viernes, 25 de septiembre de 2015

Sobre el arte del insulto - Siguen las décimas.

Ésta es una modesta colaboración en el arte del insulto, (porque insultar también es un arte) un aporte desinteresado en el ya trabajado, arado, cultivado y cosechado terreno de los agravios. Cuando un buen carajo no basta, cuando una mandada al genérico lugar al que a todos se envía parece insuficiente, cuando una mentada es poca cosa, cuando el deseo de zaherir supera los conocidos argumentos ginecológico - maternales, es allí cuando la literatura, la poesía y la cultura recogidas en tantas horas de estudio y sacrificio, vienen en nuestra ayuda para expresar mejor el latente improperio que ansiamos dedicar al destinatario de turno.
Porque agregar al simple insulto el escarnio que significa hacerlo en verso, y adornar esos versos con vocablos eruditos, usar palabras finas y elegantes lado a lado con términos comunes y ordinarios pero sin descender al sub mundo de la grosería vulgar, llevan la afrenta a niveles en que el ordinario y chabacano se desorienta y ya no consigue invertir la situación porque contestar con una simplona grosería al vituperio elaborado es como pretender atacar un portaaviones con un simple palo de escoba.
No se trata de andar repartiendo ofensas como reparte flores la violetera, ni regando y esparciendo oprobios cual padrino de bautizo arrojando monedas; tampoco salpicar agravios como invitado a la boda tirando arroz alegremente. Pero el que se lo gana se lo gana, y a ese anónimo personaje le dedico las décimas de hoy.
Y si sigue jodiendo, puede ser que también las de mañana.


Ebenezer Scrooge
Blog de Edgar Torné

 

A ti, Traperez*

(* Apellido figurado)

Ignorar de donde viene 
la riqueza que malgastas,
no saber a quien arrastras
porque éso no te conviene
o sin cuidado te tiene,
mientras ellos sean pobres
y a ti la plata te sobre
mejor es no hacerles caso,
cada cual con su fracaso
porque a ti nada te jode.

Diez versos se me hacen pocos
para decir lo que pienso
y no pretendo ser denso
mas sí causarte sofocos
y darte un buen soplamocos
pues la supuesta ignorancia
acerca de tu ganancia,
que se la crea tu abuela,
y para que más te duela
justo en el tema me enfoco.

Ratero, ruin, sinvergüenza,
sólo para comenzar,
yo te voy a aderezar
porque no tienes conciencia
y con mi santa paciencia
te iré enrostrando denuestos
y aunque hagas cruce de dedos
te los voy a acomodar
cada cual en su lugar
hasta que te salgan pedos.

Torcido, chueco y granuja,
bruto y terco como un mulo,
ni pongas cara de culo
que en tus facciones de bruja
tu mal humor ya dibuja
una expresión tan obscena
que mejor te la sofrenas
pues la veo tan taimada
que tras una cachetada
prosigo con la faena.

Si te digo sanguijuela
más ofendo al animal
porque no hace tanto mal
como tú, cara de suela;
si hijo de mujerzuela,
pues también me quedo corto,
con esa cara del orto
ni la pobre prostituta
por más malandra y astuta
pudo excretar tal aborto.

¿Qué te pasa? Así no eres,
me interpelan los amigos
y de verdad se los digo:
es por culpa de Traperez
que se cree con poderes
para venirme a joder
y yo lo voy a poner
allí donde corresponde,
sé que ya adivinan dónde
¡pues claro que va a caber!

~ o ~



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