domingo, 25 de agosto de 2019

El loco que escribe 2 - Depresión y trastorno bipolar


Dibujo: René de la Nuez


Como quedó dicho en el artículo anterior, origen de este y de los que vengan, o sea la madre de todos los artículos de esta serie, eso de loco es una descripción muy vaga y por lo tanto casi no define nada; loco puede ser cualquiera, por ejemplo:

- No seas loco... aquí no... nos van a oír los vecinos...

- ¡¿Cómo nos van a oír?!... si están como a cincuenta metros, hay ocho paredes de por medio y encima aceité el catre... con que muerdas algo será suficiente...  ¡eso no..!

Alguien tal vez pensará que me burlo del sufrimiento ajeno, que soy indolente, irresponsable y muchas cosas más. En mi defensa diré que mi objetivo no es herir sino más bien sanar, hacer que lo triste sea menos triste y hasta alegrar un minuto la vida de alguien.
Si lo anterior no convence, paso a mi segunda e inapelable argumentación: son tan pocos los que leen, que si me equivoqué en mi alegato anterior, el daño causado será mínimo, casi inexistente.

Entonces, siendo muy ambigua la definición de loco, tenemos que ser más precisos, y atribuirle al orate (al loco, pues) una dolencia concreta. Ya hice el uno... ahora toca hacer el dos... el trastorno mental número dos:
  
2) Humor. Fluctuaciones de extrema felicidad a la tristeza más absoluta. (El trastorno bipolar y la depresión).


No es teatro, es bipolaridad

Trastorno bipolar


Qué linda está la mañana,
fresca, límpida, soleada
y no la perturba nada:
buen inicio de semana.

Me quiero morir ahorita,
ya no aguanto tanta angustia,
tengo el alma enferma y mustia
y un dolor que muerde y grita.

Una linda palomita...
un murciélago asqueroso...
un sótano tenebroso...
una muchacha bonita...

¡Qué vaina ser bipolar
y entrar en cortocircuito!
A algunos jode el azar
y yo me jodo solito.
~




Si son ajenos, deprimen


Depresión


Ya me dio la depresión,
tampoco era para menos,
sabiendo que son ajenos
entré en horrible bajón;

tú con esa exhibición
que hasta a los santos provocas,
ablandas las duras rocas
y desatas confusión.

Es por eso que mi humor
se me chorreó como un moco
y a ti te parece poco
causar tanto sinsabor.

Por eso andan deprimidos
los que no tienen con qué,
los que no entienden por qué
y los que ya has exprimido.
~

domingo, 18 de agosto de 2019

El loco que escribe - parte 1



René de la Nuez, periodista y humorista cubano


Alguien calificó mi persona de esa manera. el loco está escribiendo, dijo... bueno, para la gente de mi edad, cuando éramos muchachos, eso de llamar loco a alguien no iba con ninguna mala intención, más bien todo lo contrario: se trataba casi de un título de valía popular o también podía ser un cierto reconocimiento de que el sujeto no era como la mayoría. El "loco" Fulano, se decía con cierto respeto y admiración de quien reconoce a un personaje notable, no se vislumbraba asomo de burla o desprecio. Recuerdo con cariño a algunos de ellos, amigos entrañables: el loco Arturo, el loco Horacio y el loco Abelardo.
Hoy no sé, decirle loco a alguien... dependiendo del país, el lugar y el contexto, puede terminar en una invitación para la confrontación violenta.
Bueno, decía yo que escuché decir "el loco está escribiendo", y dejando de lado el sincero aprecio de quien lo dijo, porque sé que es mi amigo, más o menos de mi edad y lo dijo al estilo "antiguo", intenté, como jugando para ver cuál sería el significado que otro podría interpretar, dándole el sentido literal a la expresión.
El loco está escribiendo ¿Para qué escribiría un loco? ¿Para quién? y ¿Sobre qué tratarían sus escritos?

- Ah caramba, se ofendió usted y no lo quiere admitir.

- No es éso, mi curiosidad es legítima; me gustaría entender por qué escribiría un loco.

