sábado, 4 de enero de 2014

ARTICULO DOMINICAL: FILOSOFÍA A LA HUEVADA.

FILOSOFÍA A LA HUEVADA


Con éste inauguramos una serie de estudios e incursiones en temas varios que por esta vez se llama "Articulo1 Dominical" porque sale en domingo, si sigue saliendo los domingos se seguirá llamando de la misma manera y si no, pues no. Aclarada tan importante cuestión entremos de lleno a lo que nos ocupa, La Filosofía a la Huevada:
No es cualquier cosa, así como preparar Corvina a la Meniere, Huevo a la Rusa o Lomo a Caballo, la filosofía a la huevada requiere ciertos conocimientos y actitud que no son fáciles de encontrar en los pseudo filósofos de la actualidad, porque desde que nos dejaron Mario Moreno (Cantinflas) y antes Arturito2 no ha habido más estudiosos que en verdad merezcan el título de amantes de la sabiduría.
Mas la verdadera dificultad en tratar este delicado capítulo del saber está en que la posibilidad de salir embarrado, desprestigiado o mal parado, es bastante alta, prácticamente una certeza, mientras que la expectativa de lograr algún renombre en esta categoría es cercana a cero pero por el lado de abajo, o sea del menos cero coma tantos por ciento; por no decir lo siento: directamente nula. Es por éso que ningún estudioso serio y con alguna reputación se arriesgaría en esta ciénaga de conceptos contradictorios y teorías descabelladas que a la vuelta del siguiente recodo podrían muy bien convertirse en sesudas y aceptadas verdades, quien sabe si hasta experimentadas y comprobadas. La huevada es como la arena movediza o el horrible tragadero ése de las películas de Tarzán, donde te hundes poco a poco ante la vista y paciencia de todo el mundo, implorando una mano amiga o una rama salvadora que nadie se atreve a brindarte por temor a hundirse contigo para siempre en las oscuras profundidades del desprestigio.
La huevada es peligrosa y traicionera. Confusa y desconcertante. Es por éso que te pierde, te enajena, te trastorna y … te huevea.
¿Qué me impulsa entonces a acometer semejante tarea? Obviamente que no es el deseo de lograr algún brillo o algún lustre que adorne mi aún inexistente prestigio, pues por ese lado ya he aclarado que no se puede esperar ninguna honra. ¿Es un impulso suicida entonces? ¿O tal vez un afán, humano, demasiado humano (Nietchze3 dixit) de figurar en los anales, o casi ya en el ano, de las más osadas aventuras intelectuales?
Tampoco.
Mi inquietud va más allá de las prosaicas motivaciones terrenales, voy pisando más bien las elevadas cumbres del sacrificio y del desinterés, me mueve sólo el deseo de completar un estudio tan manoseado como inconcluso y desclasificado, además de desordenado, abandonado y mal tratado por sujetos carentes de la más mínima preparación para empresa tan complicada además de urgente. Si ésto no se ordena y se arregla, si no se clasifica como debe ser y se acomoda cada compleja elucubración en el lugar que le corresponde, estamos todos en riesgo de perecer en el ignominioso océano de la ignorancia y lo que es peor, de la mismísima huevada, que nos acecha desde todos los ángulos y perspectivas. Especialmente desde los gobiernos, secuestrados por los más desaforados huevones a vista y paciencia de todos los demás huevetas.
Me explico: la filosofía de la huevada está siendo tratada por los mismos sujetos que deberían ser motivo de estudio, o sea los huevones, conocidos también en otras latitudes como boludos, pelotudos o pendejos (en su acepción de bobo, tonto o cojudo. Para más detalles, quien quiera profundizar en el tema, remitirse a mi estudio sobre pendejos, pendejas y pendejadas, en este mismo blog).
Como decía más arriba, los sujetos de estudio, por una confusión de criterios, comprensible pero de ninguna manera justificable, se creen con derecho y capacidad de desbrozar tan complicado itinerario que se pierde entre las inhóspitas junglas de lo ignoto. Así, con ese atrevimiento que sólo la ignorancia proporciona, creen hacer y deshacer tesis, hipótesis y teorías con alegre desparpajo y sorprendente irresponsabilidad. No son ellos los llamados a determinar cuál es la huevada y cuál no.
No, caballeros, la Huevada no es cualquier huevada, y si aplicamos por ejemplo el enfoque Schopenhaueriano de la cuádruple raíz del principio de razón suficiente y la enfrentamos a su versión latina sobre la visión y los colores teniendo en cuenta además la voluntad en la naturaleza, que existe, por supuesto, así como “La” Apocalipsis de Violeta Lo Re, que para los incrédulos dejo la prueba de ello aquí mismo, porque mi trabajo se apoya en hechos reales y no solo en los elementos tratados, o sea en huevadas.

    - Oiga usted, parece que goza con la palabreja esa... la usa demasiado.

