domingo, 31 de marzo de 2019

Con los _ _ _ hervidos


Temible ventana de Messenger

El mensaje dice: "Especial para ti, si no me lo regresas, entenderé", así con auto-compasión y todo. Se supone que me lo envía un amigo o amiga de manera - como dice el texto - especial... pero ese mensaje viene repetido, son varios los que me envían ese texto... no puede ser que todos hayan escrito lo mismo; no, claro que no; nadie escribió nada, simplemente han hecho un click y me enviaron cualquier cosa, deseos ajenos; y encima se hacen (deponen) en los sentimientos de amistad, se limpian con la confianza que se les tiene, se acabó todo, no joroben.
"...si no me lo regresas, entenderé"... será que entenderán, lo dudo, porque siguen mandando cosas parecidas; a veces pienso que el que no entiende soy yo, porque para esta gentecita la Internet es para eso: para enviar cositas tiernas, por no decir otra cosa que Ud. avezado lector, ya entendió.
¿Para qué quiero un sentimiento escrito por una persona y enviado por otra? Si me quieren decir algo, encantado de leer lo que tengan que decirme, pero no me vengan con enlatados, con envasados, con esos pensamientos que se repiten una y otra vez y llenan el correo, el messenger, el whatsapp o lo que sea que uno tenga, de mensajitos cursis y buenos deseos al santo cohete. No es mi cumpleaños, ni navidad ni año nuevo... ¿por qué entonces esa tortura?

- Oiga usted, pero al menos así sus amigos lo recuerdan, sepa apreciar el tiempo que le dedican.

- ¿Me recuerdan? ¡JA! Claro que no, soy uno más en la lista y no saben ni a quienes se lo están mandando, lo hacen al por mayor, en montón, a destajo.

A veces me dan ganas de decir: "Métanse los mensajes a través del esfínter anal, a ver si así se quedan tranquilos, que ya me tienen con los embriones hervidos", pero como es muy feo, me aguanto.

- Cuál esfínter ¿el externo o el interno?

- ¡Ay... cómo me provoca usted...! ¡Por los dos!

Concluyamos el asunto que se está haciendo long play, y para lo que hay que tratar ya está bueno de ancho y de largo. En resumen, tenemos diez conclusiones que van a continuación: 

1- Para eso han inventado Internet, la transmisión digital de textos, imágenes y sonidos: para mandar saluditos que casi nadie lee.

2- Si Usted esperaba que le envíen otra cosa, es un inadaptado: No joda.

3- Si su señora le manda uno, emociónese y hágaselo saber. No olvide celebrar la ocurrencia, no importa que sea ajena.

4- Si se lo envía la que le jedi, bórrelo en el acto, del equipo y de la mente, o es hombre muerto.

5- Si se lo envía su cuñada, haga lo mismo que el Nº 4.

6- Si se lo envía su cuñado, haga lo mismo que el Nº 3.

7- Si no se lo envía nadie, usted es un grandísimo suertudo, cuéntenos su secreto.

8- Si se lo envían todos, es tiempo de hacer una limpieza en sus contactos.

9- Si no re-envía ninguno, Usted es una persona respetuosa, culta y emocionalmente centrada.

10- Si Usted re-envía todos, no sé qué hace acá, y alégrese que la tecnología no permite todavía sacarlo por la fuerza de esta página.
(En ciertos casos sí permite, como el bloqueo, que casi no uso porque lo considero muy agresivo y cobarde).
~

P.S. Acabo de recibir un texto con pensamientos que me parecen escritos especialmente para mi, me lo envió una persona especial, solo lo re-envió, pero me hizo bien. Esto cuestiona todo lo dicho antes ¿Qué hacer entonces con este escrito? Publicarlo o no publicarlo, he ahí el dilema.
Si lo leen es porque lo publiqué, obvio. O sea que en ciertos casos se justifica el re-envío...  la cuestión es saber cuándo.
~

domingo, 24 de marzo de 2019

Protema de la jarjutria: Sorneto


¡Agárrense submarcundos!

