domingo, 3 de enero de 2016

En vez de cuento, un poema.



Una amiga muy apreciada cuyo nombre mantendré en reserva, después de leer una historia que yo escribí me pidió un cuento para ella, o quizás acerca de ella, porque su gran generosidad le adjudicó virtudes a mi narración que la hicieron muy de su agrado; el pedido en sí mismo ya es para mí un halago que considero inmerecido (porque así tiene que ser, hay que mostrar modestia para estar a la altura de los tiempos, pero no tanta humildad que ya se note exagerada... encontrar el punto medio es lo ideal) por el momento no me es posible satisfacer ese pedido, porque si bien me faltan datos, éso no es lo más importante, ya que ella quisiera leer lo que yo pueda inventar y no tanto los hechos reales de su propia vida.
Y yo, mezclando realidad y ficción decidí escribirle un poema, cuatro décimas en las que sin duda ella se habrá de reconocer. Espero que le agraden, a ella y a mis otras amigas y amigos.

Qué título le pongo... a ver...


En vez de cuento... un poema


Justo antes de la cena
te leíste todo el cuento,
desafiando mi talento
pediste otra historia amena,
solicitud que aún resuena
y que atiendo muy contento
si es con tu consentimiento,
lo que he escrito es un poema
y aunque con la boca llena
aquí mismo lo presento.

Blanca, hermosa y con fortuna,
adornada de virtudes
y de tantas aptitudes
le pediste que diga una
y él no atinó con ninguna,
pero no es porque te falten
o que a la vista no salten,
mas lo agarraste en ayunas,
por éso entre las veintiuna
él no supo cual nombrarte.

Mientras yo te estoy debiendo
una historia entretenida
y tierna como imaginas,
algo así me estás pidiendo,
con lo que me vas diciendo
que deben ser cosas finas
no sosas ni desabridas,
aventuras inocentes
que entretengan a la gente
si llegan a ser leídas.

Recibe este homenaje
en el día de tu santo
con el mismo que abrillanto
tu interior y tu embalaje,
y que no se resquebraje
ni tampoco se recorte
la amistad que tu consorte
tan generoso me ofrece,
relación que me enaltece
y que me inspira este aporte.
~

2 comentarios:

  1. Ricardo, mientras no entres en la historia en sí, no hay más comentario que tu habilidad de decir las cosas de una manera amena.

    Fernando Atala

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    1. Sí, no hay mucho qué comentar esta vez, tienes razón. Espero que mi próxima publicación compense en algo esta carencia. Gracias por leer y opinar.

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