Dando vueltas a la idea, y teniendo en cuenta que la palabra locura es bastante vaga e imprecisa, porque si la locura es lo que escapa a la normalidad, posiblemente todos estamos locos, y hasta el más cuerdo sería un loco que simplemente se ha adaptado mejor a la locura dominante. 
O sea que cualquiera, escriba o no, está loco. Ahora doy un paso más y me pregunto ¿Está más loco o menos loco quien escribe? y al instante percibo lo absurdo de la pregunta, porque cómo podemos determinar quién está más loco o menos loco, si ni siquiera sabemos si alguien de verdad lo está.

- Creo que el problema radica en que escogió un término muy vago y general: loco.

- Acertó usted, mi estimado, pero no le diga vago a un general porque lo meten preso aunque se haga al loco.

Veamos qué trastornos mentales serían los más comunes:

1) Ansiedad. Reaccionar con miedo y terror ante ciertos objetos o situaciones.




Ansiedad y miedo


Me jodió la cucaracha
que se apareció de pronto
y me dejó más que tonto
con esa su horrible facha,
además una muchacha
a mí me estaba observando
cuando salí disparando
como asustada vizcacha,
vergonzante papelón
por una nimia razón.

A Manuel le dio un infarto
al notar un bulto extraño
al alcance de la mano;
se puso tieso de espanto:
estaba solo en el cuarto
y ese asunto inesperado
lo dejó tan perturbado
que no vio que era un zapato,
pensó que era un cocodrilo
y hasta se sintió comido.

Juana sueña que es un hada
con varita y lindos tules,
sueña príncipes azules
de la noche a la mañana;
la bruja con la manzana
y con la cara de cujo
la espanta con un embrujo
y así la deja asustada:
la varita entre sus manos
se convirtió en un... enano.
~

Seguiré la semana que viene, si es que viene y si es semana, porque todo se puede poner en duda a estas alturas de los acontecimientos. Si viene sola o la traen a la fuerza, escribiré un poema basado en otra clase de trastorno, digamos que de...

2) Humor. Fluctuaciones de extrema felicidad a la tristeza más absoluta. (depresión y el trastorno bipolar).

Ya vendrá... 

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sábado, 17 de agosto de 2019

Día del niño - Cuento casi infantil



El 16 de agosto de cada año se celebra el Día del Niño Paraguayo. Esta fecha nos recuerda a los niños mártires de Acosta Ñu, que el 16 de agosto de 1869 se enfrentaron a soldados enemigos en la Guerra contra la Triple Alianza. 
Por supuesto que fue una masacre.







lunes, 12 de agosto de 2019

La yegua Lola y la técnica de la joda aparente


Acá está la yegua, no creo necesario decir cuál es Lola.

En este artículo, y quién sabe hasta cuando, aplicaré la técnica de la joda aparente, o de la crítica camuflada, también conocida como qué mezcla es esta o no sé qué quieres decirPorque si uno se ríe de algo, no quiere decir que no le importe nada más; y viceversa, si la situación te tiene podrido no significa que no seas capaz de ver la gracia de algunas cosas... qué cosas... depende de qué le caiga en gracia a cada uno, o una, porque las mujeres no solo han aprendido a leer sino que hasta leen cosas complejas y profundas como esta... como esta no es ni pretende ser.

- ¿Y cómo es esa técnica, oiga? ¿Cómo se expresa?

- Será fácil de advertir: hay un cambio de tema brusco, total, y luego un retorno simple y llano a lo anterior, como si nada hubiera pasado.

Eso será así para el lector atento, porque el distraído ni siquiera está presente en este espacio virtual de catacúmbicas influencias. En cuanto a las lectoras, no tienen  que estar atentas si no lo desean, que para eso estamos los caballeros: para darles la atención que se merecen y hasta un poco más, se la merezcan o no, poco importa.

- Ya mucha joda, oiga...

- Esta vez tiene razón, pero igual le digo que no sea metiche, yo veré cuánto es mucho. Vayamos al tema de hoy...

- ¿Recién?

- Sí, a partir de acá empieza lo que se va a tratar. Estábamos en la introducción, no me diga que no lo notó... aguante nomás que acá viene el artículo.


