domingo, 22 de octubre de 2017

Escándalo: Rafo León entre tamalonas y porcinas


La revista Caretas y Rafo León



El artículo de Rafo León titulado "Reporte desde el baño de damas", escrito a través de su conocido personaje china Tudela; de quien yo no era muy asiduo lector hasta esta semana en que explotó el escándalo; ha tenido el invaluable efecto de hacernos ver en qué miserable nivel de evolución humana se encuentran algunos individuos, ha sacado a luz lo más bajo del inventario y para peor, pretendiendo hacerse pasar por gente culta,  superada e igualitaria.
Al mencionado autor se le ha intentado hacer un cargamontón vergonzoso; nadie que se respete podía dejar de odiar a Rafo León, estaba de moda en esos días escarnecerlo, era el chivo expiatorio por antonomasia, había que estar loco para defenderlo. Quisieron ubicarlo en el mismo nivel del hombre que arrastró a su pareja, del que macheteó a otra, del más despiadado y cruel de los asesinos de mujeres. El delito es el mismo, decían, porque llamar "tamalona" a una mujer algo gruesa equivale a asesinarla, decir que otra intenta provocar a un cura (que muchas veces ni necesitan ser provocados) es lo mismo que golpearla, arrastrarla y dejarla lisiada de por vida; y todo eso haciendo referencia a una columna de humor.
No más feminicidios, en eso todos estamos de acuerdo, pero la sátira política no es nada de eso. Lo que parece es que a ese columnista quieren callarlo (¿quiénes? saquen la cuenta) porque los incomoda y ahora se agarraron de ese tema que nadie va a discutir: el respeto a la mujer ¡Cuánta hipocresía!

Menos mal que surgieron algunas voces que no se dejaron influenciar por el histérico frenesí pseudo feminista que turbaba a una parte de la sociedad, pero no a toda. También pudimos observar a los que fingían indignación porque de esa forma esperan hacer callar a este y otros críticos a quienes no logren convencer con sus ridículas poses de intelectuales, con sus balbuceos idiotas y sus títulos falsificados.

Si escribir chistes de mal gusto (depende del gusto) equivale a agredir físicamente o asesinar entonces hay que cambiar el código penal, o de lo contrario dejar de hablar estupideces. 

- ¡Fea!
- ¡Borracho!
- Pero a mí se me pasa mañana.

Este chiste, ya clásico, bajo el intolerante juicio de ciertos individuos nada ejemplares, podría merecer hasta cadena perpetua, aunque podría servir de atenuante la comprobación de que la fealdad depende directamente de la susodicha, porque hay gente a la que la fealdad le sale de adentro y por más bella que la haya hecho la naturaleza, se nos presenta repugnante. Pero ese es otro tema, volvamos al embrollo que nos ocupa.

Con todo lo que se ha visto, quedó claro que el feminismo está siendo utilizado por cualquier rascuacho que no se entiende ni a sí mismo, los furibundos atacantes del personaje de ficción se han metido en un callejón sin salida, porque lo que exigen ya no es igualdad sino excepcionalidad; así es, hay un grupo de alucinados confundidos que piensan que la tan mentada igualdad de género les permite realizar cualquier ataque para "defender" a la mujer aun cuando nadie se le opone por esa condición sino por cualquier otra circunstancia que debe enfrentar cualquier ser humano, ya sea hombre, mujer, transexual, hetero sexual, asexual o estéreo-sexual cuadrafónico (de cuatro canales, que si no hay, ahí les dejo la idea). Quieren utilizar el feminismo y la igualdad de derechos como un arma a ser usada contra cualquiera que ose mancillar el inmaculado chiquero en que quisieran ver convertido el congreso de la república y la política en general. Echan espuma por la boca, rabiosos, pidiendo la cabeza del criminal que se atreve a acusarlos sesgadamente, y lo más grave es que lo haya hecho desde el humor, desde la lectura ligera que tiene más posibilidades de llegar a la gente ocupada y al público en general, y sobre todo a ellos que en su mayoría no saben ni quieren leer algo más complejo que eso.

Si una mujer es una ladrona, sinvergüenza, mentirosa y posee los demás atributos que pareciera ser que se exigen a los políticos de hoy porque la mayoría los tiene, no se la puede criticar, no se puede decir nada porque sacan a relucir su condición femenina y pobre del que se atreva a tocarla con la punta del lápiz. Se le acusará de misógino, de machista, de asesino de mujeres, y tristemente muchos, cual borregos, estarán de acuerdo.
¡Es que no piensan, pues!

