- TRILOGÍA -
*
PARTE I
- LO DE ARRIBA -
Son siempre dos, sin
importar tamaño,
la forma suele ser muy
parecida
lo cual no
necesariamente implicaría
que se muestren
siempre con el mismo amaño.
Pueden verse
cubiertas, bien tapadas,
o insinuándose
coquetas entre pliegues,
pueden también sin
pudor ir destapadas
como la mayoría de
hombres las prefiere.
¡Son los senos, las
tetas, la pechuga!
Ya me rallé, quiero
gritar su nombre,
las llamo a gritos
cuando se me esconden,
clamor interno que
casi nadie escucha.
¡Ah, mujeres!...
mirarlas a los ojos
es cosa muy común que
nos reclaman,
pero la vista se va,
busca las mamas
que desde chicos ya
nos tienen locos.
Mas qué vergüenza,
dirán, que poco aplomo
muestran los pobres
machos aturdidos,
pero es que tales
tretas han urdido,
y no son sólo las
tetas...es el lomo,
como verán en
próximas entregas
que espero las pondrá
de buen talante.
Esta vez toca a lo de
adelante:
un cielo con pezones
como estrellas.
Es enorme placer
verlas erguidas
deslumbrándonos tras
un fatal escote,
y es más emocionante
que te broten
firmes, turgentes,
cuando el sostén quitas.
Cuál es el mejor
tamaño se discute,
tanto en días
presentes como antaño,
modestamente, para mi
disfrute,
prefiero las que caben
en mis manos.
Pero no se confundan
por el dato,
cualquier tamaño
siempre será grato,
tanto las que se
elevan sutilmente
como esas otras de
presencia ingente.
Chicas, grandes,
redondas, puntiagudas,
siempre serán bien
vistas cuando inquietas
se sacudan, se muevan
cual ninguna
otra cosa ¡qué
lindas son las tetas!
Despiertan gran
ternura cuando pasan
con rítmica cadencia
cual flotando
y cuando ante tus ojos
van quedando
el centro de atención
te lo desplazan,
¡Qué más vas a
mirar! Ninguno es menso,
que estando ante
paisaje tan intenso,
se ponga a mirar para
otro lado
teniendo un par de
tetas al costado.
Ante ellas nadie queda
indiferente
ponemos nuestra cara
de baboso,
deslumbrados por algo
tan hermoso
poco importan los
dichos de la gente.
¡Qué viejo verde...
qué viejo calentón...!
creo escuchar algún
infundio en ciernes,
espérenme nomás que
lo que viene
va a hacerlos
criticarme de a montón.
Quien las tiene a las
dos, ya tiene a todas,
no discuto que haya
gran diferencia,
pero en este poema
para lolas
soslayemos alguna
deficiencia.
Si son tetas... ¡ya
está, que más reclamas!
si eres macho,
confórmate con ésas
que el destino te dio,
esas que mamas,
y no seas odioso ni
aguafiestas.
~ o ~
*
PARTE II
- LO DE ABAJO -
Te me vienes directa
por delante
para verte he de bajar
los ojos
y pasar por tan
grandes sonrojos
que a veces es mejor
no desafiarte.
Te detecto a través
de cualquier prenda,
tu presencia es inútil
soslayarla
porque igual desde
lejos o de cerca
no faltará quien
pueda adivinarla.
Allí está, no puedes
ocultarla
está en tu rostro,
tus labios y tus manos,
es perenne su influjo
hasta en tu charla,
el timbre de tu voz no
es un engaño.
Es imán atrayente que
sofoca,
que distrae, perturba
y atolondra,
que nos hace dar
vuelta a la redonda
mientras en agua se
nos va la boca.
Bien ganado ese mote
de babosos
lo tenemos algunos, no
lo niego,
pero es que son
terrenos escabrosos
a los que igual no les
tenemos miedo.
Que nos digan babosos
y asquerosos
es cosa de injusticia
inocultable,
pues no somos nosotros
los culpables
de ese constante y
abusivo acoso.
Sé que me dirán que
soy grosero,
que de esas cosas no
habla un caballero,
en éso estoy de
acuerdo mas se entabla
lucha constante de
pantalón y falda.
Portal que lleva al
cielo y a la gloria,
oscuro socavón que
tanto adoro,
sublime mina que
ocultas el tesoro
más buscado desde la
antigua historia.
