lunes, 15 de diciembre de 2014

Callaste

Renoir 1881

Bajaste la mirada por no herirme
y guardar para ti sola la pena,
te esforzabas por parecer serena
esperando que al fin pudiera irme;

el tiempo ha logrado redimirme,
que si fuera tan sólo por las noches
de oscuridad, de llantos y reproches,
habría terminado por hundirme.

La dulce soledad que tanto ansiaba
a llegado por fin a consolarme...
la luna y las estrellas al mirarme
me dicen que en verdad ya no soy nada.

Acabóse por siempre el sufrimiento,
 en la paz de mí mismo ya descanso,
sin odios y sin prisas, un remanso
sin angustias, sin penas ni tormentos.

~ o ~

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