Qué
pocas frases, qué pocas palabras encierran tan brusco encuentro con la
realidad. La muñeca está rota porque fue descuidada, ya no sirve
porque ya no es nada para nadie, ya no le importa a su dueña. ¿Qué
pasó? Ella creció y se interesó en otros asuntos y por un resto de
piedad a los recuerdos de sí misma es que no la ha tirado. La muñeca está por
allí, arrinconada o perdida en el fondo del ropero... abajo, donde
menos estorbe y donde menos se haga notar.
Y
a mi... ¿en qué me afecta? Posiblemente el claro anuncio de que
nada es para siempre, que el tiempo pasa y nos deja atrás. No hay
manera de regresar, ni posibilidad de recuperarlo. Y lo más triste
de todo, que nunca más será mío ese amor puro de la inocente niña. Se acabó.
NIÑA
Noviembre
1987
Al
ver la muñeca rota
sé
que algo se rompió en mí,
ésta
fue la favorita
de
una niña que se ha ido.
En
mujer se ha convertido
y
ya no volverá aquí.
*
Faito, soy Nancy, me encanto tu poesia, me emociono, te abrazo.
ResponderBorrarSalió así, sola... no le quiero aumentar nada. Gracias,
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