domingo, 9 de abril de 2017

Alguien me lee




A veces se siente que escribir un blog es como declamar vendado ante un auditorio desconocido, donde tal vez haya mucha gente o puede que incluso no haya nadie. No hay cómo saberlo con exactitud.
Es verdad que existen herramientas que indican cuántas visitas tiene el blog y desde qué  lugares se realizan, también qué páginas han sido vistas; pero, que alguien entre a una página no quiere decir necesariamente que se haya detenido a leerla; digamos que una parte sí lo  haya hecho; aún persiste la duda de qué piensan acerca de lo leído, si les gustó, si lo aprecian o si les disgusta y lo desprecian... no hay cómo saberlo... pero de vez en cuando un comentario te hace saber algo de lo que acontece con una o dos personas de ese indeterminado mar de presuntos lectores.
Qué tan significativos sean los comentarios para sacar conclusiones en base a ellos es algo difícil de saber, por eso son bienvenidos tanto los buenos como los malos; por eso es que se puede comentar con nombre propio, con seudónimo o simplemente en forma anónima (esta última opción es facultad de quien dirige el blog), y por cuestión de principios, no borro nunca un comentario, por más desfavorable que este pudiera ser.
Hasta ahora los comentarios negativos son muy pocos...

- ¿Espera más?

- Quien sabe, para todo hay que estar preparado. 

Pero allí están: nadie podrá quejarse de ese aspecto. Los comentarios hablan de quién los escribe, por lo que el autor del blog no tiene porqué sentirse responsable de ellos, aunque sea su trabajo lo que los haya generado.
Parte de la perplejidad de no saber quién y con qué actitud lee el blog, es lo que escribo en las siguientes líneas.



Alguien me lee



Sé que alguien me lee...
tal vez con afecto por causas ignotas
y espera con ansias mis pobres palabras,
quien sabe si en ellas encuentra anidadas
sentencias que alivian ilusiones rotas.

Alguien más me lee
tal vez entre dudas y con desconfianza
entiende muy bien cuando titubeo,
conoce más cosas de lo que yo creo
y algunos secretos de mi ser alcanza.

Otro que me lee
tal vez siente envidia de mis falsos sueños,
mis fingidas penas puede que disfrute
y de falsos cargos quien sabe me impute,
creyéndose, incauto, de la verdad, dueño.

Tal vez otro lee
tratando de hallar algunas erratas,
algo que esté mal, algo equivocado,
dato que me haga quedar mal parado,
y si es que lo encuentra a gritos delata;

también alguien lee
con la sencillez de quien ha vivido,
sufrido y gozado diferentes suertes,
y en lo que le digo seguro que advierte
que aquello que siente también he sentido.

Para quien me lee
tengo solamente palabras de amigo,
de hermano, de amante o de confidente;
caminando juntos cruzar ese puente,
sabiendo por qué digo lo que digo.
~

5 comentarios:

  1. Ricardo, me da la impresión de que estás pasando por un periodo de depresión, eso es normal en toda persona, depende del estado de ánimo o de las influencias externas, sea como fuere, jamás "tires la toalla", así tengas la impresión de que el mundo está en tu contra, nunca dejes de escribir, pues es ahí donde transmites tu escencia a los que te leemos, que estoy seguro somos muchos, jamás dejes de hacer lo que más te gusta, que es escribir para que los demás disfrutemos de tus expresiones.

    Fernando Atala

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  2. A mi modo de ver debes tener muchos lectores porque tienes un estilo muy original, divertido, picaresco y ameno,ademas que los temas que presentas son de la vida ordinaria y muchos nos podemos sentir identificados....por mi parte espero cada domingo con mucho interes por tener mi charla de cafe.

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  3. BUSCANDO MATERIAL PARA UN CURSO DE LITERATURA DEL CUAL ANEXO EL VINCULO, ENCONTRE SU BLOG.
    FELICIDADES.
    ES USTED LEIDO
    P.D.Caminos del ensayo literario
    Curso-taller

    Caminos del ensayo literario

    Imparte: Gilberto Prado Galán En UNAM-MEXICO

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    Respuestas
    1. Gracias, Doctora, espero que le haya gustado el blog. Éxitos con el curso-taller, excelente.

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