Un protema a la jarjutria

Es una vergüenza cómo se discuten cuestiones secundarias y superfluas mientras la situación está patas para arriba. Que si desaforamos a este, que si les aumentamos el sueldo, que si la presa está bien presa, que si es un abuso... ¡No señores! no es eso, es mucho más.
Se trata de una infestación de la peor plaga que puede atacar a la "democracia", que de democracia solo tiene las letras porque aparte de eso ni michi, todo es burundanga; Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, y a chuparse el descalabro entre todos los de abajo.
¡Los delincuentes han llegado al extremo de querer escoger jueces y fiscales! y lo dicen con el mayor desparpajo que imaginar se pueda.

- Cambien al fiscal porque no hace bien su trabajo, me quiere meter preso.

¡Que buena roncha! ¡Mucha cancha y gran carcancha! ¡Qué se han creído estos hijos de la zarzuela para querer robar en nuestras narices! Está bien que haya derechos para todos, incluidos los torcidos, pero que pretendan apoderarse de todos los poderes y aparatos del Estado de manera abierta y descarada no se puede permitir. Si los dejamos, pasaremos a la historia como la Generación de Mierda, así, con todas sus letras. 

Pero esto se acabó.
Vamos a proceder sin ambages ni medias tintas, al que surna, lo acostramos; al que zapta, mucho más, y al que resnuba no le vamos a dejar ni el rulo de la marquisonda en su lugar. ¡Agárrense submarcundos!
¡Porque no funtaba curlo! Alcornoquios desmunizados que prechulan la chulapi! ¡Nunca!
¡¿Mascornudios entrompados masculando el escarnapio?! ¡Menos!
¡Jamás los cusnaremos de inculpir el esculapio! ¡Ni un suso atrás en el brídito consuno!
¡Sí, carujo!
Estrombólidos promiscuos entrachando la chorreta, quedan más estriboleros que manúsculos bifásticos.
¡Me amargué! Al carraca hijo de puta que me estripe la sapatia lo dentro en el subterculeo con la mándila carcacha, y a llorarle a la crechencha que lo partió de mamanda.
¡Curlo dicho, me resbala!
¿No se entendió?... ¡Da lo mismo! Igual les damos por cutro.


La jarjutria


¡Podrido de la jarjutria,
incostado de pretales,
les voy a dar a raudales
¡hijos son de la gran putria!

¿Que si manchan el bretulio?
¿Que si acojinan las trancas?
¡Vayan a plastar sus ancas
a la muca del estulio!

Porque yo el indisoluto,
entre mutas y postrancas,
les voy a raspar en cruto,

sin temblor en la palanca
procedo a tapar el ruto
¡a ver quien los desentranca!
 ~

domingo, 17 de marzo de 2019

Otras realidades y ciertas desviaciones


Hay realidades alternativas

No lo digo yo, lo dice la física cuántica: cada individuo tiene su propia realidad. Incluso dos personas observando el mismo elemento pueden experimentar dos realidades diferentes y hasta contrarias o conflictivas. Eso se da con mayor frecuencia y también con más claridad en ciertos casos...

- ¡Qué hermosa mujer! Piensa el marido mientras observa a una mujer que pasa cerca (observen que dije "piensa" y no "dice", porque ese marido pertenece a la especie seleccionada por la naturaleza para sobrevivir, lo que se llama la selección natural, y por eso mismo está vivo: porque piensa más de lo que habla).

- ¡Qué mujer tan ordinaria! Dice su mujer (observen que dije "dice" y no "piensa", porque esa mujer pertenece también a la especie seleccionada por la naturaleza, lo que se llama la selección natural, y por eso mismo está viva: porque habla más de lo que piensa).

Como podemos ver, apenas iniciado el estudio ya se presentan diferentes formas de existencia, en este caso de dos en dos, porque son dos los individuos observadores y porque la observada no se cuenta; y no se cuenta porque hay cosas que es mejor no contar, al menos para un caballero, si queremos chismear tenemos a la dama... cuál de ellas, no importa, con cualquiera de las dos el chisme se da por hecho.
Salta a la vista que la mujer que pasaba cerca algo tiene, de lo contrario pasaría inadvertida para ambos sujetos de estudio, o sea el mirón (observador le dicen) y su mujer. Y me preguntarán, o se preguntarán ustedes ¿por qué la selección natural prefiere al hombre pensante y a la mujer hablante? Sigan preguntándoselo y cuando encuentren una razón, me avisan.

