¡OH AGRIPINA!


17.12.13
No sé si es idea mía, o será cierto,
que contigo se me sube la histamina,
y sufro tal carencia en vitaminas,
de la A a la Zeta y su concierto.
*
Es tu nombre que me ataca ¡Oh Agripina!,
pues parece que yo soy hipocondríaco,
y cuando te me acercas sin un trapo
pareciera que mi cuerpo es gelatina.
*
Casi todo, mejor dicho, ya adivinas
que una parte se resiste a ese complejo,
y aunque digan que me estoy poniendo viejo
todo para con sólo dos aspirinas.
*
Se para lo que está hecho gelatina,
porque ya lo demás está parado,
es decir, que está todo detenido
a causa de tu presencia ¡Oh Agripina!
*
Ya dirán por qué será que tanto insisto
en usar la interjección de tal sonido,
creo que es por tantas veces que te oído
gritarla con intención o por instinto.
*
Tras todo ésto será bueno que mencione
que tu voz todo lo cura y recompone
no es que tu grito solo me emocione:
¡Tú completa conmocionas Oh Agripina!
~ o ~