domingo, 25 de junio de 2017

El Crátilo de Platón y el Cratilo de Borges



Si (como afirma el griego en el Cratilo)
el nombre es arquetipo de la cosa
en las letras de 'rosa'  está la rosa
y todo el Nilo en la palabra 'nilo'.
(Fragmento de El Golem - Jorge Luis Borges)


Así comienza una de las mejores poesías de Jorge Luis Borges, si es que se pueden clasificar en mejores y... superiores; se titula El Golem y basándose tanto en Platón como en otras antiguas tradiciones, narra la invención de un hombre artificial que cobra vida cuando su fabricante consigue descubrir la palabra que es el nombre de Dios y que por lo mismo lleva consigo todas sus cualidades, o sea que en el nombre de Dios - no nos dice cuál es - están la omnipotencia y demás atributos del mismo. Eso hace que el muñeco cobre vida, luego Borges termina con inquietantes pensamientos sobre la existencia de Dios. Esta poesía es una de las que más me gustan, después de Límites, pero... ¿Qué es ese Cratilo que rima con Nilo? Podemos deducir que el griego no es otro que Platón, y entonces El Cratilo sería una de sus obras, porque Platón, que era filósofo, nos ha dejado bastantes obras escritas.
No vamos a tratar de esta obra, pero si a alguien le interesa, aquí está El Crátilo.  Lo que me lleva a este coloquio es algo muy simple, tanto que hasta no me parecía merecedor de una página.
Se trata de lo siguiente: Para que rime con Nilo, la palabra debería ser grave, CRATILO, con la sílaba tónica en TI, pero en realidad la palabra correcta, en este caso el nombre del libro que es también el nombre de uno de los personajes del citado diálogo platónico, es CRÁTILO, con acento ortográfico en CRÁ de Crátilo (Κρατύλος, para mis muchos lectores que dominan el griego).
Y esto nos malogra el poema ¿Qué hacemos? ¿Leeremos Crátilo para ser correctos y arruinamos la rima y musicalidad de Borges, o leemos Cratilo y seguimos tan contentos como antes?

- ¿Y para eso tanta explicación? ¿Pretende encontrarle defectos a la obra de Borges?

- No, solamente quería compartir mi inquietud y tal vez encontrar alguien que explique el asunto. Si es Crátilo entonces no es Cratilo, y ya no rima con el Nilo.

A continuación, mi propio poema inspirado en los pensamientos y dudas que surgen en mí cuando considero esa cuestión de Crátilo y Cratilo. Aunque sé que no es fácil, suplico encarecidamente (todo está caro) que se lea Crátilo cuando lleva tilde, y Cratilo cuando no la lleva.




CRÁTILO o CRATILO



Si leyendo de Borges el Cratilo
quisiera pronunciarlo como el Crátilo 
suena el verso mal por antipático
y por la culata se nos pierde el tiro.

Porque hallar una rima para Crátilo
me sale más difícil que Cratilo
la cual fácilmente yo consigo,
y con la otra siéntome lunático;

cojea el verso cuando digo Crátilo
hasta parece que pinchó un neumático;
va suavecito si digo Catrilo,
es como tomar aguita de tilo.

Como la que dice que no tiene márido
y pasa sus noches en desierto árido,
mientras que la otra que tiene marido
se siente contenta con lo recibido.

Si me insisten con el viejo Crátilo
 tendré que escribirlo sobre un rótulo,
mas si permanezco con cratilo
seguro me quedo más tranquilo.

Me imponen por fuerza usar el Crátilo
como si fuera un insalvable obstáculo,
yo les digo nomás que con Cratilo
es fácil enrollar, como un pabilo;

si aún así, insisten con el Crátilo
es posible que me ponga estático;
permitan que me quede con Cratilo,
y así sigo, lo leo y no vacilo.

No atormenten más con ese Crátilo
que parece problema de informático;
también dejen en paz al tal Cratilo,
que por la angustia ya bajó unos kilos.

Que ponga Crátilo hay otro que me apremia
en representación de la Real Academia,
mientras con Cratilo no me faltan ganas
de salirme alegremente por las ramas.

Ni a Cratilo ni a Crátilo me inclino
por las habladurías que imagino,
mas si tienes interés en el asunto
con todo gusto yo te aclaro el punto.
~

domingo, 18 de junio de 2017

Día del Padre: Carne para el asadito

Esta es una de las más decentes, será porque está amarrada.


Hace una semana que vengo recibiendo "divertidos" mensajes por el día del padre, divertidos digo por decir algo, porque todo en exceso cansa. Me llenaron el celular de fotos de mujeres exhibicionistas mostrando todo lo que uno se puede imaginar y lo que no se puede imaginar también... son tan descaradas las muchachas esas, las de las fotografías, que me parece que debería intervenir alguno de esos movimientos feministas, de defensa de la mujer o de lo que sea, porque estas locas las están dejando a todas mal paradas; mientras otras, no precisamente mujeres, han debido quedar muy bien paradas y, bueno... tengo el celular que ya parece catálogo de prostíbulo, y me da vergüenza...