- Ahora sí se jodió, mi estimado. Nadie lo va a apoyar.

- Veremos, y si es así, no importa, porque hay apoyos de los que es mejor prescindir.

Si a Alan García le pueden decir rata gorda, cosa que seguramente no es de su agrado ¿por qué a la susodicha no le pueden decir chancha ojo jalado, o más delicadamente como hizo Rafo en otro artículo, porcina?

Tan pobre es el nivel de debate político de unos cuantos semi analfabetos que contaminan el poder legislativo, que una simple página de humor satírico ha llevado al mismísimo congreso de la república a discutir la clausura, la prohibición, la muerte editorial de la china Tudela, lógicamente a través de la anulación (¿pena de muerte?) de su autor. Qué espectáculo. El peculiar presidente del congreso dedicó un titubeante discurso al artículo -aclarando que él no lo lee porque no vale la pena, pero sin embargo mereció ser tratado, estudiado y evaluado por los mencionados incoherentes- donde define al columnista como un cobarde agresor, no solo semejante sino peor que aquel que arrastró del brazo a una mujer y todos vimos estos días por los noticieros; cosas obviamente muy diferentes; lo acusó también de esconderse tras un seudónimo (lo cual es una calumnia porque el autor firma con su nombre y apellido, como se puede ver al final del artículo causante de todo este revuelo); dirigiéndose a los periodistas les dice que si no se indignan ante este tipo de expresiones entonces estamos yendo por mal camino. Creo modestamente que por peores caminos estamos yendo con los periodistas que se indignan de eso y no de lo más importante que es ocultar y distorsionar los acontecimientos más relevantes para comprender lo que pasa en el país y en el mundo; mal nos va con esos periodistas que cobran por sus opiniones e indignaciones y peor aún con un congreso que corre peligro de ser secuestrado por delincuentes, estafadores, falsificadores de títulos y otros documentos. Lo que pasa es que al fin han encontrado un campo en el cual creen que pueden contar con el apoyo popular, con la soñada unanimidad; porque ahora, sin tener que esclarecer sus raterías, falsificaciones y negociados, se pueden rasgar las vestiduras ante la atroz barbaridad de haberle dicho chola a una y bizca a la otra. No estoy de acuerdo con denigrar a las personas por algún defecto físico, pero no es eso lo que en verdad les indigna, sino que desde ese flanco se presentan como impolutos, respetables padres y madres de la grandísima patria.

Sigan leyendo, por favor, que ya pasamos de la mitad.

Comprendo que un gato escaldado tenga miedo del agua fría, es lo que pasa con algunas personas, mujeres sobre todo, que han sido maltratadas y golpeadas en alguna o varias oportunidades, entonces, en una reacción comprensible, ven en la sátira el comienzo de una inexistente agresión física. A esas personas es fácil convencerlas de que estos artículos pueden producir o incentivar la violencia, pero no es el caso de todos, otros se dejan convencer más bien porque los que sostienen esas ideas les hacen creer que son mayoría. Es parecido a lo que pasa con el insistente discurso de la enseñanza de la libertad de género en los colegios, se quiere hacer creer que la mayoría está de acuerdo con eso, siendo que la realidad muestra todo lo contrario.
Seguramente para quien creció en un ambiente donde la palabra crítica iba siempre unida al sopapo o al puntapié, será más difícil comprender el lado gracioso de la sátira, pero por proteger a esos damnificados mentales no tenemos por qué fingir ni privarnos de una vida normal; si se puede hay que darles tratamiento adecuado, pero otras carencias más importantes deberán tener prioridad; no tenemos tanta riqueza, o por lo menos no queda mucha después del manoseo de la cosa pública, que no es lisura, por si acaso; lo que sí es lisura es cómo roban y nos refriegan en la cara lo robado mientras se escandalizan por palabritas que no son nada comparadas con las que probablemente dicen y escuchan bajo su propio techo,