Dirán... ¡qué
exagerado! Pobre loco,
mas vean que al
espíritu levanta,
exceso de placer que
no se aguanta
y que al final te
dejan hecho un moco.
¿Éso buscamos, que
nos hagan poco?
De ninguna manera, es
lo contrario,
quisiéramos echar uno
tras otro
cual salvaje y
primitivo cavernario.
Mas no siempre es
posible... les duele la cabeza
dejándonos a un lado
por pereza.
No sabemos qué hacer
con esa pieza
que a fuerza de
desearla se endereza.
La hurgamos con la
mano o con la cosa,
que ya imaginarán de
cuál se trata,
ésa que algunos con
vulgaridad barata
gustan parangonarla
con la rata.
No puede escamotearse
que la boca
juega también papel
indispensable,
luciendo la lengua
habilidad de sable
consigues a la dueña
volver loca.
Si vas a usar las
manos ten cuidado,
tenerlas limpias, y
usarlas con dulzura,
no vaya a suceder que
por las uñas
te quedes solo,
triste, abandonado.
Humecta la cutícula
con cremas,
con ungüentos que
sean adecuados,
haz que la susodicha
sea ajena
a cualquier
preocupación por ese lado.
Disfrutemos hermano
ese portento
que nos hace mover el
mundo entero,
que nos impulsa con
coraje fiero
a lo que sea, por
ponerla adentro.
Acabo esta balada que
no es mucha,
para aquello que no
dije el nombre
porque espero evitar
que alguien se asombre
que dedique mis versos
a una ch_cha.
~ o ~
*
PARTE III
- LO DE ATRÁS -
Te veo siempre desde
la retaguardia
apreciando tus formas
tan hermosas
importante complemento
de las mozas
que muchas veces nos
causa taquicardia.
Normalmente te miro y
tú te alejas
contoneante prosigues
tu camino,
me embelesas, me
atraes, me enajenas,
y si muero te importa
a ti un comino.
Tan redondo, tan suave
y tan erguido
en mi pobre
imaginación así te metes
y con gracia
encantadora tus cachetes
causan en mi un
celestial martirio.
Te imagino a la vez
muy tibio y fresco
quien sabe si no soy
contradictorio,
mas si aceptas los
versos que te ofrezco
lo sabremos quitando
el envoltorio.
Tan sólo tú, con esa
mansedumbre
consigues más que
innumerables tropas,
y si fuera quitándote
la ropa
desbocarías enorme
muchedumbre.
Te canté bellos
versos sin nombrarte
me inspiré en tus
formas y en tu influjo
pensando que sería el
mayor lujo
llegar hasta tus
flancos y tocarte.
Pero es mejor quedarme
donde estaba
cuando te vi pasar con
ritmo alegre
porque tocarte puede
que me cueste
bastante más que
alguna cachetada.
¿Para que sirve, qué
tanto lo admiramos?
prefiero evitar los
pormenores
que pueden provocar
muchos rubores
por éso en esta parte
lo dejamos.
Para qué va a
servir... ¿Nos sirve el arte?
¿Solamente hay que
apreciar lo utilitario?
Algunas alegrías hay
que a diario
te animan la
existencia sin costarte.
Ya cada quien verá
qué le apetece,
y cada cual con sus
habilidades
sabrá en la intimidad
qué cualidades
serán bien recibidas
si se ofrecen.
No me pidan que rice
más el rulo,
que bastantes
angustias me depara
disimular la cosa que
se para
al ver éso que rima y
disimulo.
Es refugio, colchón,
protuberancia
ansiada por casados y
solteros,
ninguno de los dos
está hecho en fierro
para ignorarlo de
cerca o a distancia.
Si es de lejos, detrás
se van los perros,
si es de cerca, ahí
te haces el canchero,
señor del malevaje y
entrevero
no aceptas confundirte
con becerros,
Quisieras ser el único
marchante
capaz de disfrutar de
ese tesoro
y mientras, con
cautela y con decoro,
vas calculando que el
bolsillo aguante.
Hay veces que lo ves
en pantalones
tan justos y apretados
que te asombra
como habrá sido
difícil que los ponga
y está pa` que lo
coman los leones
Termino alabando al
más grandioso,
turgente, celestial,
libidinoso,
que al tomarte por
sorpresa no encontraste
nada mejor que decirle
¡Qué buen traste!
~ o ~
*