- Oiga, ¡¿Y por qué no elimina esas fotos si tanto le disgustan?!

- No sea metiche, oiga, inoportuno como siempre.

Claro que las he borrado, pero antes tuve que mirarlas porque uno no sabe lo que es hasta que lo ve; no se puede andar con esa carga tan pesada en el bolsillo, me refiero al celular, no a otra cosa porque esa otra cosa no se lleva en el bolsillo. Así vemos que los tiempos están cambiando, antes había hombres que pasaban su vida sin ver una, salvo los ginecólogos, porque los demás se la encontraban en la oscuridad, o en un ángulo desfavorable para el examen directo de la cosa, o de manera tan fugaz que no había tiempo que perder ni ganas de ponerse a investigar los distintos elementos exteriores y/u/o/e interiores; se hacían las cosas más o menos al cálculo y se agarraba más que se miraba, dependiendo de... de qué, pues de la colaboración recibida o no durante la función, actividad, diligencia y/o/u ocupación de lo no expuesto pero tal vez imaginado... pero no siempre, total, se pasaban la vida, se iban las ganas y se morían sin haberla visto bien ni mal; mientras que ahora, aun sin quererla ni buscarla se te presenta en todas partes, es como el aire y el agua, elementos omnipresentes en la existencia, y ahora esa, la innombrable cosa, retratada en blanco y negro y en colores, en vista fija y movimientos, en plano, perspectiva y 3D; al natural o deshuesada, ejem... no, digo depilada o rasurada, vaya con la cosa, siempre presente hasta donde no se la espera, abundante como nunca antes, despojada no solo de vestimentas sino de recato y misterio, ya no es esa cosa que se esconde, es la cosa que te salta a la cara al menor descuido, y puede venir agazapada hasta en el saludo de tu mejor amigo. ¡Ya no se puede confiar en nadie! 

- ¿De qué está hablando, oiga?

- De qué va a ser, pues; de eso... no me diga que no la ha visto.

Antes se la buscaba, se la espiaba, se la imaginaba... En cambio ahora ya hasta molesta con tanto insolente descaro, con su perenne y atrevida presencia. Tengo por allí un libro de profecías de los años cincuenta del siglo pasado, que acierta algunas pocas cosas, y entre las que acertó hay una que me parecía difícil de realizarse, y decía:

"La mujer se desnudará en público, escandalizando primero, molestando después"; ¡cómo van a molestar, no señor! decía yo, llevado por mi puro entusiasmo juvenil en aquellos tiempos pudorosos; si quieren desvestirse que se desvistan nomás; y ya ven, hemos llegado al momento que anunciaba la profecía.

- ¡Ja! ¿Me va a decir que le molestan? No le creo.

- Ya le dije que no sea metiche.

¿Y la poesía? - Pues con esa ternera al palo; la carnecita para la parrilla; el keke y el merengue; ya no me atrevo a hacer versos porque no sé qué cosa me pueda salir, esta vez, por respeto al público lector, me limitaré a lo siguiente:


La ternerita


Me la traen bien atada
de las patas y el pescuezo,
como soy bueno la dejo
que corra con la manada;
yo prefiero una ensalada
que no me trae problemas,
como es fresca no te quemas
y es siempre bien aceptada.

Pero nadie piense mal
que no he cambiado mis gustos,
solo alejo los disgustos
evitando lo animal,
aunque a la menor señal
de un retozo mano a mano,
ya no soy vegetariano
y me meto hasta el corral
~

domingo, 11 de junio de 2017

¡Qué mundo tan lindo!


Es un mundo hermoso, no hay duda de ello, lo notamos cuando observamos las maravillas de la naturaleza; también las obras del hombre, tanto en el arte como en la ciencia y la tecnología, son impresionantes, como para sentirse orgullosos, pero... siempre hay un pero, las armas, las guerras, la contaminación y el desperdicio; el egoísmo que lleva a unos pocos a querer acaparar todo lo que sea posible sin importar a quienes dañen, es la parte fea de este mundo tan lindo.
Algunos se mueven en este mundo como peces en el agua, a pesar de lo mencionado, y no cabe una explicación completa del porqué en tan pocas líneas, ni tampoco una clasificación de quienes son esos, pero así, como en una charla, podemos distinguir algunos tipos entre los mejor adaptados a este estado de cosas.
Seguramente que estar adaptado a una sociedad enferma no dice nada bueno del individuo, ya lo dijeron grandes hombres, pero tratemos de ser justos: 
Hay quienes están ocupados de su propia supervivencia, lo cual les toma todo o casi todo su tiempo, y no podemos exigirles casi nada.
Otros también están ocupados, pero no tanto: algún tiempo les sobra y lo dedican a su bien merecida distracción. Lo malo es que hay tanta distracción que todo el tiempo del mundo no alcanzaría para atenderlas todas, y aquí pasamos al siguente grupo.
Los que se pasan la vida distraídos y ni siquiera reparan en que lo están, para ellos la vida es eso, qué más iba a ser... Despacito... canción que ha revelado hasta qué punto somos manejables. Siento vergüenza de ser humano.

