miércoles, 19 de febrero de 2014

Para una nena.


CHIQUILLA


Te conocí tan tierna, tan pequeña,
te miraba como a una adolescente
tratando de mostrarte convincente
de ser mayor, y de tus actos dueña.

Tú eras bella, y alegre tu sonrisa,
tu alma transparente era sincera,
no había quien al verte se abstuviera
de obsequiarte una cordial caricia.

Con esos lazos tiernos de inocencia,
me ataste el corazón con tal cariño
y con tu dulce voz diste sentencia.

No olvidarte jamás es mi destino,
y como ves, ésta es la consecuencia:
que amor al recordarte no escatimo.
~ o ~

No hay comentarios.:

Publicar un comentario