jueves, 1 de mayo de 2014

Escribiendo y jugando con Julio Cortázar.

Caricatura de Julio Cortazar, hecha por el pintor, ilustrador, artista y caricaturista peruano, Àngel Hoyos, nacido en la ciudad de Sullana en Piura. Imagen tomada de anselo.deviantart.com

  UNA CUÁDRUPLE INVENCIÓN

 

 

Es interesante cómo en cada persona una misma palabra puede evocar distintos pensamientos. Por ejemplo: perro, para mí es una palabra agradable que evoca a los diferentes cánidos con los que he pasado inolvidables momentos; es sinónimo de fidelidad, alegría y honestidad a toda prueba; éso es perro para mí. Entiendo que para muchos puede ser parecido, como también todo lo contrario, porque suele usarse como un insulto (extraño proceder del hombre y que no habla muy bien de él, siendo que el perro lo acompaña fielmente desde las cavernas): ¡Eres un perro! Vaya, es una grave ofensa, un insulto inocultable, perro es en este caso el traidor, el inhumano, el cruel, el malo (curiosamente nada de ésto se encuentra en dicho animal). Creo que el ejemplo que he tomado es el más elocuente para lo que quiero expresar. Lo mismo pasa con muchas otras palabras: penumbras por ejemplo, puede despertar temores en unos; gratos recuerdos y placidez en otros; viaje: puede ser aventura, emoción, felicidad, pero también incomodidad, molestias, incertidumbre y angustias. Así entendemos que las palabras las usan los psicólogos y psiquiatras como instrumentos para los análisis o diagnósticos de quienes van a consultarlos; que con su ciencia consiguen auscultar la intimidad de la persona, seguramente mucho más que alguien no versado en esos asuntos. La poesía puede ser una manera de conocer a fondo a quien escribe, siempre que se sepa interpretar la verdadera motivación, lo que mueve al escritor, por lo menos; pero sin ser muy entendidos ya notamos lo que el poeta siente, imagínense entonces lo que un profesional pueda encontrar en los versos.
Bueno, este preámbulo se debe a que quise hacer un experimento; tenía ante mí, debido puramente al azar, un poema de Julio Cortázar. Me gustó su rima, además de su contenido y como otras veces, la curiosidad me tentó a hacer uno similar, para ver qué salía. Voy a copiar la forma, me dije, observando que se trataba de un soneto, o tal vez un sonetillo porque los versos no son endecasílabos sino más cortos, eneasílabos (nueve sílabas). Averiguando al respecto, encontré que hasta ocho sílabas se considera arte menor, y desde nueve para adelante ya es arte mayor, entonces no hay duda, se trata de un soneto de versos eneasílabos. Y esta vez quise ir un paso más allá de lo hecho anteriormente: usar la misma palabra final de cada verso que el poeta usó en su soneto, que es éste, se titula Doble Invención, y es muy bello, por cierto:

DOBLE INVENCIÓN
-Julio Cortázar-

Cuando la rosa que nos mueve
cifre los términos del viaje,
cuando en el tiempo del paisaje
se borre la palabra nieve,
-
habrá un amor que al fin nos lleve
hasta la barca de pasaje,
y en esta mano sin mensaje,
despertará tu signo leve.
-
Creo que soy porque te invento,
alquimia de águila en el viento
desde la arena y las penumbras,
-
y tú en esa vigilia alientas
la sombra con la que me alumbras
y el murmurar con que me inventas. 




Él la inventa a ella y al final, ella lo inventa a él. Hermoso pensamiento, de allí el nombre del poema: los dos se inventan en una Doble Invención.


Voy a mi experimento: Tomo entonces las terminaciones de cada verso, la palabra con que termina cada verso y las acomodo aquí en una lista; veré qué me inspiran a mí, con mi propio bagaje, con mi carga positiva y negativa, después de leer a Julio Cortázar y mezclando éso con lo vivido, con lo sentido, con lo leído, con lo sufrido y con lo gozado en mi bienaventurada existencia. Bienaventurada porque así es como la quiero ver, la realidad es, finalmente, lo que uno cree que es.

Las palabras finales de cada verso son éstas:

mueve
viaje,
paisaje
nieve,

-
lleve
pasaje,
mensaje,
leve.

-
invento,
viento
penumbras,

-
alientas
alumbras
inventas.

-

Doble Invención la tituló Cortázar, siendo la mía una derivación de ésa y también un invento, sin duda, pues la llamaré, con cierta lógica, Cuádruple Invención; las dos primeras son de él y de su amada, la mía es la tercera y la cuarta y última, la de mi amada musa. Entonces:



CUÁDRUPLE INVENCIÓN
-Ricardo Kajatt Súmar-

Es el amor el que me mueve
sin importar a donde viaje
ni que tan gris sea el paisaje,
sea desierto o sea nieve.
-
Será muy poco lo que lleve
y a nadie pagaré pasaje,
me anima tu último mensaje
que mi dolor hizo más leve.
-
En mis sueños tu rostro invento
que ya despierto borra el viento
dejando todo entre penumbras;
-
mas adivino que me alientas
y mi incierto camino alumbras,
mientras también mi faz te inventas.
-
Hasta allí me llevó Julio con su bello poema; a imaginar una mujer que me ama sin conocerme aún, al igual que yo a ella, y nos inventamos uno al otro, nos creamos mutuamente. Ojalá que al encontrarnos no suceda que el invento resultó tan diferente a la realidad que tenga que hacer yo solo el viaje de regreso. 
Y a ver si un psicólogo, o mejor aún una psicóloga, me puede decir algo al respecto... mientras no me pidan que deje de escribir, está todo bien. 
~ o ~

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