 - Lo vi al baboso de Ermenegildo, estaba con su mujer pero igual me miraba como si estuviera solo... ¡el degenerado!

Ya me imagino cómo le habrá caído después, porque su mujer es una fiera.

Ya vamos teniendo otras realidades alternativas, basadas en la observación de cada individuo estudiado, en este caso se trata de "individuas", lo que hace más variado el recuento de realidades alternas. O sea que el tipo se jodió - hasta la observada se dio cuenta - y como también salta a la vista, este ejemplar masculino pasará a encontrarse en vías de extinción, cuando a su mujer se le dé por arreglar las cuentas. El verdadero homo sapiens, sapie bien cómo mirar sin ser pescado, para eso me remito a mi tratado correspondiente.

- Usted parece machista, oiga, siempre haciendo diferencia entre hombres y mujeres.

- ¿Y para usted son lo mismo? Necesita ver a un oculista, solo verlo, y luego a una oculista, y ahí me dice si sigue pensando igual.

Ya dirán, este estudio no llega a ninguna parte, y claro que no, con estudios como estos no se llega nunca a nada, bastante trabajo y esfuerzo tenemos con solo realizarlo. Y si no me cree, aquí otra muestra de ello.

- ¿De qué?

- Del esfuerzo, pues, de qué sino...

Salió el científico social a realizar una investigación de campo, como quien dice un estudio in situ, in loco, o sea allí mismo donde suceden los acontecimientos. Él no sabía nada de física cuántica ni de realidades alternativas, o si lo sabía no lo tenía en cuenta para el estudio porque, pragmático él, creía que a las ciencias era mejor tratarlas como disciplinas aparte, diferenciadas, como quien dice en compartimientos estancos, cada una en su sitio, para no tener que lidiar con variables inesperadas.
Salió rumbo a la discoteca, bar, cantina o cómo se llame ahora el moderno chupadero para ambos sexos. Llegó sano... lo que no implica necesariamente que tenga que salir enfermo más tarde, tampoco quiere decir que se le haya curado milagrosamente su hiperplasia prostática benigna, que de benigna solo tiene el nombre porque jode más que señora aburrida en viernes santo; no, llegó sano implica únicamente, para efectos del presente estudio, que el señor científico no tenía rastros de alcohol en sangre, estaba sobrio y lúcido, no había ingerido alcohol... nada más, porque sano, lo que se dice sano, casi nadie lo está después de los cincuenta, y este nuestro ejemplar tiene ya más de sesenta otoños contados desde que lo parió la santa madre que mejor lo hubiera dejado nomás en óvulo, en fin , cada uno y su suerte, o falta de ella en este caso.

- ¡Puta que larga!

- ¡Grosero! ¡Se lo digo con respeto pero con energía, zámpese esa!

Se sentó, porque ya estaba adentro del local llamado La Burra Mitológica, o La Barra Alucinógena, algo por el estilo... y pidió, canchero ¡un whisky! El barman, con un mandil a colores que parecía arco iris, le volteó la cara como enojado, a su lado, otro cliente del bar le dice:

- Llámelo por su nombre, sino, no atiende.

Parece que el barman escuchó el consejo, porque como para completar lo dicho se volteó hacia el investigador y, muy coqueto, se acomodó de tal manera que la placa con su nombre le quedaba cerca de los ojos al mencionado sujeto, quien miró y dijo, sin dar crédito a su propia voz cuando se escuchó diciendo:

- Gym Queen... un wisky por favor...

- ¡Con mil amores...!

¡A la gran flauta! ¿dónde había ido a parar? Buscó la tarjeta con el nombre del establecimiento que le había proporcionado un amigo de confianza para comenzar su trabajo de campo, y se encontró con la diferencia que gritaba su error, se encontraba en el lugar equivocado.

