Saliste
callada y con tal semblante
que
en verdad no presagiaba nada bueno,
entiendo
que tomaste por desplante
algo
que a mi intención le fuera ajeno.
Cómo
podría yo, que te adoraba,
ofenderte
o herirte de algún modo,
si
nadie como yo te valoraba
y
por un beso tuyo daba todo.
Reflexiona
mujer, te lo suplico,
no
tires tantas cosas al olvido
que
un final de esta forma no me explico.
Jamás
en toda tu vida habrás oído
que
un amor por tan poco se haga añicos,
un
alma rota, un corazón partido.
~
o ~
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