domingo, 21 de febrero de 2016

La obsesión del pájaro


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El título se presta a dos interpretaciones, la obsesión del pájaro y la obsesión por los pájaros, en realidad trataremos de la segunda interpretación, porque la primera, la obsesión del pájaro es sólo una, ésa que ya saben y no pueden creer que a ella me esté refiriendo; exactamente: éso.
Pero hay mucha gente obsesionada con el pájaro, o con los pájaros, que al hacerse plural no aumenta el énfasis sino que por lo contrario, lo disminuye, porque una cosa es decir por ejemplo ¡qué tal pájaro! y otra muy diferente si decimos ¡qué tales pájaros! Como se puede ver, no he demostrado nada, pero el pájaro sigue allí, impertérrito, como ave que se sabe inalcanzable y mira con desdén al torpe perro que ladra y sueña con atraparlo.

Más vale pájaro en mano que un ciento volando.

Más vale pájaro en mano, dice el refrán... pero qué, piensan acaso quedarse agarrando al pájaro indefinidamente, no lo creo, nadie lo cree, algo irán a hacer con el animal si tanto valor le atribuyen: Más vale pájaro en mano que CIEN volando... UN pájaro en la mano vale más que los otros cien por el simple hecho de no tenerlos... ¿en la mano? He allí la incógnita, y de la mano... ¿va a pasar a dónde? No quiero ser mal pensado, pero si sólo de comerlo se tratara, el refrán podría usar cualquier otro elemento, como huevos, frutas, gallinas o hasta vacas, por ejemplo: Más vale vaca en corral que cien en el prado, o más vale huevo en la olla que cien en el gallinero, o para ser aún más gráfico: más vale ostra en la boca que cientos en el océano. Pero no, se habla del pájaro y de la mano, atrapaste al pájaro y ...¿Qué? ¿Te lo vas a comer vivo? ¿Lo vas a matar y luego cocinarlo? ¿De qué tamaño tiene que ser el pájaro para que valga la pena el trabajo? ¿Y qué pájaro es? ¿Comemos pájaros? ¿La paloma es un pájaro?
No cabe duda (aunque sí cabe el pájaro) que el mismo (el pájaro) no permanecerá en la mano, es sólo un momento transitorio y pasajero hacia algún destino final no especificado en el refrán, como si todo el mundo supiera ya de qué se trata, menos uno... más vale pájaro en mano... y si lo suelto ¿qué? no vale nada... entonces díganme por favor qué hago con el pájaro en la mano... se agita mucho, se estresa, está vivo... ¿dónde lo pongo?
Mejor no me respondan, que con el pájaro no se juega.
Ya se han hecho algunas variantes del mencionado refrán, como la del sabio George que decía "Más vale llegar a tiempo con el pájaro en la mano", o la versión del también sabio y picarón Darío, que más atrevidamente declaraba: "Perro que come gallina, aunque le quemen los huevos". Aquí no hay pájaro pero por lo menos hay huevos, de gallina, supongo.

Figuradamente el pájaro en la mano sería un bien asegurado (cómo me siento valioso escribiéndolo), pero persiste la pregunta ¿Por qué un pájaro? ¿Por qué no una joya, o directamente dinero en efectivo que compra todo lo material, incluido el pájaro? Nadie lo explica.
Pero... Más vale pájaro en mano...
Tal vez el pájaro prefiera otro lugar además de posarse en la mano, pero éso no importa, se trata de agarrar al pájaro, lo demás es secundario, aunque a veces también nos agarran lo secundario, bueno, con éso (o con ésos en la mano) no habrá refrán que pueda exponerse decentemente, ¿Pero con el pájaro sí...? ¡Por favor! ¿Qué es lo que tiene el pájaro? 
Aquí un poema con tres títulos, bastaría con uno, por lo tanto sobran dos... pero en realidad esos dos nunca sobran, más bien a muchos les faltan. Vayamos al poema que ya se hizo largo el preámbulo y el pájaro se va a quedar corto.



Pájaro en mano,

pájaro manual

o

Manual del pájaro


 
Con el pájaro en la mano
hay quien se siente contento,
aun sin tenerlo adentro
de la jaula o sobre el piano,
así lo dice el refrán:
se prefiere más que a cien
sólo uno agarrar bien
mientras los otros se van.
¿Qué será que tiene el ave?
Hay muchas que ya lo saben.

Pasan raudos cien más uno
y el que se deja atrapar
yo te puedo asegurar
que no siempre es el más menso,
si tu jolgorio es inmenso
con sólo un pájaro lento
con éste que aquí te tengo
pues mejor ya ni lo pienso...
Pero lo que no se entiende
es por qué alguien se ofende.

Tanta alegría nos da
tener el pájaro en mano,
por qué no vamos al grano
y encaramos la verdad,
si tanta felicidad
encontramos en tenerlo
y si no es para comerlo
no se para qué será.
Y que nadie piense mal
porque sufre el animal.

Mis ideas una a una
van saliendo con audacia
tratando de hallarle gracia
a ese pájaro sin plumas,
y si son inoportunas
estas rimas pajareras
o si en la lengua se enredan
desátalas como puedas,
que si el pájaro alza vuelo
el refrán se nos va al suelo.
~

2 comentarios:

  1. Ja, Ja, Ja, acá te pasaste Ricardo, no comprendo como de un solo pájaro haces todo un prólogo, ¿o cogiste algún otro de los cien?, y el poema muy lleno de tu picardía, sobre todo en la última parte, me ha gustado, te felicito.

    Fernando

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  2. Si Ricardo súper pícaro, entretenido y como siempre muy creativo.

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