Él, que había querido hacer un estudio concienzudo referente a la atracción entre hembras y varones dentro del habitat post-moderno de la gran urbe, se encontraba en una disco gay, frecuentada, como su nombre no solo lo indica sino que hasta lo grita, por personas homosexuales. Y encima se había pedido un wisky...

Gym Queen lo miraba con ojitos soñadores mientras le preguntaba con voz acaramelada:

- ¿Lo quieres con hielo?

Se fue al carujo el estudio, el investigador anda por allí preparando otra pesquisa, esta vez con mayor precisión en los datos previos.
~

domingo, 10 de marzo de 2019

Distopía de género - A dónde vamos


Distopía - sin cara visible


Distopía es antónimo de utopía, significa una "utopía negativa" donde la realidad transcurre en términos contrarios a los de una sociedad ideal, representando una sociedad hipotética indeseable.


- Está usted hermosa señorita.

- Gracias.

Y se va feliz y sonriente la joven mujer, con la frente en alto y más radiante aún que antes del piropo. Él, un hombre de mediana edad, sigue su camino, también satisfecho del gentil agradecimiento... sucedió allá por los años de mil novecientos cincuenta y... ¡No! sucedió hace apenas un rato, en alguna parte de este mundo que hace malabarismos por equilibrarse entre el feminismo, el machismo, lo políticamente correcto y las nuevas tendencias, modas y esquizofrenias varias.

Una cuadra más allá, otra escena de similar comienzo pero muy distintas consecuencias. Una mujer hermosa camina por la acera, lleva un gracioso vestido que parece de tul, fino, delicado y leve, y al viento travieso y juguetón se le da por dibujar el cuerpo de la mujer usando la tela del vestido como pincel, no cabe duda que es bella; la gente la mira, sobre todo los varones (porque barones no hay) que se quedan un momento fuera de sí observando alejarse o acercarse - dependiendo de la posición de cada uno - a la preciosura que el día les regala. Uno de ellos, llevado por el entusiasmo que despierta el rítmico caminar de la muchacha, le dice, sinceramente y sin segundas intenciones: 

- Está usted hermosa, señorita.

- ¡QUÉ LE PASA, OIGA! ¡ASQUEROSO!

El hombre se quedó mudo de espanto ante la reacción de la hermosa ¿dama? a causa de sus palabras.

- Disculpe, seño... - trató de disculparse, porque aunque no se sentía culpable de nada, se daba perfecta cuenta que dadas las circunstancias cualquier explicación sería inútil y tal vez, solo tal vez, una disculpa podría lograr calmar en algo la situación.

- !QUÉ DISCULPE NI NADA! ¡SE QUEDÓ CALLADO COMO TODO ACOSADOR! ¡Y AHORA SE QUIERE DAR DE MUY CORRECTO! ¡POLICIAAAAAA!!! ¡POLICIAAAA!!!

La mujer se puso a gritar mientras el hombre, avergonzado por el escándalo, no por sus palabras, pensaba en irse para no agravar las cosas, pero ya la gente, y un policía, lo rodeaban. Después de oír unas pocas palabras entre los muchos gritos destemplados de la histérica mujer, el guardián del orden público lo encaró.

- ¡Sus papeles! - Exigió lapidario el guardia. El hombre, mientras ensayaba una explicación sacaba su billetera y le alcanzaba su tarjeta de identidad al policía.

- Va a tener que acompañarme a la comisaría - dijo fríamente - Usted puede seguir su camino, señorita - sonó melodiosa, casi melosa, la voz del mismo guardia.

La situación se ponía complicada, porque sin la presencia de la supuesta acosada no sabía el pobre hombre de qué lo podrían acusar; tal vez fuera mejor así, pero también podía ser peor: acusado en ausencia, no cabría mayor defensa ni mucho menos esperanza de ser disculpado de una brumosa culpabilidad que ahora lo amenazaba de manera lúgubre, como la cara del policía que andaba a su lado diciendo: no se le ocurra huir que sería peor para usted, caballero.

