PUDOROSA
Muy pocas como tú he conocido,
si
te ruborizabas tan sólo con mirarme,
con
qué facilidad podía figurarme
ningún enamorado habías tenido,
soñaba
que aprendieras tú conmigo
lo
que es amor, cariño, compañía,
lo
que es sentirse amada noche y día
y
tener un destino compartido.
Y
fue así que los dos nos encontramos,
formando
una pareja tan dichosa
de
tal suerte que muchos envidiaron.
Aunque
un día se marchitó la rosa,
lo
que esos bellos días nos dejaron
regresan
hoy en añoranza hermosa.
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