domingo, 12 de abril de 2015

NO EXISTE EL UNIVERSO


 

Vía Láctea (Dibujo)- "Nuestra" Galaxia (francis.naukas.com)



Decir que el universo no existe es una afirmación arriesgada, seguramente, pero no del todo imposible ni absurda, porque el universo que observamos a simple vista o a través de instrumentos, es el que existía hace por lo menos cuatro o cinco años (en el caso de la estrella más cercana: Alfa Centauri), que es el tiempo que su luz a tardado en llegar hasta aquí. O sea que podría haber dejado de existir y no nos enteraríamos sino después de esa misma cantidad de tiempo de haber sucedido la catástrofe. Porque nada hay más rápido que la luz.

La décima en cuanto a distancia es Epsilon Eridani a casi once años luz de distancia, pero ¡de qué estoy hablando... ¡diez estrellas! En el firmamento observable a simple vista hay millones de ellas a una distancia promedio de cinco mil años luz, y una de las más lejanas que podemos ver sin instrumentos (Rho Cassiopeiae) está como a once mil seiscientos años luz de distancia, todavía dentro de la Vía Láctea, como quien dice en la vecindad galáctica... por éso no se usa la medición en kilómetros porque estaríamos hablando, en este caso más o menos cercano, de algo así como 109,745'280,000'000,000 de kilómetros. Lo cual no entra... ni en la cabeza ni en la imaginación; ni se puede leer siquiera.
No está de más aclarar que los datos mencionados son discutibles, se trata sólo de aproximaciones, lo cual en nada afecta el fondo de lo que se quiere decir pues esta nota no pretende brindar datos científicos sino invitar a la reflexión.*

La llamada Vía Láctea, nuestra galaxia (nuestra... vaya lenguaje que usamos) abarca un espacio de 155,000 años luz y nuestra civilización tiene poco más de dos mil años ¿Qué es lo que vemos entonces?


- ¿A qué viene todo ésto, caballero? ¿Sólo ganas de regodearse con cantidades abrumadoras, incomprensibles, insondables?

- Algo de éso hay, sí; pero también recapacitar en que estamos viviendo en un universo desconocido, no estamos viendo lo que hay, ni siquiera estamos viendo lo que había en el cielo en tiempos de Jesucristo, no, ni ellos vieron tampoco esa vez nada de su presente. Apenas el Sol (a 8 minutos) y la Luna (a poco más de un segundo luz de distancia) nos acompañan de cerca en nuestro dudoso viaje por el espacio. Y los planetas "cercanos" también, claro, aunque casi ni los vemos, sobre todo en las ciudades donde la contaminación lumínica nos ha robado el cielo nocturno.
   
El universo es una ventana hacia el pasado. Vemos lo que tal vez ya no está allí, y qué pretensiones más estériles las de querer llegar físicamente hasta las estrellas. Nadie lo cree posible ahora, tal vez a duras penas hasta Marte, pero ¿para qué? Vanas ilusiones.

- ¿No cree Usted que vale la pena conquistar el espacio exterior?

- Primero que nada ¿Se da cuenta qué término usamos para éso? - "Conquistar" - Ya desde el planteamiento estamos equivocados, no vamos a conquistar nada, tal vez explorar, mirar, conocer algo más, lo cual está muy bien. Imagínese a una hormiga "conquistando" su barrio. Le sería más fácil que a nosotros conquistar una minúscula parte del espacio exterior.

- Bueno... pero por una palabra no vamos a condenar todo el proyecto.

- Pero las palabras revelan nuestro estado mental, nuestros deseos y nuestras metas. No estamos aún en condiciones de salir del planeta. 

No. Como niños malcriados que no pueden salir de su habitación dejándola desordenada y caótica, así estamos; la tierra está más que revuelta y arrasada, contaminada y en peligro; algunos islotes de grosera ostentación y artificial opulencia conviven en este mismo mundo (y de ello se benefician) con miserables y sucias extensiones arrasadas por las guerras, la contaminación, las enfermedades, la maldad y la pobreza.

La injusticia es clamorosa.

Y ésto, lo cercano y lo tangible es todo lo que tenemos, nada más; deberíamos cuidarlo con más celo, deberíamos apreciarlo en lo que vale, en lo que es: absolutamente todo lo que tenemos, y fuera de éso no tenemos nada. Nada, así de crudo y duro: Nada.
 
Entonces... ¡No señor! ¡Qué espacio ni niño muerto! ¡De acá no sale nadie mientras no se arregle el planeta como debe ser!

- ¿Quién dijo éso?

- ¿No se escucha? Es Dios quien lo está gritando.


Ejemplo de vacua ostentación: Dubai.

 

Lo que hacemos


Se nos dijo por las buenas,
se nos habló mansamente,
se nos trató como gente
y con razones serenas;

también se nos asustó,
se nos pintaron escenas
de desgracias y de penas
y nada de éso bastó.

Ahora dicen que ya es tarde
para salvar el planeta,
ni siquiera nos inquieta
y de éso hacemos alarde.

¿Valientes? No, irresponsables,
con la conciencia difusa
y con la mente confusa
pero por dentro cobardes.

Dale con el regetón,
por tevé las babosadas,
internet para risadas
mientras viene el apagón.

Allí todo se deshace,
ya no habrá tuya ni mía
y como Aquel ya decía:
"Pobres, no saben lo que hacen".

Y aunque salga de la rima,
esta vez no habrá perdón.


Ejemplo de injusticia criminal: Palestina.


~ o ~
* Un año luz es una unidad de distancia. Equivale aproximadamente a 9,46 × 1012 km (9 460 730 472 580,8 km, para ser más precisos).
Es calculada como la longitud que recorre la luz en un año. Más formalmente, un año luz es la distancia que recorrería un fotón en el vacío durante un año juliano (365,25 días de 86 400 segundos) a la velocidad de la luz (299 792 458 m/s), a una distancia infinita de cualquier campo gravitacional o campo magnético.
Un año luz es una unidad de longitud (es una medida de la longitud del espaciotiempo absoluto einsteniano). En campos especializados y científicos, se prefiere el pársec (unos 3,26 años luz) y sus múltiplos para las distancias astronómicas, mientras que el año luz sigue siendo habitual en ciencia popular y divulgación.
También hay unidades de longitud basadas en otros períodos, como el segundo luz y el minuto luz, utilizadas especialmente para describir distancias dentro del Sistema Solar; pero también se suelen restringir a trabajos de divulgación, ya que en contextos especializados se prefiere la unidad astronómica (unos 8,32 minutos luz).
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