viernes, 30 de mayo de 2014

Otra tarde con Borges: Conversación sobre El Tiempo.


Imagen: eldragnrojo.blogspot.com
Me volví a encontrar con este viejo conocido, amigo imaginario con el que nunca falta un tema interesante que comentar, examinar, dejar volar la imaginación. Fecundo y generoso Jorge Luis, nos habla de mil cosas distintas y es capaz de hacernos interesar en asuntos que jamás pensamos que podrían tener algún atractivo para uno. En este caso es diferente, el tiempo y sus consecuencias nunca me fueron indiferentes, y me atrevo a imaginar que éso pasa con la mayoría de la gente; bueno, leamos juntos este poema que a través de la fina arena de un elemental reloj, nos invita a recorrer por las intimidades de nuestro ser mortal.



El reloj de arena


Jorge Luis Borges



Está bien que se mida con la dura
sombra que una columna en el estío
arroja o con el agua de aquel río
en que Heráclito vio nuestra locura.

El tiempo, ya que al tiempo y al destino
se parecen los dos: la imponderable
sombra diurna y el curso irrevocable
del agua que prosigue su camino.

Está bien, pero el tiempo en los desiertos
otra substancia halló, suave y pesada,
que parece haber sido imaginada
para medir el tiempo de los muertos.

Surge así el alegórico instrumento
de los grabados de los diccionarios,
la pieza que los grises anticuarios
relegarán al mundo ceniciento

del alfil desparejo, de la espada
inerme, del borroso telescopio,
del sándalo mordido por el opio,
del polvo, del azar y de la nada.

¿Quién no se ha demorado ante el severo
Y tétrico instrumento que acompaña
en la diestra del dios a la guadaña
y cuyas líneas repitió Durero?

Por el ápice abierto el cono inverso
deja caer la cautelosa arena,
oro gradual que se desprende y llena
el cóncavo cristal de su universo.

Hay un agrado en observar la arcana
arena que resbala y que declina
y, a punto de caer, se arremolina
con una prisa que es del todo humana.

La arena de los ciclos es la misma
e infinita es la historia de la arena;
así, bajo tus dichas o tu pena,
la invulnerable eternidad se abisma.

No se detiene nunca la caída
Yo me desangro, no el cristal. El rito
de decantar la arena es infinito
y con la arena se nos va la vida.

En los minutos de la arena creo
sentir el tiempo cósmico: la historia
que encierra en sus espejos la memoria
o que ha disuelto el mágico Leteo.

El pilar de humo y el pilar de fuego,
Cartago y Roma y su apretada guerra,
Simón Mago, los siete pies de tierra
que el rey sajón ofrece al rey noruego,

todo lo arrastra y pierde este incansable
hilo sutil de arena numerosa.
No he de salvarme yo, fortuita cosa
de tiempo, que es materia deleznable

~ o ~



Excelente. El tiempo es materia deleznable, nos dice el maestro, puede ser, si no hay cómo detenerlo, no hay cómo guardarlo ni atesorarlo y por éso mismo muchos le atribuyen un supremo valor, pero él no: Materia deleznable. Entiendo que se refiere a la tercera acepción del término (Deleznable: 3 - Inconsistente, de poca duración o resistencia; ejm: vajilla deleznable). El presente no dura nada, y el futuro, antes de darnos cuenta ya es pasado.

Le parece natural que se mida con las sombras que proyectan los objetos sólidos, o con el fluir del agua, pero encuentra más curioso y llamativo que se mida con la arena. La arena suave y pesada que pareciera imaginada para medir el tiempo de los muertos, nos dice... entonces, poéticamente o no, según él los muertos también tienen sus tiempos, ya éso sólo da para profundos debates... ¿El tiempo transcurre igual después de la muerte?

Borges no creía en la casualidad de las palabras y seguramente no permitía que lo casual interviniera libremente en sus poemas, no; si él te habla del tiempo de los muertos no es sólo porque se le ocurrió éso para rimar con desiertos; si así fuera, cualquier cosa en la poesía tendría que tomarse como producto del azar y llegaríamos incluso a aceptar la máquina de rimar que ha inventado un tal Philip Parker para desgraciar la vida de los poetas... me imagino que sin conseguirlo. Por lo menos yo, jamás pienso leer esa clase de adefesios.

Cuando menciona a Durero se refiere al pintor, dibujante, grabador y escritor alemán de principios de la edad moderna pero que mantenía muchas características medievales: Alberto Durero (1471-1528), que realizó algunos grabados sobre planchas de metal y en algunos se ve el instrumento nombrado, más precisamente en “El caballero, la muerte y el demonio” y en “La melancolía”. Los copio aquí, a ver si alguien encuentra los relojes de arena, no está tan fácil. Se entiende que el dios de la guadaña es la muerte.
La cita del filósofo griego Heráclito se refiere a lo que éste dijo referente a la identidad del hombre... y del río también, cuando afirmó que: 

"Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos."

Nuestra locura sería creernos perdurables, aunque sea en este mísero tiempo que vivimos como humanos; no, amigos, ni siquiera durante esta breve medida temporal en que transcurre nuestra vida podemos decir que somos siempre los mismos.

Y no deja de mencionarnos que el reloj de arena ya no se usa más, está relegado a las cosas inservibles, y claro, pero aún así sigue teniendo su encanto, su embrujo y su belleza. Y ya dijimos muchas veces que lo bello puede ser completamente inútil y no por éso deja de tener su importancia. Su función sería solamente estética. Y observándolo, el poeta, en este caso J. L. Borges, ve cómo con la arena se le va la vida; qué bien suenan las ideas cuando están bien dichas y bien pensadas.

