Mis queridos compatriotas peruanos están otra vez pasando por la trágica disyuntiva de escoger el menos malo en las elecciones presidenciales, se trata de la segunda vuelta, y es que en la primera la embarramos, como ya es tradición, y ahora el drama es cómo salir de éso, con elegancia o sin ella, porque no a todos les interesa el aspecto estético-moral y ni siquiera el aspecto digestivo-cloacal del asunto en cuestión: ganar como sea, con tal de ganar; para éso son las elecciones y no se andan entreteniendo con detalles. No se puede negar que hay quienes estaban muy felices, como chancho en su corral, porque creían que iban a ganar, aunque los últimos días les entró tal incertidumbre que comenzaron con elucubraciones y falsificaciones que irán a engrosar la ya abundante relación de chanchullos, para ser delicado y no decir directamente la montaña de estiércol, tan grande que ya no saben si esconderse detrás o ponerle la bandera del partido allí encima.
Hay que reconocer que en ambos bandos se cuecen habas, lo que los diferencia es que unos no pensaban que podían perder y los otros no pensaban que podían ganar, esa diferencia es crucial para entender el estado de ánimo que predomina en cada lado.
Hay que reconocer que en ambos bandos se cuecen habas, lo que los diferencia es que unos no pensaban que podían perder y los otros no pensaban que podían ganar, esa diferencia es crucial para entender el estado de ánimo que predomina en cada lado.
Pero dejando estos asuntos político-coprófagos, quería referirme a la impuesta prohibición de confeccionar y publicar encuestas que rige desde el día 29 del mes pasado. La segunda vuelta es el domingo 5 de Junio, mismo día en que estoy publicando el presente comentario.
La gente en general es muy viva, porque sino estarían muertos, claro, y los peruanos son muy pero muy vivarachos, pendejos al estilo peruano que quiere decir astuto, vivaz, y por éso mismo se ingenian para seguir publicando sus encuestas aunque sea dentro del periodo prohibido.
Todos sabemos que dichas encuestas han cambiado radicalmente su objetivo; antes se hacían de verdad para ver qué pensaba la gente, hoy se hacen con la intención de que la gente piense lo que dice la encuesta. Es una descarada manipulación de la opinión pública, y como quedan todavía muchos pendejos (pendejos en la otra acepción: bobos) las encuestadoras siguen en su sórdido trajín de meter lo que les conviene donde no deberían.
No es allí, sino más arriba... en la cabeza, en la mente de las personas.
Antes de cerrarse la primera vuelta, el ingenio criollo dio una muestra de su reconocida astucia y publicó lo que parecía un menú de comidas, en el que cada partido o candidato era representado por algún plato, entre los que destacaba por su gracia el "chancho con piña", un político con sobrepeso aliado a un partido al que se le atribuye mala suerte, en la jerga criolla "piña" es mala suerte, y ese plato de chancho con piña existe en la culinaria peruana, más específicamente en lo que llamamos chifa (comida china con influencia peruana).
Chancho con piña ya no hay, tampoco los tallarines rojos que hacían referencia a la alianza de la izquierda; al igual que todos los otros no pasaron a esta vuelta definitoria.
Los que pasaron son Kan Lu Wantan y Pan, Papa y Cuy. Como se puede ver en el menú de entonces, el pronóstico estaba acertado. Aquí está, lo publicó Prensa Libre con Rosa Maria Palacios el 8 de Abril del 2016, la víspera de las elecciones, y decía así:
O sea que hay encuestas fiables, y parece que son principalmente las encuestas clandestinas, porque ésta se publicó... con gran disimulo... cuando ya no estaba permitido, y se cumplió.
Ahora que son sólo dos los candidatos, y siendo un hombre y una mujer, las posibilidades de disfrazar la identidad de los protagonistas es mucho más fácil y por lo tanto más difícil de disimular de quién se trata. Puede ser, por ejemplo:
Ella y Él, muy directo y simplón,
El piojo y la pulga, como canción infantil,
La rata y el cuy, un poco feo pero bastante gráfico,
El perro y la perra, suena agresivo pero se usó en la campaña,
El pejerrey y la concha, para usar términos marítimos,
El chullo y la pollera, folclore indumentario de la sierra,
El plátano y la yuca, folclore culinario de la selva,
y muchos más que la imaginación nacional nos irá a revelar antes de que se publique el presente escrito.
Veremos qué dicen esta vez los oráculos populares, estoy investigando para ver qué encuentro, lo que sea se los haré saber. Muchas gracias, amigos lectores y todos quienes pasen por este
sitio.
Así, dejo el espacio reservado para lo que estamos esperando, y sólo me queda desear que lo tomemos deportivamente y que la sangre, si la hubiere, no llegue al río ni al mar.
¡¡ Feliz domingo de elecciones !!
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Por lo que he podido observar, la imaginación no es mucha, lo nuevo es KFC para Pedro Pablo Kuczynski, y Harina Blanca Flor para Keiko Fujimori.
En cuanto a los pronósticos unos dicen que hay un "virtual empate", otros insisten en que gana la que fuera Wantan y hoy es Harina, y hay quienes aseguran que el Cuy está a 2 puntos por sobre la Harina y que al final será el ganador. Esta vez no hay una opinión clara, sólo queda esperar los primeros resultados.
Aquí cierro la página y que sea lo que Dios quiera.
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Primazo, estás bastante cerca de la realidad, en cuanto a las encuestas por debajo de la mesa, acá te paso una encuesta hecha por el diario La Tercera de Santiago através de la encuestadora GFK, y dice 50.3% para la china y 49.7% para PPK, ojalá asó sea, pues no quiero parecer un "agachadito", esta vez pisado por un zapato, y menos aguantar un gobierno autoritario.
ResponderBorrarFernando Atala