- Oiga, pero también hay que distraerse ¿no?

- "También" sí, pero este estado de permanente distracción nos va a llevar al desastre.

Siguiendo con esta simple enumeración de adaptados, tenemos a aquellos a quienes por el momento les va bien en este estado de cosas; algo saben o intuyen pero prefieren no ver. Eso sucederá mientras el pedazo de barco en que están no se haya hundido todavía, pero estamos todos a bordo de la misma nave, y posiblemente cuando les toque mojarse ya será demasiado tarde.

En la mayoría de los casos el hecho de sentirse a gusto con la realidad depende solamente del éxito o fracaso personal; el que está bien, se adapta fácilmente aunque cerrando los ojos a la parte desagradable del mundo, mientras que quienes reclaman, posiblemente no lo harían si cambiara su situación personal y no necesariamente debido a una mejora del conjunto de la sociedad. Esta actitud hace la solución aún más difícil, si es que existe una solución que pueda hacerse realidad desde el punto en que estamos.

Y, pasando ya a la cima de la clasificación, tenemos a quienes no solo disfrutan de la situación, sino que la crean y la sostienen. Gente sin duda inteligente, más que la mayoría, suponemos, pero no sabemos qué plan será el que tengan para salirse con la suya al final de todo esto.
Mucho me temo que no tengan plan alguno, y solo serían la parte mejor acomodada del apartado anterior.

- ¿Y los inadaptados van a salvar el mundo?

- Desgraciadamente, no lo creo.

 

¡Qué mundo tan lindo!


Despertar por la mañana
con trinos de pajaritos
y soportar por la tarde
picaduras de mosquitos,

eso no es nada señores,
debo estar agradecido;
hay otros que han padecido
cosas mil veces peores;

mirar pasar los aviones
contra el claro cielo azul,
pero si estás en Kabul
te haces en los pantalones;

explosión a media noche,
seguro es alguna fiesta;
mas si estás en zona expuesta
es una bomba en un coche.

Pero que mundo tan lindo
nos tocó para vivir
¿nos tocó? mejor decir
que nos vino de castigo

¿Y tú qué hiciste papá?
¿Y qué hiciste tú, abuelo,
para tratar de arreglarlo
y dejarlo más ameno?

Lo que hice fue trabajar
con honradez y decencia,
aunque salvé mi conciencia
nada pude reparar;

si con dejarme matar
algo hubiéramos ganado,
mi vida la hubiera dado,
te lo puedo asegurar

¿qué ganaba con dejar
unos hijos sin un padre,
abandonada una madre,
y nietos sin alegrar?

Pero que mundo tan lindo
el que les voy a dejar,
si no lo puedo arreglar
tengo valor de vivirlo.
~

domingo, 4 de junio de 2017

sueños



Vivir de sueños no es recomendable, pero vivir sin sueños es peor. No necesariamente hay que estar dormido para soñar, eso lo saben los soñadores de diferente especie; y así como no siempre recordamos lo que soñamos dormidos, pocas veces olvidamos lo que soñamos despiertos. Usamos la misma palabra para dos situaciones diferentes, lo cual nos hace ver lo insuficiente del lenguaje, por más rico que sea, cuando lo enfrentamos a la realidad. 
“Hay más cosas en cielo y en la tierra, Horacio, que las que pueda soñar tu filosofía” dijo Shakesperare a través de Hamlet, y esas cosas no pensadas ni imaginadas es natural que no tengan nombre; el lenguaje es el intento humano de describir la realidad, y lo va haciendo a medida que avanza en la tarea... desgraciadamente también corre el riesgo de retroceder en épocas en que el intelecto parece  atrofiarse.

La poesía puede ser como un sueño dirigido, y es una de esas la que va a continuación. Amar y soñar ¿Eso nos hace más humanos? No lo sé, porque creo que hay animales que aman y que sueñan. ¿O es solo parte de mi sueño?




Soñaba


No sé si era contigo,
o quizás con aquella
que me quedó grabada,
la del carácter franco
y la sonrisa bella;

o con la dulce niña
de labios color fuego,
que en medio de algún juego
yo le enseñé a besar
y le enseñé a llorar...

tal vez soné con esa,
la del amor perdido,
la que nunca se ha ido
porque dejó su influjo,
porque dejó su encanto.

Quien sabe si esa otra
de inocentes placeres,
que todavía quieres
y le dedicas coplas,
como amor imposible,
como un ente intangible.

Tal vez yo no soñaba
mas me soñaba ella,
y preso yo en sus sueños
fallé en reconocerla;
como en aquellos días
no supe comprenderla.
~