porque parece que la moda puede regresar.
Muchos opinan que San Valentín no debería ser recordado en el día de los enamorados, porque alegan esas malas gentes que el tal santo acababa con los enamorados y con el enamoramiento y los convertía en maridos o esposos, palabras ambas que tienen que ver más con el yugo que con el amor, y no faltan hasta los extremistas que opinan que el matrimonio es el fin (final) del amor. Sin contar con que la gran mayoría de los enamorados quisieran perpetuar ese estado de enamoramiento de manera permanente, mientras ellas, las "enamoradas", que mensas no son y saben que el tiempo que les queda es corto, tratan de llevar el mencionado enamoramiento al más estable y firme compromiso matrimonial. Y para éso tienen lo que tienen y ni todos los santos juntos nos salvan de caer rendidos en sus dulces redes... los que caen, porque los que no caen, pues no caen, y si no cayeron ya será difícil que caigan... pero nunca se sabe, con ellas hay que estar atento... y precisamente cuanto más atento estás más posibilidades tienes de caer. Así son ellas.
Hay quienes dudan que el santo haya existido realmente, pero de lo que nadie duda es que le cortaron la cabeza. Y como en todo hay quienes le buscan la quinta pata al gato, en este tema hay dos vertientes, la de los ortodoxos y la de los ortopédicos.
Los primeros aseguran que el emperador dio la orden, en latín, claro, de manera calmada pero contundente: - Decapiten al sacerdote. Y punto.
Los orto-pédicos (denominación que no se refiere a la ortopedia sino a la combinación esfínter-flato) opinan que Claudio El Gótico, emperador de un imperio que todavía no era cristiano, se enfureció mucho al descubrir lo que venía haciendo Valentín, que todavía no era santo, y se armó la grande cuando lleno de rabia explotó diciendo: - ¡Tráiganme la cabeza de ese alcahuete de M13rd@!  
La discusión continúa hasta nuestros días, no tanto de si existió o no, sino de qué fue lo que dijo Claudio el Gótico, también conocido como El Grandísimo...


San Valentín


Querido San Valentín,
te cortaron la cabeza
dejándote de dos piezas
por rebelde y malandrín,
y como un calabacín
la miró el emperador
sentado en su comedor
mientras comía budín,
dijo Claudio: ponganlá
un poquito más allá.

¡Ah Santo casamentero,
qué razón te conmovía
o qué impulso te impelía
a entrar en el avispero!
si Claudio dijo prefiero
a mis soldados solteros,
me parece que entreveo
las causas que te movieron
a enfrentar su dictadura
y que hasta ahora nos duran.

Claudio se comió el budín,
volvió a observar tu despojo
así nomás de reojo,
y no comprendió que al fin
hizo de San Valentín
el patrón de los febreros,
donde vemos tantos renos
como en navidad sin fin,
los animales astados
portadores de regalos.

Ni tú lo habrías pensado
querido San Valentín,
ser uno más del sinfín
de los que son recordados
aunque a la vez ignorados,
pues pocos saben qué hiciste
ni saben cuándo viviste
o por qué te han festejado,
y es cupido quien te asume
con una flor o un perfume.

Todo el mundo te menciona
mas casi no saben nada;
Bolívar o el che Guevara,
Real Madrid o Barcelona,
El Greco o doña Petrona
y aún el santo de Asís,
Athos, Portos y Aramís
y el que fundó La Sorbona
se juntan en un montón:
pocos saben lo que son.

~


1 comentario:

  1. Me desasnaste Ricardo, todo el mundo habla en estos días de San Valentín, sobre todo los gringos, y estoy absolutamente seguro que nadie sabe quien fue o que hizo; como se costumbre nuy bien, sobretodo el preámbulo. Felicitaciones.

    Fernando

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