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SESENTA MILLONES*
He muerto en los Andes.
Destrozado
mi cráneo contra rocas,
reventado,
no recuerdo si había ya nacido
o del vientre muerto de mi madre
me arrancaron.
Dios no estaba mirando
hacia ese lado
a pesar que su signo lo traían
mis verdugos:
bonita cruz, con Él crucificado.
¿Puede ser que en su nombre
me mataron?
No sé si los vio Dios,
mas los vio un cura
que quedó a tal punto horrorizado
que escribió
lo que vio, y ha dejado
ese enorme genocidio
delatado.
Bartolomé de las Casas,
los jodiste,
cuántos habrán de tu presencia
renegado:
"Tenia que venir el cura e' mierda
a caracearle al mundo
lo saqueado."
Cortaron pies y manos,
y quemaron
estando aún con vida
a mis hermanos,
muchos habrán muerto de viruela,
pero más del sadismo desatado
por los malos.
No tienen alma, animales,
que no jodan...
Y si la tienen,
pues hay que convertirlos:
pues hay que convertirlos:
Espada, hoguera y palos
si no tienen;
y espada, hoguera y palos
si la tienen.
¡Indio de mierda! ¡Ocioso!
¡Colabora!
¿No ves cuánto me cuesta
tu riqueza?
Si se mueren me importa a mi
un carajo,
traigo negros pá que hagan el trabajo.
Cuando ya casi no quedaban indios
alguien dijo:
Son gente, tienen alma,
vamos a respetarles su derecho
a morir de hambre cuando no trabajan;
mejor negocio, ya lo hemos pensado:
traeremos negros para ser esclavos.
Horrible historia que me oprime al alma
mas no me enfrenta en guerra contra nadie;
es el hombre,
esa fea actitud está en su esencia,
respeto a quien cultiva la paciencia
y más que odio, me dan pena
quienes erran.
Injusto es culpar tan sólo
a España,
era ése el espíritu
del tiempo,
el que podía hacerlo, pues lo hacía:
Europa fuiste bella
y fuiste mierda.
~ o ~
* Supuesto número de víctimas del exterminio indígena que tuvo lugar durante y tras la conquista de América por los europeos. Según otros cálculos podrían ser hasta 80 millones.
Fray Bartolomé de las Casas, testigo impotente de tanta criminalidad, salvajismo e ignorancia de los conquistadoresde las tierra y riquezas de los indígenas de (Entonces de indias y hoy América), nos ha dejado el barbarismo de los europeos, si es cierto que era uso el degüello, no lo era matar fetos o reventar cabezas de niños de meses, eso es sadismo, y todo esto en nombre de ¿Que?, de la riqueza del Nuevo Mundo y ambición de los ignorantes.
ResponderBorrarEn forma escueta y muy clara has narrado lo que fue la conquista del Nuevo Mundo, muy bien Ricarado
Fernando Atala
Ricardo, te felicito una vez más. Tu verso parece duro, pero se queda corto frente a lo que fue la realidad. Al continente que unilateralmente y por ignorancia llamaron Las Indias o América, le tocó la mala suerte de pagar el cruel desahogo de la Europa saqueada, ocupada y dominada durante siglos, por los romano, hunos y árabes, entre otros. No olvidemos que la misión apoyada a sufragar por banqueros alemanes y liderada por Castilla, salió de un puerto de Andalucía, ocupada hasta hacía poco más de un siglo por árabes.
ResponderBorrarEstaba compuesta, en su mayoría, por una variopinta de analfabetos e ignorantes, que tenían el rencor en lo más profundo de su alma. La codicia e ignorancia hicieron todo lo demás, apoyados por una Iglesia interesada de mantenerse en primera línea, para gozar de los usufructos de poder y riqueza; con algunas muy notables excepciones, como Bartolomé De las Casas.
Como siempre, hay quienes dan la cara y quienes disfrutan los réditos de sus inversiones desde la sombra. Por ello, la crítica se ha centrado en España, dejando de hablar de los otros países europeos que también formaron parte del cargamontón, maltrato alevoso a los naturales y rapiña contra los habitantes de los nuevos territorios descubiertos, en una aventura marcada por la necesidad y codicia.
Tus versos son duros, porque no hay otra forma de relatar el genocidio. Una vez más, felicitaciones y gracias por compartir conmigo tu inspiración y talento.
Agradezco, y con mucho gusto, estos comentarios que enriquecen la página. Muchas gracias.
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