No se trata de defender y compartir cada palabra escrita o dicha por Rafo León o por algún otro; pero si hay libertad de expresión es aquí donde más se necesita preservarla para poder expresar cada uno su opinión. Se quiere imponer la censura, simple y llanamente es eso: que otro te diga cómo debes pensar. No importa si estoy de acuerdo o no con lo dicho por Rafo León, pero como Voltaire, defiendo su derecho de expresarlo, y como cualquier humano con más de tres neuronas, entiendo que se trata de un artículo de humor, negro o de colores, no interesa.
No necesitamos que se preocupen por nosotros, si ese señor escribe barbaridades pronto dejarán de leerlo, no queremos tutelas ni siquiera en el caso de esta ficticia china Tudela. Para su desgracia les salió el tiro por la culata, porque así como yo, muchos que se habían olvidado de ella la han vuelto a leer a causa del escándalo que armaron. Y la verdad es que no está nada mal, estaremos atentos a sus próximas declaraciones. 

Se quieren cargar la libertad de expresión por una estupidez (estupidez es lo que están haciendo y no el polémico escrito), un asunto que en cualquier país serio no merecería más que la atención y la risa de sus lectores. ¡No quiero ni pensar si fueran gobierno! El artículo en cuestión trata de una imaginaria visita a un baño de mujeres, entonces está claro que serán mujeres las protagonistas, que eso sea un pretexto para agredir a la mujer es una falsedad, porque no se las agrede más ni menos que a los hombres públicos; que estas señoras se metan en política implica que están dispuestas a afrontar las consecuencias de la exposición, incluso la sátira irrespetuosa; lo normal sería que se condene la burla tanto hacia hombres como hacia mujeres, y no ampararse en la indiscutible y necesaria igualdad para pretender superioridad y con ella la consecuente impunidad por el solo hecho de haber nacido mujer, o de haberse transformado en el camino.
Pero de algunos de los políticos que tenemos, es imposible no burlarse.

Y una nota final. En la mofa que más ha ardido, el mencionado autor no dice en ningún momento a quién se refiere, lo que hace es tan solo una escueta descripción en dos palabras, que fue por lo visto muy acertada porque todos saben de quien se trata, entonces, si es porcina y de ojo jalado, porqué tanto escándalo, solamente ha dicho una verdad que cualquiera puede verificar a simple vista; más razón de reclamar tendría por ejemplo Don Mauricio Mulder cuando le dicen perro de chacra... la cara de perro está, sí, pero ¿por qué de chacra?

Rata gorda, perro de chacra, choledo y tantas expresiones más se dijeron y se dicen y a nadie parece importarle; y de un momento a otro, tamalona, lomo saltado o chaconcha, son lo más bajo a que puede descender la dignidad, o mejor la indignidad, humana... ¡por favor! No es ataque a las mujeres por ser mujeres, es sátira a ciertas mujeres que por estar metidas en política son personas públicas, y no digo mujeres públicas porque no quiero ofender a quienes se ganan el sustento honradamente con el sudor de diversas partes de su anatomía.
~

4 comentarios:

  1. Hacía falta un análisis y sustento como el tuyo para finalizarlo con L.q.q.d. Y yo le añado ¡No mojen, que no hay quien planche!

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  2. Es triste el bajo nivel de intolerancia y la falta de sentido de humor de los "políticos" de la oposición, estos individuos, de políticos, no tienen nada, solo son oportunistas que quieren agarrar como sea la mamadera del estado y prenderse a ella, para luego desde su lugar, intocable, muestren toda su pobreza intelectual y de espiritu, y llenos de soberbia sabiéndose de mayoría en el congreso, pretendan hundir a quienes con inteligencia, buen humor, elegancia, haga notar las deficiencias de la política criolla, a diestra y siniestra. Muy bien que hayas hecho notar esto Ricardo.

    Fernando Atala



    Esta no es la primera vez que arremeten contra Rafo León, y estoy seguro que no será la última, y así mismo estoy seguro que de esta vez saldrá fortalecido, porque como anuncia el criollo dicho, "el que se pica, pierde"

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  3. La verdad duele a los involucrados y, como en el congreso hay muchos que estan ahi sin contar con el nivel cultural necesario y ademas con muchos pecados encima de ellos que tratan de esconder...entonces los articulos como el de Rafo Leon o cualquier otro escritor que tenga la valentia de enfrentarlos seguramente seran criticados duramente en clara señal de miedo a que luego los señalen a ellos y sus grandes fallas, haciendo reinar asi la hipocresia que los acompaña tanto en sus vidas como en sus comentarios. Concuerdo con las opiniones del autor de Charlas de Cafe.

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