A
dónde va en silencio el alma mía
sin
norte ni destino conocido,
a
dónde va arrastrando su agonía
por
incógnito camino retorcido;
no
se puede saber, no hay derrotero,
nada
hay marcado en tan árido rumbo
que
indique si su trayecto es certero,
y
así va, entre tropiezos y tumbos,
sin
importar si encontrará primero
punto
final a esta cosmogonía.
Vaga
perdida entre infinitos mundos:
hoy
es éste, mañana no sabemos
en
que esférica mansión despertaremos
como
ángel o como gusano inmundo,
si
el sueño que dormimos es profundo,
o si
cuando soñamos aprendemos,
si
es cierto lo que somos, lo que vemos,
si
no es la vida alguna fantasía
a
la que con afán nos aferramos
deseándola
quizás en demasía.
Deja
pasar, deja ser, deja existir
a
la estrella y a la hormiga por igual,
si
al final, cada uno es cada cual,
no
cuestiones su manera de vivir;
si
desesperas de tu propia esencia,
si
no encuentras la paz en tu conciencia
en vano esperarás hallarla fuera,
no te podrá ayudar ninguna ciencia
si
no llevas la vida con paciencia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario