domingo, 11 de junio de 2017

¡Qué mundo tan lindo!


Es un mundo hermoso, no hay duda de ello, lo notamos cuando observamos las maravillas de la naturaleza; también las obras del hombre, tanto en el arte como en la ciencia y la tecnología, son impresionantes, como para sentirse orgullosos, pero... siempre hay un pero, las armas, las guerras, la contaminación y el desperdicio; el egoísmo que lleva a unos pocos a querer acaparar todo lo que sea posible sin importar a quienes dañen, es la parte fea de este mundo tan lindo.
Algunos se mueven en este mundo como peces en el agua, a pesar de lo mencionado, y no cabe una explicación completa del porqué en tan pocas líneas, ni tampoco una clasificación de quienes son esos, pero así, como en una charla, podemos distinguir algunos tipos entre los mejor adaptados a este estado de cosas.
Seguramente que estar adaptado a una sociedad enferma no dice nada bueno del individuo, ya lo dijeron grandes hombres, pero tratemos de ser justos: 
Hay quienes están ocupados de su propia supervivencia, lo cual les toma todo o casi todo su tiempo, y no podemos exigirles casi nada.
Otros también están ocupados, pero no tanto: algún tiempo les sobra y lo dedican a su bien merecida distracción. Lo malo es que hay tanta distracción que todo el tiempo del mundo no alcanzaría para atenderlas todas, y aquí pasamos al siguente grupo.
Los que se pasan la vida distraídos y ni siquiera reparan en que lo están, para ellos la vida es eso, qué más iba a ser... Despacito... canción que ha revelado hasta qué punto somos manejables. Siento vergüenza de ser humano.

- Oiga, pero también hay que distraerse ¿no?

- "También" sí, pero este estado de permanente distracción nos va a llevar al desastre.

Siguiendo con esta simple enumeración de adaptados, tenemos a aquellos a quienes por el momento les va bien en este estado de cosas; algo saben o intuyen pero prefieren no ver. Eso sucederá mientras el pedazo de barco en que están no se haya hundido todavía, pero estamos todos a bordo de la misma nave, y posiblemente cuando les toque mojarse ya será demasiado tarde.

En la mayoría de los casos el hecho de sentirse a gusto con la realidad depende solamente del éxito o fracaso personal; el que está bien, se adapta fácilmente aunque cerrando los ojos a la parte desagradable del mundo, mientras que quienes reclaman, posiblemente no lo harían si cambiara su situación personal y no necesariamente debido a una mejora del conjunto de la sociedad. Esta actitud hace la solución aún más difícil, si es que existe una solución que pueda hacerse realidad desde el punto en que estamos.

Y, pasando ya a la cima de la clasificación, tenemos a quienes no solo disfrutan de la situación, sino que la crean y la sostienen. Gente sin duda inteligente, más que la mayoría, suponemos, pero no sabemos qué plan será el que tengan para salirse con la suya al final de todo esto.
Mucho me temo que no tengan plan alguno, y solo serían la parte mejor acomodada del apartado anterior.

- ¿Y los inadaptados van a salvar el mundo?

- Desgraciadamente, no lo creo.

 

¡Qué mundo tan lindo!


Despertar por la mañana
con trinos de pajaritos
y soportar por la tarde
picaduras de mosquitos,

eso no es nada señores,
debo estar agradecido;
hay otros que han padecido
cosas mil veces peores;

mirar pasar los aviones
contra el claro cielo azul,
pero si estás en Kabul
te haces en los pantalones;

explosión a media noche,
seguro es alguna fiesta;
mas si estás en zona expuesta
es una bomba en un coche.

Pero que mundo tan lindo
nos tocó para vivir
¿nos tocó? mejor decir
que nos vino de castigo

¿Y tú qué hiciste papá?
¿Y qué hiciste tú, abuelo,
para tratar de arreglarlo
y dejarlo más ameno?

Lo que hice fue trabajar
con honradez y decencia,
aunque salvé mi conciencia
nada pude reparar;

si con dejarme matar
algo hubiéramos ganado,
mi vida la hubiera dado,
te lo puedo asegurar

¿qué ganaba con dejar
unos hijos sin un padre,
abandonada una madre,
y nietos sin alegrar?

Pero que mundo tan lindo
el que les voy a dejar,
si no lo puedo arreglar
tengo valor de vivirlo.
~

1 comentario:

  1. Ricardo has tocado un tema muy sensible y actual, es cierto lo que dices al final de tu poema, ¿que puede hacer un hombre o un grupo de ellos ante tanto egoísmo?, muchos vivimos honestaente y a veces protestamos, pero los "otros" son más y muy poderosos, los hombres muy poco podemos hacer, ahí están Medio Oriente y Venezuela, solo Dios arreglará las cosas.

    Ti enfoque de esta triste realidad es certero y tu poema tierno y heroico.

    Fernando Atala

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