La yegua Lola


No hay nada que hacer, la poesía seria es cosa de gente también seria, y sobre todo culta y sensible y aunque mi seriedad, cultura y sensibilidad puedan ser puestas en duda, también me gusta mucho (me gusta mucho la poesía seria, de eso estamos hablando) y a veces hasta se me da bien (lo mismo, la poesía seria); pero la poesía jocosa me persigue y me asalta cuando menos lo espero; esta vez en forma de yegua, que como verán es un animal muy divertido y juguetón. Como es yegua, para evitar confusiones diré que es divertida y juguetona.

- ¿Con qué juega la yegua?

- No sea indiscreto, oiga. 

Así como no solo de pan vive el hombre sino también de etc. etc; así la yegua no solo juega con juguetes sino también con el... y con los...
En estos países con gobiernos títeres, se discute de política como si cada país o cada gobierno pudiera hacer o estuviera haciendo - mal o bien - lo que se propone hacer, lo que tiene planeado o lo que puede: Pero NO; cada uno está haciendo equilibrio en la cuerda floja como le manda caminar el patrón, tratando que la mayoría de la población no se dé cuenta. Para eso hay distracciones de todos los gustos y colores ¿Viva la independencia? Ja, ja, ja, (con comas, como manda la academia) que chiste cruel y ya sin gracia; y así andamos festejando bicentenarios ¡Por favor!

Como ya dije, el amor por los animales ocupa un lugar de preferencia entre los rasgos de mi personalidad. Ya le escribí más de un poema al perro, amigo fiel como ninguno; también los gatos han recibido lo suyo, o sea el cariño que les corresponde, a través de mis versos; y varios otros animales han estado presentes en mi vasta (y a veces basta) obra, hasta la vizcacha (que es con V y no con B, o sea que no es bis-cacha, por lo tanto no es que tenga que hacerlo dos veces si no quiere). Por eso, no creo que las yeguas, que tienen lo suyo y lo prestan, hayan estado ausentes de mi modesta creación. Así es que reincido con la equina hembra: la yegua. 

- ¡Yegua! Ya desde el nombre emociona...

- Sí... pero dígalo bajito que puede haber niños cerca... todo preguntan y uno no sabe cómo explicar.



A la yegua Lola

(la que me movió la cola)

I
La yegua movió la cola
y empezó el apocalipsis,
o tal vez la paralipsis*
para no explicar la historia,

de esa cosa tan notoria,
y aunque el público me insiste,
la salté, cómo la viste,
sin truncar la narratoria.

- ¿Mas qué términos son esos?
¿Qué cosa quieren decir?
- No se me hagan a los quesos,

aprendan a "traducir"

y no se me pongan tiesos,
que así no puedo seguir.


*La Paralipsis, preterición o pretermisión es una figura retórica que consiste en declarar que se omite o pasa por alto algo, cuando de hecho se aprovecha la ocasión para llamar la atención sobre ello. Se introduce a menudo mediante expresiones como "por no mencionar", "sin hablar de", etc.

Continuemos...


II
¿Qué pasa mi dulce yegua,
tiene la cincha apretada?
¿Por qué se queda trabada
desde la primera legua?

Nunca me pidió una tregua,
jamás la vi tan cansada,
y solo en esta jornada
las patas de atrás le tiemblan.

Pobre animal, yo me bajo,
la dejo que llegue sola
y no le doy más trabajo;

peor cuando la controlan,
comienza con el relajo
y a nadie le da más bola.


III
Es así la yegua Lola,
juguetona, atravesada,
cariñosa y alocada,
temeraria y caprichosa.

A veces quiere montar
y otras veces ser montada,
esa condición le es dada
porque se deja aupar.

De ver a mi yegua linda
se me hace agua la boca
y el corazón me relincha.

Su dulzura me provoca,
así la pasión se hincha
y el alma se me desboca.
~

domingo, 4 de agosto de 2019

A san Cirilo, de parte de Hipatia, ambos de Alejandría.


Hypatia de Alejandría


Ayer me encontré con Hipatia (o Hypatia), la sabia maestra, matemática y filósofa de Alejandría, la misma que murió a manos (es un decir, porque usaron cuchillos, piedras y también los pies) de una turba de enajenados religiosos peores que esas hordas de muertos vivientes que se ven en esas películas de terror infantil. Menos mal que ya no estoy, me dijo, qué desastre han hecho de este mundo. Cuando le pregunté si su nombre era Hypatia o Hipatia, me miró con algo de piedad y dijo:

- Tú escribes en Castellano, y en tu idioma durante siglos fue Hypatia, pero lo veo muy griego y yo soy... era egipcia... pero eso ya no importa, ponle Hipatia, más sencillo.