"Caballero" le sonaba más cercano a indicación de baño público que a cortesía. Llegaron después de una caminata de solo tres cuadras. Entraron al edificio y fue conducido a una puerta con un cartel que decía "Comandancia". Tome asiento, escuchó decir, y luego la voz del jefe:

- ¿Qué pasó?

- Otra vez la loca esa, mi comandante, y la gente chismosa... usté sabe, me lo tuve que traer.

El sujeto no podía dar crédito a lo que estaba oyendo... ¿será un sueño? ¿un delirio mío? se preguntaba, cuando lo sacó de su perplejidad la voz del jefe que le decía entre jocoso y serio:

- Está difícil la cosa, estimado amigo... espero que comprenda y sepa disculpar el inconveniente, pero creo que entre hombres nos entendemos mejor. La gente está aburrida de tanto relajo, de tanto sinvergüenza, de tanto robo descarado y demás cosas que son su pan de cada día, pero resulta que ahora se la están agarrando con los "acosadores", son su válvula de escape, ven acosadores en cada individuo que pasa, cada acto inofensivo lo interpretan como el súmmum de la perversión, y esperan de la policía un desempeño acorde a sus expectativas del medioevo... ¡anhelan la santa inquisición! ¡ya casi están pidiendo fogatas para quemar vivos a los acosadores! Comprenderá entonces que el guardia hizo lo más adecuado al traerlo aquí. Venga, sírvase un cafecito para pasar el disgusto - agregó mientras lo servía de un termo que tenía sobre su amplo escritorio.

- ¿Conoce a la mujer? - preguntó el detenido.

- ¡Demasiado la conocemos! Alguna vez hasta hemos tenido que meter preso a algún pobre infeliz solo para darle gusto a la susodicha. Las mujeres nos están sobrepasando, amigo... estamos jodidos... y como son seres semi-irracionales, llevamos las de perder... ¿ha oído hablar del club?

- No... ¿qué club?

- Se ha formado un club de varones para resistir el embate, es una organización semi secreta, algo así como el KKK de otros tiempos, pero esta vez creemos que el objetivo es más loable que matar negros: Queremos volver a meter a la mujer en la cocina... y en la cama... ¿por qué no?

Sintió un súbito vértigo, se agarró del borde del escritorio y terminó de un trago el café que tenía en el vasito de plástico. Era increíble... hombres contra mujeres en una lucha disparatada, no podía ser cierto... apenas unos días atrás conversaba con una amiga sobre el tema y todo parecía normal... no, no lo podía creer.

- ... porque se están creyendo el cuento de la igualdad, y más todavía, señor, ya se creen superiores al hombre, eso pasa cuando se les da la mano... no señor... a la mujer y al mulo, palo en el...

Asombrado veía como el comandante parecía transformarse: por alguna rara combinación de luces y sombras el uniforme del oficial se veía de color negro, y un extraño bigote que no había notado antes le daba un aire de macabra autoridad.

- ... criar hijos y cocinar, esa es su función superior cuando no se dedican a la limpieza... ¿puede acaso un hombre cuidar a un niño durante horas?  ¡Claro que no! ¡La mujer sí puede porque es infantil y está en el mismo nivel que el niño! Aparentemente maduran antes, pero eso es solo porque maduran menos que el hombre... el hombre madura más y por eso le lleva más tiempo ese proceso... ¡y es allí donde más hay que cuidarse de su influjo! ¡saben lo que tienen y nos están jodiendo! ¡Sí señor, nos están jodiendo! ¡Pero eso se acabó! Si lo desea... bienvenido al club...

No pudo más y salió tambaleándose de la oficina del comandante, el guardia lo ayudaba a caminar mientras le preguntaba si no quería descansar un rato en una de las celdas... ni pensar... él solo quería salir de allí y de alguna manera confirmar que todo eso no era más que un mal sueño, una fea pesadilla. Hay cosas que es mejor no tocar, pensaba, tan bien no estábamos pero esto es peor que lo peor que pasaba antes.