    - Si. Y usted... ¿Qué tiene en contra de la huevada? ¿Es acaso un antihuevadista disimulado que pretende atacar mi legítima posición huevática valiéndose de descalificaciones a-priorísticas del referido término en estudio?

    - Bueno, ya... mucha huevada....

    - ¡¿Mucha huevada le parece?! - ¡Pues espere usted, que ésto recién empieza!

Es por esa clase de descalificaciones carentes de argumentación que estamos metidos hasta el cuello en toda esta huevada. Hoy día cualquier inepto que se quiere dar de gran huevón ya se cree con derecho a determinar acerca de asuntos huevadísticos bastante más complejos de lo que su chatura mental es capaz de concebir.

    - ¡Pero claro que ésto es una huevada! Y no le digo más por respeto a sus lectores.

    - Y si estamos tratando precisamente de la filosofía a la huevada ¿Qué otra cosa esperaba usted?... Hay que ser bien... ya sabe qué.
Aquí queda meridianamente claro que no hay manera de ponerse de acuerdo, porque en cuestión de huevadas, cada uno ve una tremenda huevada en la huevada ajena pero no ve la huevadota en la huevadaza propia. Así todos los demás son una sarta de huevones menos el huevonazo ése que predica sus huevadas y se cree la gran cagada.

    - ¡Pero caballero... por favor... qué es ésto... ya es mucha grosería!

    - No se me haga al huevón, que yo sé que usted está entre los arriba mencionados.

O sea que ser un huevón está mal, pero creerse la gran cagada es señal de excelencia o delirio de grandeza... “¡La Gran Cagada!” Éso sí se considera excelso, grandioso, elevado... pero ser simplemente huevón, está muy mal visto. Deberíamos por éso considerar también el aspecto olfatorio en el proceso de la digestión y la maceración de la filosofía, porque ciertos apestados de baja calaña, creyéndose justamente la gran cagada, complican gravemente el análisis y la clasificación de las categorías filosófico-huevático-cagadísticas enunciadas.

    - Y usted cree que con este mamarracho va a conseguir alguna clase de público, ¿alguien que se interese siquiera en tanta boludez junta?

    - “huevadas”, si me hace el favor...
    - Bueno, en tanta huevada junta...

    - Podemos rifar alguna cosita para compensar el esfuerzo del público.

    - ¡Una rifa! ¡A que niveles de mierda está descendiendo, oiga!

    - No me diga que no se ha dado cuenta de cómo está el mundo de hoy. “Vote por éste para que gane éste otro” o “Pague dos y lleve tres” o “Compre dos pasajes de avión y le garantizamos que su suegra no llega a destino”. Así se maneja el marketing hoy día.

    - ¿Pero no se trataba de un estudio serio sin fines de lucro?

    - Claro que sí, nadie más que los políticos saben lucrar con la huevada, lo que estamos tratando de hacer es todo lo contrario: ¡Desahuevar a la gente! Y si hasta los testigos de jehová y los mormones se valen de la ciencia del mercadeo, porqué nosotros, con tanto e igual derecho no podemos valernos de esos avances?

    - Si vamos a ser serios, comencemos entonces por definir los términos de la discusión: ¿Qué entiende por huevada? ¿Cómo se determina quién es huevón y quién no lo es? ¿A quién o quiénes perjudica y/o beneficia el proceso huevadístico, o dicho en otras palabras, el desarrollo de la huevada? ¿Cómo se sabe que uno es más huevón que otro?

    - Me parece que ya usted me quiere ver la cara de huevonazo, ¿Cómo que “comencemos”... ¡si ya el estudio está terminado! ¡Hay que ser bien huevón para no darse cuenta! ¡Por éso estamos metidos en esta gran huevada de la que nos nos saca nadie!
~ o ~

1- No falta el acento, así es como quiero expresarlo. Arti culo, algo artístico que te articula.
2- Arthur Schopenhauer,(1788-1860) excelentísimo filósofo alemán que opinaba que los alemanes eran los peores filósofos, excepto él, se entiende.
3- Friedrich W Nietzsche, también alemán, éste sí que era jodido y hasta le echan la culpa de haber causado la segunda guerra mundial, lo cual es falso, como demostraremos a su debido momento. (Debido de estar debiendo.)

2 comentarios:

  1. Toda una huevada... por ahora no da para más... pero tal vez más adelante podrías organizar todas tus huevadas y armar un estudio profundo sobre el tema, con análisis, calificaciones, escalafón (sobre todo eso!!) y tal vez hasta un compendio de las huevadas más importantes del mundo... ahhh y otra cosa... un "Quién es Quién de los Huevones" creo que eso sería de mucha utilidad... jajajaaa!!!

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    1. Sin duda la huevada propuesta me queda grande... pero es tan tentadora que en algún momento me atreveré a probar suerte con esos temas.

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