ROCCO
Dicen que estás gordo
Dicen que estás gordo
y
a mí me avergüenza,
quietud y paciencia
ya se me hacen cortos,
cuando ya has comido
por más siempre insistes
y tus ojos tristes
me tienen podrido,
no falta alimento,
lo sé, no lo niego,
te pido sosiego
en este momento,
anda a caminar,
sacude esa panza,
termina la holganza,
comienza a sudar;
si no tengo tiempo
para la pelota
ya tu ser explota
en medio del campo;
si no te apetece
hacer ejercicio
y comes por vicio
lo que se te ofrece;
si yo no te obligo
no juegas de nuevo,
y de tanto sebo
no se ve tu ombligo;
¿Es mía la culpa
perro sinvergüenza
de esa tu semblanza
que parece pulpa?
¡Deja de comer
perro del demonio,
que mi patrimonio
lo vas a encoger!
Bueno... no me mires
con cara de pena...
Ven, toma otra cena,
pero no suspires.
quietud y paciencia
ya se me hacen cortos,
cuando ya has comido
por más siempre insistes
y tus ojos tristes
me tienen podrido,
no falta alimento,
lo sé, no lo niego,
te pido sosiego
en este momento,
anda a caminar,
sacude esa panza,
termina la holganza,
comienza a sudar;
si no tengo tiempo
para la pelota
ya tu ser explota
en medio del campo;
si no te apetece
hacer ejercicio
y comes por vicio
lo que se te ofrece;
si yo no te obligo
no juegas de nuevo,
y de tanto sebo
no se ve tu ombligo;
¿Es mía la culpa
perro sinvergüenza
de esa tu semblanza
que parece pulpa?
¡Deja de comer
perro del demonio,
que mi patrimonio
lo vas a encoger!
Bueno... no me mires
con cara de pena...
Ven, toma otra cena,
pero no suspires.
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