Salió de la comisaría, ahora ya ni saluda a las mujeres, desde ese día las ve distintas... y hay veces que la idea del club ya no le parece tan descabellada.
~

Para distender la tensión que pueda haber dejado la narración anterior, tomemos a la ligera lo que está pasando y hagamos algo más superficial con la temible palabreja esa: acoso, como una forma de exorcizar el mal que trae aparejado, y también con su prima hermana, la seducción.


Soneto pa'l acoso


Acósame que te acoso
y los dos nos acosamos,
de pasada nos calmamos
el gustito y el antojo;

acósame preciosura
con todos tus atributos,
aunque no soy impoluto
sé gozar de tu blancura.

Acósame y al final
si me quieres meter preso,
me tendrás que denunciar...

¡y denúnciame nomás!
que es lo que está de moda,
ya ves, no faltaba más.


Soneto seductor


Sedúceme y te seduzco,
los dos ya nos seducimos,
hicimos lo que pudimos,
lo sé, porque te conozco.

Sedúceme negra linda
y atrápame en tus pestañas
porque me muero de ganas
de tener lo que me brindas.

Sedúceme que al final
yo hago lo que tú quieras,
pero nunca pienses mal,

que si seducida quedas,
con la situación actual,
espero que a todo accedas.
~

domingo, 3 de marzo de 2019

A esa cosa



Imagen: freepik.es

Este blog comenzó en 2013, en diciembre, y debido a la falta de experiencia publiqué una serie de poesías todas juntas, atiborrando el blog y con esa ingenuidad rayana en la ignorancia, sin saberlo hacía lo posible para que nadie leyera nada. Eran tiempos de inicio, no tenía lectores, y así se fueron para el olvido algunas composiciones que tal vez, solo tal vez, pudieran haber tenido mejor acogida. 
Ahora, con más lectores que no sé a ciencia cierta qué es lo que le encuentran de bueno a mis escritos, me parece que es justo darles una nueva oportunidad a esos versos olvidados y perdidos en la web...  Ada... Adapto los versos para darles ese segundo aliento que, una de dos, los haga acreedores al aplauso que se merecen, o surjan de donde no debieron salir para llenarme de vergüenza ante tan selecto público.

-  Existe una tercera posibilidad: Que no los lea nadie.

- Cierto, mi querido aguafiestas, eso ya se verá.

En realidad, si estamos en una nueva era de despertar cósmico y trascendencia dimensional, no creo que baste una simple longaniza, canorte o socotroco para arruinar una reputación largamente ultrajada y menoscabada como la mía, que si de algo puede enorgullecerse es de no haber aceptado mantenerse en el pedestal en el que arteramente la han tratado de enchufar algunos distinguidos aliados que más parecen haber sido enviados por el adversario.
En estos tiempos en que vacilar a una pendeja trae peores consecuencias que robar, asesinar y violar un país entero, yo, cual kamikaze suicida (¿acaso hay kamikazes que no son suicidas?) me lanzo al ruedo con esta escandalosa producción de antaño solo para darme el gusto de jugar con la adrenalina.
Basta ya de tanto chamuyo, me cito a mí mismo para no arrastrar a nadie en la caída, allá van, y yo, muy suelto de huesos y de otros elementos anatómicos, los dejo ir a la ventura. Son los versos a la cosa esa que todos saben qué es aunque no siempre sepan emplearla de la mejor manera.

- ¿Y usted por qué no les enseña?

- Porque hasta ahora no termino de aprender.




A esa cosa...


(Mayores de ochenta)
Archivo del blog:11.12.13

Después de mi famosa trilogía:
si quiero que la cosa quede en paz
faltará que a ella ahora escriba,

es que algunos amigos lo han pedido
haciéndome notar en su reclamo
que no se trata de cualquier fulano,
que sin ella estaríamos perdidos.

- ¿Es ella o él? Total ¿en qué quedamos?
- Ésa es una de sus grandes cualidades:
ser ambos a la vez; cualquiera sabe
la infinidad de nombres que le damos.

Tenemos una más de las virtudes
que adornan a este ente indefinible
que lo hacen mostrarse apetecible
cuando alcanza sus mayores altitudes.

