domingo, 20 de agosto de 2017

El Pensador

El Pensador de Auguste Rodin


Habiendo tantas cosas importantes de qué tratar, y yo sigo con  mis sueños y fantasías ¿Por qué? ¿Será porque no me importa tanto lo que sucede en el mundo? ¿Será porque no me siento capaz de dar una opinión que merezca ser leída? ¿Será que no consigo interpretar a fondo la realidad?
Cualquier respuesta puede ser válida, porque hasta los más capaces críticos y observadores dejan cabos sueltos, aspectos importantes sin tocar; algunos caen dentro de la mentirosa verdad oficial y desde allí pregonan la firmeza de sus enclenques pirámides de naipes marcados, la solidez de sus fofos castillos de arena lavada.

Yo soy un pensador, lo cual parece joda porque todos pensamos; pero, como en todo, hay niveles; algunos piensan sandeces mientras otros piensan vacuidades.

- ¿Solo usted piensa con sustancia?

- No, pero me esfuerzo... 


¡Pensador! ... parece joda. Según escuché decir al profesor Marco Aurelio Denegri, el estado natural del cerebro es la distracción, la divagación, el no esforzarse ni concentrarse; siendo así, en esta época de superabundancia de distracciones, el cerebro de muchos que conozco está de plácemes; de estupidez en estupidez, van saltando alegremente hacia el redentor abismo de la nada.
No hay cómo contentar a todos, dicen; sin embargo cada quien busca y encuentra las distracciones y opiniones que refuerzan su inamovible posición, ya sea tomada o implantada por otros; por eso prefiero conservar este blog lo más cerca posible a la neutralidad, tanto como lejos de la objetividad y aunque tiene su estilo, (casi) no se inmiscuye en cuestiones discutibles y concretas. Más vale...

¿Tendré que pedir disculpas por tratar de ser feliz en medio de tanta desgracia? o seguir nomás, le importe a quien le importe y le sobre a quien le sobre.

- ¿Qué pasó? ¿Está desanimado?

- No tanto, más bien un poco incómodo por no poder tocar ciertos temas.

Y no es precisamente por falta de información o capacidad para hacerlo, modestia aparte, sino porque no encuentro una forma nueva para decir lo que ya otros han dicho y siguen diciendo mejor de lo que yo podría hacerlo. 
El mundo de hoy es una gran mentira que discurre solamente en tiempo presente: nada tiene significado ni antecedentes históricos; nada lleva a un desastre mayor o menor ni a una posible salvación. Todo está vacío, hasta la riqueza por la cual matan y destruyen es ficticia. Ya trataremos más detenidamente de eso.

- ¿Entonces qué?

- Sigamos... soñando. 

No me disculpo porque no tengo motivos para hacerlo; de alguna sencilla manera estoy dando mi contribución al arte de pensar, de leer y de escribir sin recurrir al mágico y falso binomio "Copiar - Pegar"; recuerdo también que una persona muy querida me dijo una vez que no pida disculpas, hace ya varios años de eso, y seguí su consejo tanto como me fue posible; esta vez las disculpas son una broma, una ironía y un pretexto para pasar el rato componiendo unos versos que pretenden ser graciosos... lo cual está por verse.

Y por último, alguno habrá que diga: Si éste escribe... ¿Por qué yo no? Y tal vez entre esos esté quien pueda ayudarnos a iluminar mejor el camino.

- ¿Le parece que está oscuro?

- No me provoque...  porque esta página la lee gente decente. 

Otra posibilidad es que este blog contribuya a abrir las compuertas del desvarío escrito y de la contaminación literaria. En ese caso tampoco pediré disculpas porque con disculpas no se arreglaría tan grandísimo desastre que tal vez ni Dios perdone.




Disculpe



Que si jodo la paciencia,
pues disculpe;
si tengo buena con... ciencia,
pues también;
que si estoy en la carencia,
que si perdí la vergüenza,
si por normal consecuencia
me merezco una sentencia,
pues disculpe,
si no prometo abstinencia.

Si se nota levantada,
pues disculpe;
si no quiere ser tocada,
pues también.
Que si está muy bien dotada,
que si la tengo erizada
o si la ve  despeinada,
agotada o abreviada...
pues disculpe,
es peor no tener nada.

Que si dejo la merienda,
pues disculpe;
si rehuyo la contienda,
pues también;
si no hay nadie que me entienda
espero no se sorprenda,
mejor su atención suspenda,
así evito que se ofenda,
pues disculpe
si permito que se extienda.

Que si se acabó el jabón,
pues disculpe;
si le malogré el mechón,
pues también;
si no acabo la gestión
o me quedo sin carbón,
si lo acuso de bribón,
de pícaro sin perdón,
pues disculpe,
depende de la ocasión.

Que si digo que está crudo,
pues disculpe;
si me quedo como mudo,
pues también;
si en el silencio me escudo
no crea que es por cojudo,
al contrario, soy sesudo;
alguien dirá ¡cómo pudo!
pues disculpe
¡Que final tan cojonudo!

~

1 comentario:

  1. Ricardo, el pensador de Rodín, no está pensando, está estreñido y pujando, se parece a todos los "políticos" del Perú proque no hacen ni mi..da, y estos si deberían pedirle disculpas al país, por ineptos.

    Tanto tuprosa como tu poesía, muy buenas e ingeniosas, te felicito

    Fernando Atala

    ResponderBorrar