- Gracias por iluminarme, mi reina. Respondí galante.

Ella me hizo ojito y seguimos conversando. No importa cómo ni dónde nos encontramos, lo que interesa es lo que me dijo; me pidió a mí, justamente a mí, habiendo tantos otros escritores casi con talento, que le escriba algo a Don Cirilo, el santo que puso a la turba contra ella, que participó en la masacre y para completar el carnaval de sangre y fuego terminó quemando la biblioteca de Alejandría, la más grande e importante de la época y de toda la historia hasta muchos siglos después, una de las siete maravillas del mundo antiguo. Nos dejaron en ayunas de saberes inimaginables, en pocas palabras, nos jodieron ¡Cuánto mejor hubiera sido que Cirilo fuera ateo! pero no... salió religioso el interfecto.

- ¿Y qué quieres que le escriba? - pregunté.

- Lo dejo a tu criterio. - respondió coqueta.

Es poco conocida la historia de Hipatia, hija de  Teón, que a pesar del nombre no era lo que podría parecer sino todo lo contrario, y además era astrónomo.
Gracias a esas enseñanzas y otras más, Hipatia llegó a ser lo que fue, y no fue poca cosa. No quiero decir que todo el mérito fuera de Teón, yo tampoco soy tan... astrónomo, pero no vamos a negar la influencia que un buen padre tiene sobre su prole.
Quede dicho y registrado en estas páginas que Teón era un tipo inteligente y culto, tanto así que al igual que muchos otros que amamos a nuestras hijas, le enseñó gran parte de lo que sabía y le inculcó a Hipatia el amor por la ciencia y la sabiduría. Teón, como hombre recto que era, pensaba que la mujer podía saber tanto como el hombre. Lo que no sabía Teón y tal vez sí sospechó Cirilo, es que saben más... saben mucho más...

¡Cirilo de Alejandría!
Hipatia era hermosa; mujer, culta e inteligente, (y no era religiosa); la combinación perfecta para ser odiada por los reaccionarios (para ser moderado en mi apreciación) de antes y de ahora, que la veían como una amenaza a sus endebles privilegios, porque si uno está seguro de lo que es y de lo que tiene y hace, no se asusta ante la inteligencia de una mujer, ni de mil. Pero ya ven... además, este era Obispo, lo cual me exime de tener que aportar más argumentos que expliquen la situación que trato de describir: Por un lado Hipatia; libre e inteligente; y por el otro lado el obispo dogmático, alucinado, temeroso de la sabiduría y los conocimientos que él no podía controlar, y sus trogloditas seguidores que de cristianos solo tenían el nombre. Y dio en lo que dio: una muchedumbre de inspirados religiosos linchando en plena calle y en pleno siglo V (que ahora nos parece viejo pero esa vez estaba nuevecito y recién empezaba, era el año 415) a una mujer que no les había hecho nada ni pensaba hacerlo.


Le pregunté a Hipatia si era el rencor o el deseo de venganza lo que la impulsaba a pedirme un escrito para el mencionado caballero. Me dijo que no, que el miedo, el terror, la ignorancia, la venganza y demás derivados son exclusivamente humanos y que ella, en el plano en que se encuentra, ya ha superado esas debilidades y por lo tanto está por encima de dichas mezquindades.

- ¿Entonces por qué? insistí para saber a qué atenerme en cuanto al contenido de lo que me pedía.

- Solo por joder - respondió conteniendo la risa - debes saber que la gracia y el buen humor trascienden el plano meramente humano y material, o sea... acá nos reímos de muchas cosas.

Aunque ya sospechaba que yo para joder soy bueno, no sabía que mi fama había alcanzado tales latitudes y altitudes, para no hablar de longitudes, por eso no puedo negar que me dejó sorprendido y a la vez maravillado la explicación de Hipatia, y hasta me daban ganas de morirme para seguirla al lugar en que ella habita, pero como nada me garantiza tal privilegio -porque Hipatia es Hipatia y yo nada más soy yo- y además tengo que cumplir con su encargo, opté... qué me queda, por seguir habitando este valle de lágrimas... que también pueden ser lágrimas de risa, por lo cual tan malo no es: algo tenemos de dioses. 

