Ha
muerto un hombre importante. Después de varios años de estar en
estado de coma ha dejado de existir definitivamente, al menos de este
lado de la realidad, que es la única que conocemos de primera mano,
y éso, en una mínima parte. Porque hay misterios en el mundo, sin
contar el universo todo o el espacio exterior, que van más allá de
lo que nos podemos imaginar. Hay quienes se figuran el mundo como un
esquemático espacio simplificado y absolutamente manejado por el
hombre. Fronteras y controles de todo tipo colaboran en difundir y
hacer parecer normal esa temeraria idea, completamente falsa. Pura
ilusión, delirios de grandeza del pobre humano que al final no es
más que alimento de gusanos.
-
Está serio hoy.
-
Así es. Como usted sabe mi amigo, todos tenemos diversas facetas,
es lo normal... hoy, desde la más humilde posición que cabe a un
ser humano, estoy filosofando. No soy sólo chiste, joda y tango...
ya verá, seguiremos conversando de muchas otras cosas.
Veamos
a los pájaros, las abejas, el polen... minucias, pero que escapan a
muchos afanes de control. Animales silvestres de tierra, agua y aire,
se ven amenazados, hasta exterminados, pero no sojuzgados. Observemos
las ciudades desde un avión en un viaje cualquiera, perdidas entre
cerros gigantescos, selvas, desiertos o llanuras, y nos daremos
cuenta que no somos más que una fina costra, a veces incómoda,
sobre la superficie de este enorme planeta. Es enorme, aunque los
haya mayores, y apenas estamos escarbando un poco en su superficie.
Si incomodamos mucho, la tierra, Gaia, nos hará desaparecer y
ninguna falta le haremos a nadie pues no somos lo único vivo en el
planeta. Ella, la tierra, tiene recursos más que suficientes para
hacerlo. Es como un único organismo, un ser vivo gigantesco. Y si
tiene que deshacerse de nosotros, lo hará.
“La
hipótesis de Gaia es un conjunto de modelos
científicos de la biosfera
en el cual se postula que la vida
fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas para sí misma,
afectando al entorno. Según la hipótesis de Gaia, la atmósfera y
la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un todo
coherente donde la vida, su componente característico, se encarga de
autorregular sus condiciones esenciales tales como la temperatura,
composición química y salinidad en el caso de los océanos. Gaia se
comportaría como un sistema auto-regulador (que tiende al
equilibrio)” http://es.wikipedia.org/wiki/Hip%C3%B3tesis_de_Gaia
En
una de ésas, podemos salir sobrando. Quien sabe si todo será mejor
así.
Hay
mucha riqueza espiritual, hay mucha bondad, hay mucho de valioso que
tal vez evite que desaparezcan completamente los hombres. Pero ésas
son suposiciones nuestras. Nada comprobable. Todo es discutible.
-
¿En el café...?
-
Si, por qué no... de todo se habla en el café, y recién nos
estamos conociendo.
-
¿Y qué era lo que decía acerca la muerte de un gran hombre?
-
No dije gran hombre... dije un hombre importante, que no es
estrictamente lo mismo.
No
es necesario que yo juzgue su vida, las posiciones acerca de ese
personaje ya están bien definidas según quien sea cada uno. Cada
cual lo juzga de acuerdo a lo que cree correcto, o tal vez según lo
que le conviene. Pero éso no es lo que me llevó a las meditaciones
anteriores, sino el hecho de que no sabemos nada del más allá, de
la otra vida, si la hay, o de qué es lo que nos espera al pasar el
ineludible umbral que suponemos final.
-
¿Qué hay del cielo y del infierno? ¿Cree usted en éso?
-
No importa lo que yo crea, es una visión tan respetable como tantas
otras, si bien no la más convincente y meditada.
Muchos
hombres sabios creen y creyeron en la reencarnación. Por ejemplo,
Sócrates dijo: “Estoy seguro de que en verdad se vuelve a vivir de
nuevo, de que la vida emerge de la muerte, y de que las almas de los
muertos están vivas.”
En
el libro tibetano de los muertos se dan complicadas explicaciones de
lo que acontece con el alma entre vida y vida, pues ellos creen en la
reencarnación. Hasta te explican cómo es que se entra a la carne
nuevamente, cómo el acto sexual atrae a los que están por nacer o
renacer. Está también el libro de los muertos egipcio, con antiguas
creencias y tradiciones.
-
¿Los ha leído?
-
El tibetano, completo, es algo confuso... lo compré hace mucho
en Encarnación, Paraguay... no sé si es sólo una coincidencia que
el libro me fuera a encontrar a mí en un lugar con ese nombre:
Encarnación. Es una traducción de la 5a edición inglesa del Lama
Kazi Dawa-Samdup. El egipcio no lo he leído aún, sólo de pasada
en la web.
Pero
lo que me llevó a la meditación sobre la siguiente etapa de la
existencia, al enterarme un sábado de la muerte de ese hombre que se
aferraba, aunque en estado de coma, a la vida de este lado por varios
largos años, fue una cita del Srimad- Bhagavatam (4.29.77), árbol
de los deseos de la literatura Védica (Indú). (Asociación para la
conciencia de Krisna). Copio al pié dela letra:
El
estado de coma y la vida siguiente
Una entidad viviente
excesivamente absorta en la actividad material, se apega demasiado al
cuerpo físico. Hasta en el momento de la muerte, piensa en su propio
cuerpo y en los familiares relacionados con éste. Así permanece por
completo absorta en la concepción temporal de la vida, a tal punto
que, aun en el momento mismo de morir, se resiste a abandonar el
cuerpo. Por ello no es raro que un moribundo permanezca en estado de
coma muchos días antes de abandonar el cuerpo. Puede ser que alguien
esté disfrutando de la posición de primer ministro o presidente,
pero al comprender que se verá forzado a tener un próximo cuerpo de
perro o de cerdo, decide no abandonar el cuerpo actual. Así puede
permanecer en estado de coma durante muchos días, antes de morir.
Srimad- Bhagavatam
(4.29.77)
¡Qué duro! Lo
había leído hace algunos años, y sin sospecharlo lo tenía guardado en
algún rincón del pensamiento, porque me impresionó, me pareció
cruel aunque tal vez justo. Quién soy yo para calificar creencias
milenarias, sólo tratar de entenderlas ya me es difícil.
~ o ~
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