Con Cartago y Roma y su apretada guerra, se refiere a las llamadas guerras púnicas (del latín Punici, que a su vez derivaba de Phoenici, en referencia al origen fenicio de los cartagineses, o sea los de Cartago) Apretada tal vez por el espacio en que se realizaron, o podría ser que se refiera a que en el tiempo no duraron nada si las comparamos con la supuesta eternidad de éste. Sobre El pilar de humo y el pilar de fuego, no estoy seguro a qué se refiere; tal vez cosas que sucedieron durante las batallas de la guerra mencionada.

Sobre Simón Mago sí vale la pena aclarar que se trata de un personaje de las escrituras cristianas primitivas; era un hechicero convertido al cristianismo por Felipe apóstol. Simón, llamado el mago, era un tipo mundano que ofreció pagar a Pedro y Juan para que le transmitieran los supuestos poderes que éstos tenían, se sabe (o se dice) que ellos no aceptaron... eran santos, claro, no iban a hacer negocio con los milagros y cosas del espíritu, y de allí deriva la palabra “Simonía” que es el pecado de pagar a cambio de beneficios eclesiásticos, cosa que parece que ya no es tan condenable en nuestros días, sino, cómo se explicarían tantas cosas, entre otras, la riqueza de la iglesia católica.

Y los siete pies de tierra que el rey sajón ofrece al rey noruego, se refiere a lo que dijo Harold Godwinson, conde de Wessex, que se proclamó rey de Inglaterra, cuando se enteró que se preparaba un ataque en su contra, dijo respecto a su oponente, llamado Haroldo Hardrada: Le daré seis pies de tierra inglesa, y ya que es tan alto uno más. Para enterrarlo allí, muerto, se entiende.

Regreso de la rama; Borges nos lleva a todas partes con su poesía acerca del tiempo, y al final, como humano que es, reconoce que nada se salvará del paso del tiempo, ni él, que es fortuita cosa de tiempo, que es materia deleznable; ni nosotros tampoco, ni nadie.

Da para más el análisis de este poema, aparte del fondo está la forma, la filosofía y tantos temas tocados como de pasada pero con magistral talento; yo hasta aquí llego para no entrar en terrenos demasiado complejos que escapan a la intención de esta nota, que es simplemente la de conversar con mis amigos a través de la escritura, maravilloso invento que nos cambió para siempre en seres superiores a nuestros queridos hermanos menores, los animales.



Y hablando de tiempo, quiero ver qué es lo que me inspira a mí ese elemento del cosmos, por llamarlo de alguna manera, esa dimensión elástica según la teoría de la relatividad, esa cosa que no sabemos con certeza qué es pero está siempre con nosotros, dentro de nosotros y alrededor de nosotros.

Borges lo dijo en trece cuartetos endecasílabos, y yo, por qué no, trataré de hacer lo mismo.


Ningún reloj 


Ricardo Kajatt Súmar 


¡Oh tiempo que me espantas si te pienso!
que me aturdes si quiero definirte,
no comprendo cómo puedes irte
y a la vez estar donde me quedo.

No me importan los reyes ni los ricos
porque de los mismos nada entiendo,
pero veo que igual vamos cayendo
en ese pozo negro e infinito;

todo lo has de llevar tarde o temprano,
la frágil rosa, el imponente cerro, 
el odio de unos y el tierno te quiero 
que a una pura doncella dije en vano.

Dónde vas a parar no lo sabemos
ni adivinamos cuándo te terminas,
sobreviviendo a la antiguas ruinas
destruirás todo lo que tenemos;

todo en ti cabe, nada se te escapa,
ni la guerra, ni la paz, ni la conquista,
ni la vida fugaz de un pobre artista
ni el universo en su mejor etapa.

¿Dónde estás? No te veo, pero siento
cómo haces distintos mis temores,
cómo acabas con tan bellos amores,
cómo vas a lograr lo que presiento.

Contra ti no puedo rebelarme,
ni el mendigo ni yo ni el potentado
nos podremos jactar de haber ganado,
con ellos sólo tú vas a igualarme.

¿Es el tiempo quien roba tu inocencia?
¿Es también el  que rudo me amenaza
y aguardando que salga de esta casa
irá a jugar conmigo y tu conciencia?

Amor, no quiero reloj que me perturbe
las dulces horas que contigo paso,
no quiero que se mida el tierno abrazo
y que nada me indique lo que dure.

No quiero ni pensar cuánto le falte
a ese inocente niño cuando reza,
que estas cosas que tengo en la cabeza
su plácido vivir le sobresalten.

El tiempo no es aliado ni enemigo,
no eres nada que a él pueda importarle;
es así como el sol, que imperturbable,
no calienta porque alguien tenga frío.

Si te sirve su pasar en buena hora,
si te daña, éso es problema tuyo;
mas pienso lo contrario cuando intuyo
que pudiendo apurarse, se demora,

pues si feliz un simple rato pasas,
notarás claramente que se esmera
en traer antes de lo que esperas,
la tristeza que te tiene preparada.
~

1 comentario:

  1. Tengo un primo David Sobrevilla Alcazar, Ph. D. En Filosofía !!!!
    Sus libros son críticos a los mejores filósofos del mundo; y es texto obligado Para obtener el Ph. D.
    Vew en googlee, a él y a mi sobrina !!!!!!

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