No quiero manchar de sangre y pellejos arrancados esta página, pero si les interesa pueden buscar la historia de Hypatia de Alejandría y verán que me quedé corto en mis apreciaciones anteriores. Ahora mi intención es otra: dar a conocer al autor* material e intelectual de esa salvajada, que a pesar de haber atravesado los siglos, sigue siendo medio ignorada, no se le hace la publicidad y justicia suficientes: Hipatia no se mató sola ni se quería morir; la biblioteca de Alejandría no "se incendió": la incendiaron, para que la gente fuera siempre ignorante y para que las mujeres no sirvieran para ninguna otra cosa que "cama, mesa y baño"; por eso, cumpliendo con el encargo de Hipatia; y también porque tuve un compañero de nombre Cirilo, casi tan agresivo como el obispo, que consiguió hacer que ese nombre me fuera antipático desde la primaria; es que me propuse poner mi grano de arena, o mejor mi contundente pedrada, en la memoria de San Cirilo, y que sea lo que Dios quiera.



Introducción

 

Dejo a un lado los sonetos.
A este loco alucinado,
décimas le he preparado.

En aguas turbias me meto,
y así mi nombre arriesgando
se las iré acomodando.
~

A san Cirilo

(De parte de Hipatia)


San Cirilo, no me burlo,
aunque sí me carcajeo,
lo que hiciste fue muy feo,
despiadado, cruel y burdo;
horripilante y absurdo;
ya te creías salvado
pero ahora te he alcanzado
pasados dieciséis siglos,
catecúmenos y bíblicos
y tu honor queda manchado.

No me burlo, pues, Cirilo,
es solo que te pesqué,
y si digo lo que sé
no vas a quedar tranquilo,
espero acabar de un tiro
con la escasa fama tuya,
si alguna hay, que se diluya,
y que seas conocido
de verdad por lo que has sido,
sin salirte con la tuya.

Y pensar que eras obispo
y santo en Alejandría,
cuando acusaste de harpía
(de imaginarlo me crispo)
a Hipatia, habráse visto,
a la hija de Teón,
la que sabía un montón,
mientras tú, como un maleante,
secundado de ignorantes
le hiciste cargamontón.

La mataron en tumulto;
descuartizada y quemada,
seguro que antes violada;
y no te escurras el bulto,
que fuiste tú por inculto
el que azuzando a la masa
con la biblioteca arrasa,
esa la de Alejandría
¡quién diría, madre mía!
horror que siglos traspasa.

Así, Cirilo, ¿Cuál fama?
si nadie te conocía,
gracias a las coplas mías
la santidad se te acaba
y pongo en alto a la dama,
Hipatia, la inteligente,
para que sepa la gente
la barbaridad que hiciste;
si cristiano te creíste
esta historia lo desmiente.
~

* ...Así, entre otros historiadores, Gonzalo Fernández (1985: 279-281) indica que «la práctica totalidad de las fuentes que existen acerca del linchamiento de Hipatia, atribuyen a Cirilo la inducción del asesinato» y valida esta opinión al afirmar que en lo sucesivo «Cirilo no se atrevió a realizar más actos violentos contra los filósofos paganos de Alejandría»; Marie Dzielska (1995: 97) apunta que, incluso si el crimen sucedió a sus espaldas, Cirilo debe ser considerado responsable en gran medida, «pues no hay ninguna duda de que fue uno de los instigadores principales de la campaña de difamación contra Hipatia, fomentando el prejuicio y la animosidad contra la filósofa y suscitando miedo sobre las consecuencias de sus presuntos hechizos de magia negra sobre el prefecto, los fieles de la comunidad cristiana y, de hecho, la ciudad en su conjunto»; José María Blázquez (2004: 14) considera la muerte de Hipatia un «éxito de Cirilo»; el mismo autor, en un estudio posterior (2008: 469) considera «muy probable» que Cirilo, al que califica de «hombre sin escrúpulos», fuera responsable del asesinato. Sin embargo, el teólogo católico Johannes Quasten afirma que «no parece que existan pruebas de que él tuviera parte en tan horrendo crimen»
Johannes Quasten, Patrología II, Cirilo de Alejandría)