Breves versos que me inspiraron dos niños, allá por 1987, viajando por la
sierra central, en Perú. Esa natural sencillez de los pequeños los
lleva a extremos que a veces los adultos tratamos de refrenar. Ser
como niños, ojalá fuera posible... puede ser, pero a veces son muy
crueles porque no miden la intensidad y menos las consecuencias de
sus actos. Pero siempre será preferible la sinceridad a la
hipocresía, de éso no cabe duda, al menos a mí.
NIÑOS
30.10.87
Por
un juguete de lata
unos
niños han reñido,
ya
no juegan
se
pelean
ahora
son dos enemigos
por
una cosa barata
que
han convertido en la causa
del
triunfo o del deshonor,
¡Le
dan tan grande valor!
El
menor
con
qué rabia grita y llora
y
el mayor
está
esperando la hora
de
confirmar que es mejor.
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Otro
día
nada
es triste,
está
el juguete de lata
en
un rincón:
para
ellos ya no existe
ni
hay rencor.
*
Me gustó!
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