Es algo que se ubica por encima
de conceptos y clasificaciones,
no es que lo masculino no defina:
es sólo que no acepta condiciones.

Es ella  o es él, enorme y grande,
simbólico, perenne, insuperable
en sustantivos que lo hacen aceptable
y en adjetivos que el orgullo expanden.

Longaniza, animal, culebra, coso,
manguera, toluca, obelisco o trompa,
Pinocho, amigo, compañero, trozo,
lo que quiera escribir... todo lo nombra.

Verga, canorte, rata, miembro, pito
a ver cuál les parece más bonito,
poronga, canelón, ganso, meloso,
dígame usted cuál es el más gracioso.

Pedazo, joy stick y garumpeta,
pistolón, escopeta o carabina,
tras cualquiera de esos nombres se adivina
lo que brinda pasión y pataletas.

Todo lo explica, sea blando o duro.
muñeco, chupa-chup, monstruo, cañón,
paquete, bulto, mástil, saxofón.
Pendorcho, socotroco, riel, pirulo.

No seguir enumerando me da pena,
porque el noble animal tiene mil nombres,
y algunos más, depende que los hombres
sigamos entusiastas la faena.

Y no es porque me falten las palabras
tampoco la paciencia de rimarlas,
es por el tiempo de aquellos que leen,
sobre los nombres seguro que me creen.

Permítanme tan solo una yapita:
maciza, ñonga, pájaro, salchicha,
Tolonga, bergantín y vergonzoso,
masacuata, tunante y el mañoso.

Sin temor de haberlos ya cansado
en cosa de los nombres aún abundo,
faltaban mequetrefe y nauseabundo,
que supongo que a todos han gustado.

Macana, salchichón, sable, agrandado,
sabrosón, calientito y resbaloso,
¡ya basta! me dirán, ya está probado
con gran largura el argumento dado.

Sigamos con la alegre exposición
cortada por la extensa relación,
que en tamaño y largura se supone
el asunto tratado bien la impone.

Se escucha por allí que no interesa
demasiado el tamaño de la pieza,
aunque ese argumento es presumible
de aquellos que la tienen más humilde.

Pero hay algo que nadie ya discute:
hay que saber usarla con cuidado,
porque, según algunos, ya se han dado
casos en que el abuso repercute

en el poseedor del instrumento
y en la usufructuaria, éso depende
del esfuerzo al entrar, de la que atiende,
y si es duro en el fondo el sentimiento.

Tenerlo siempre adjunto no es tan fácil,
momentos hay en los que el muy travieso
insiste en ponerse enorme y tieso
sin importarle mucho dónde lo hace.

Digamos en la playa... complicada
y turbia situación en que nos mete,
ante desnuda fémina acomete
aunque esté la susodicha acompañada.

Sucede que en algunas circunstancias
 en que la gente apretada poco avanza,
digamos en el micro o procesión,
puede ser que despierte su pasión

y con esa inoportuna aparición
 hay veces en que a uno le depara
momentos de muy grande incomprensión
cuando él por su cuenta se prepara.

No avances más, ya se paró el caballo,
 no importa si el viaje a concluido,
hay que ver en qué lío te has metido
cuando no hallas manera de ocultarlo.

Es necesario tenerlo controlado
 concentrándose en alguna cosa ajena
cuando una dama con la boca llena
insiste en terminar con él menguado.

El párrafo anterior a algo se presta
 que sólo tu cerebro ha imaginado,
no soy tan grosero y descarado
para insinuar cuestiones deshonestas.

Nos alegramos de tenerla enhiesta
 cuando la noble faena comenzamos,
y algunas veces nos avergonzamos
si se duerme y acaba con la fiesta.

No siempre está en plenas condiciones,
es una situación que nos espanta,
más suele haber algunas ocasiones
y son aquellas en las que no levanta,

menos mal que son pocas o ninguna,
felizmente se encuentra siempre atento
a cumplir su destino tan contento
de llevarlas en un viaje hasta la luna.

~ o ~