CASI A LA ALTURA DE VALLEJO
Ayer, gracias a mis amigos de POETAS INMORTALES en Facebook,
leí una poesía del gran César Vallejo, la misma que don Clemente
Palma no quiso publicar y hasta se atrevió a decir que era cursi y
sin sentido. Se la devolvió.
Bueno,
como ya comenté en la página correspondiente, Clemente Palma tenía
sus razones; Vallejo no era aún "EL GRAN VALLEJO"; creo
que la observación de Don Clemente es válida pero la forma es pedante; lo que pasa es que
ahora leemos a Vallejo con el sentido crítico apaciguado por el
prejuicio de que fue un grande, que sí lo fue, por supuesto, pero
aún un grande puede tener unas obras menos brillantes que otras, no
diré que del todo opacas. A veces sucede también que nos deslumbran
con ideas y palabras aparentemente inteligentes, sorprendentes y bien
pensadas ... que no siempre entendemos, pero queda mal decir no entiendo a Vallejo, y si fuera un desconocido puede que no tengamos problema de decirlo. Vallejo, tan humano como el que
más, tuvo seguramente sus altibajos. Por éso, aquello que le dice
Clemente Palma ... "¿A qué diablos llama usted los maderos
curvados de sus besos? ¿Cómo hay que entender eso de la
crucifixión? ¿Qué tiene que hacer Jesús en estas burradas más o
menos infectas?…” tiene sus motivaciones. No le gustó, pues,
no podemos obligarlo a que le guste. Pero pudo ser más delicado.
Al fin y al cabo salimos ganando, muy interesante lo que subieron a esa página; no sólo un bello y discutido poema, sino también una observación crítica de un contemporáneo. Esas cosas realmente enriquecen nuestra visión del arte ... y hasta me dan ganas de escribir alguna "vallejada", exponiéndome tal vez a ser lapidado virtualmente, que tan doloroso no ha de ser como que te agarren a pedradas de verdad. Un saludo, poetas inmortales.
Al fin y al cabo salimos ganando, muy interesante lo que subieron a esa página; no sólo un bello y discutido poema, sino también una observación crítica de un contemporáneo. Esas cosas realmente enriquecen nuestra visión del arte ... y hasta me dan ganas de escribir alguna "vallejada", exponiéndome tal vez a ser lapidado virtualmente, que tan doloroso no ha de ser como que te agarren a pedradas de verdad. Un saludo, poetas inmortales.
Bueno,
pues me atreví, y nada menos que con la respuesta de la amada al
poeta.
Veamos
primero el soneto de Vallejo, el maestro por delante:
EL POETA A SU AMADA
Amada, en esta noche tú te has crucificado
sobre los dos maderos curvados de mi beso;
y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,
y que hay un viernes santo más dulce que ese beso.
En esta noche clara que tanto me has mirado,
la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso.
En esta noche de setiembre se ha oficiado
mi segunda caída y el más humano beso.
Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos;
se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.
Y ya no habrá reproches en tus ojos benditos;
ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.
César
Vallejo
~ o ~
~ o ~
Y
en seguida, mi versión de lo que la amada podría responderle al
poeta. Sabemos que no todos ni todas tenemos la misma sensibilidad
hacia los versos y esas cosas del arte y la literatura, yo me imagino a la amada un poco más
práctica y realista que él, como acontece en la gran mayoría de
las parejas, según propia experiencia y también según el
maestro Arthur Schopenhauer en la parte donde habla de las mujeres... dónde más sino. La mujer no es como el hombre.
Entonces, también
en forma de soneto, la amada le responde:
LA AMADA AL POETA
Cariño ¡qué desastre, pobre cama!
y
veo que ya te has acostado,
qué dolor, no es que me he crucificado,
hay clavo que rasca y me hace escamas.
Es viernes y no te hagas el pendejo
Es viernes y no te hagas el pendejo
con
éso que tú llamas la caída;
no te
pienses que soy tan retraída,
que para esos correteos estás viejo.
Yo no pienso morirme en esta noche,
Yo no pienso morirme en esta noche,
muerto
lo traes tú, y no es de hueso,
pues
no esperes que así lo desabroche.
Vas a dormir cual piedra, lo preveo,
Vas a dormir cual piedra, lo preveo,
tras
hacer en otro sitio tal derroche;
duerme tú, que yo salgo y me proveo.
Ricardo
Kajatt
~
o ~
A ver si me explicas tú qué quiere decir --------los maderos curvados de sus besos-------
ResponderBorrarDice: "Dos maderos curvados de mi beso". El beso es uno, los maderos que menciona son dos, lo que no impide que haya más maderos que la pobre amada no utilizó para crucificarse; tal vez los reserva para la hoguera final donde se inmolen ambos en aras de su amor... o por lo menos él, que parece el más proclive a esas tortuosas actividades. A ella sólo la vislumbramos a través de las palabras del poeta.
BorrarEn concreto: ¡Qué te voy a explicar! - Otro misterio de lo explicable y lo inexplicable.
Vallejo siempre me pareció un sufriente absurdo, un condenado que se arrastra por el mundo gimiendo penas intrascendentes, como su obsesión por una mujer, su soledad, su incomprensión... sufrimiento egoísta y ególatra, porque se creía exageradamente inteligente. Pero en el reino de los ciegos el tuerto es rey, y este es un rey miope. Leer a este autor lo considero una pérdida absoluta de tiempo, el criticarlo no, porque me estoy regodeando.
ResponderBorrarFelicidades.
¡Blasfemia! ¡Herejía! ¡Quién es este huev_n que se atreve a menospreciar no sólo el arte sino hasta el sufrimiento del gran vate!
BorrarNo comparto la opinión, sin embargo, ya en serio porque lo anterior era joda, por lo menos la entiendo. ¿Pero hay medidas acaso para la pena y el sufrimiento? ¿Y qué puede ser más importante que uno mismo? Parece egoísta, pero es así. Vivo el mundo a través de mi humanidad... no hay otra cosa más importante entonces... sé que es muy discutible. Entonces Vallejo tal vez no fue mártir, sino una especie de "sufriente profesional"...¿? - Sin embargo aprecio la valentía de declararse contra este mounstruo sagrado intocable... muchos tal vez lo sienten así... ¿Valentía desde el anonimato? - ¡SÍ, por qué no! - Tampoco hay que ser suicida. Gracias por tu opinión.
Sigo siendo Sconegut. Vallejo es el infame vividor de su generación. Económicamente le pica a todo el mundo, se cree con derecho a sacarle la plata a sus amigos, los supuestos poetas y escritores de una generación de pitucos que andaban por el mundo dándose aires de intelectuales, y no sabían ni lo que escribían---vamos a París--- pero hay que juntar plata para el pasaje del cholo. allá le debe dinero a todo bar, toda terraza, toda pensión. MADERO CURVADO, el huachafo que hace creer que escribe profundo cuando vuelca el pensamiento quechua al castellano. Si no se escribe diáfanamente, se está estafando al lector. Y este es un miserable estafador, egoísta a niveles imposibles, siempre le duelen sus heridas, el mundo no existe para llorar por él... ¿el prójimo?, que se joda..
BorrarMuy interesante este aporte del sabio Sconegut. Enriquece esta modesta página y nos da una visión bastante cruel de Vallejo, seguramente basada en hechos verdaderos.
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