domingo, 10 de marzo de 2019

Distopía de género - A dónde vamos


Distopía - sin cara visible


Distopía es antónimo de utopía, significa una "utopía negativa" donde la realidad transcurre en términos contrarios a los de una sociedad ideal, representando una sociedad hipotética indeseable.


- Está usted hermosa señorita.

- Gracias.

Y se va feliz y sonriente la joven mujer, con la frente en alto y más radiante aún que antes del piropo. Él, un hombre de mediana edad, sigue su camino, también satisfecho del gentil agradecimiento... sucedió allá por los años de mil novecientos cincuenta y... ¡No! sucedió hace apenas un rato, en alguna parte de este mundo que hace malabarismos por equilibrarse entre el feminismo, el machismo, lo políticamente correcto y las nuevas tendencias, modas y esquizofrenias varias.

Una cuadra más allá, otra escena de similar comienzo pero muy distintas consecuencias. Una mujer hermosa camina por la acera, lleva un gracioso vestido que parece de tul, fino, delicado y leve, y al viento travieso y juguetón se le da por dibujar el cuerpo de la mujer usando la tela del vestido como pincel, no cabe duda que es bella; la gente la mira, sobre todo los varones (porque barones no hay) que se quedan un momento fuera de sí observando alejarse o acercarse - dependiendo de la posición de cada uno - a la preciosura que el día les regala. Uno de ellos, llevado por el entusiasmo que despierta el rítmico caminar de la muchacha, le dice, sinceramente y sin segundas intenciones: 

- Está usted hermosa, señorita.

- ¡QUÉ LE PASA, OIGA! ¡ASQUEROSO!

El hombre se quedó mudo de espanto ante la reacción de la hermosa ¿dama? a causa de sus palabras.

- Disculpe, seño... - trató de disculparse, porque aunque no se sentía culpable de nada, se daba perfecta cuenta que dadas las circunstancias cualquier explicación sería inútil y tal vez, solo tal vez, una disculpa podría lograr calmar en algo la situación.

- !QUÉ DISCULPE NI NADA! ¡SE QUEDÓ CALLADO COMO TODO ACOSADOR! ¡Y AHORA SE QUIERE DAR DE MUY CORRECTO! ¡POLICIAAAAAA!!! ¡POLICIAAAA!!!

La mujer se puso a gritar mientras el hombre, avergonzado por el escándalo, no por sus palabras, pensaba en irse para no agravar las cosas, pero ya la gente, y un policía, lo rodeaban. Después de oír unas pocas palabras entre los muchos gritos destemplados de la histérica mujer, el guardián del orden público lo encaró.

- ¡Sus papeles! - Exigió lapidario el guardia. El hombre, mientras ensayaba una explicación sacaba su billetera y le alcanzaba su tarjeta de identidad al policía.

- Va a tener que acompañarme a la comisaría - dijo fríamente - Usted puede seguir su camino, señorita - sonó melodiosa, casi melosa, la voz del mismo guardia.

La situación se ponía complicada, porque sin la presencia de la supuesta acosada no sabía el pobre hombre de qué lo podrían acusar; tal vez fuera mejor así, pero también podía ser peor: acusado en ausencia, no cabría mayor defensa ni mucho menos esperanza de ser disculpado de una brumosa culpabilidad que ahora lo amenazaba de manera lúgubre, como la cara del policía que andaba a su lado diciendo: no se le ocurra huir que sería peor para usted, caballero.

"Caballero" le sonaba más cercano a indicación de baño público que a cortesía. Llegaron después de una caminata de solo tres cuadras. Entraron al edificio y fue conducido a una puerta con un cartel que decía "Comandancia". Tome asiento, escuchó decir, y luego la voz del jefe:

- ¿Qué pasó?

- Otra vez la loca esa, mi comandante, y la gente chismosa... usté sabe, me lo tuve que traer.

El sujeto no podía dar crédito a lo que estaba oyendo... ¿será un sueño? ¿un delirio mío? se preguntaba, cuando lo sacó de su perplejidad la voz del jefe que le decía entre jocoso y serio:

- Está difícil la cosa, estimado amigo... espero que comprenda y sepa disculpar el inconveniente, pero creo que entre hombres nos entendemos mejor. La gente está aburrida de tanto relajo, de tanto sinvergüenza, de tanto robo descarado y demás cosas que son su pan de cada día, pero resulta que ahora se la están agarrando con los "acosadores", son su válvula de escape, ven acosadores en cada individuo que pasa, cada acto inofensivo lo interpretan como el súmmum de la perversión, y esperan de la policía un desempeño acorde a sus expectativas del medioevo... ¡anhelan la santa inquisición! ¡ya casi están pidiendo fogatas para quemar vivos a los acosadores! Comprenderá entonces que el guardia hizo lo más adecuado al traerlo aquí. Venga, sírvase un cafecito para pasar el disgusto - agregó mientras lo servía de un termo que tenía sobre su amplo escritorio.

- ¿Conoce a la mujer? - preguntó el detenido.

- ¡Demasiado la conocemos! Alguna vez hasta hemos tenido que meter preso a algún pobre infeliz solo para darle gusto a la susodicha. Las mujeres nos están sobrepasando, amigo... estamos jodidos... y como son seres semi-irracionales, llevamos las de perder... ¿ha oído hablar del club?

- No... ¿qué club?

- Se ha formado un club de varones para resistir el embate, es una organización semi secreta, algo así como el KKK de otros tiempos, pero esta vez creemos que el objetivo es más loable que matar negros: Queremos volver a meter a la mujer en la cocina... y en la cama... ¿por qué no?

Sintió un súbito vértigo, se agarró del borde del escritorio y terminó de un trago el café que tenía en el vasito de plástico. Era increíble... hombres contra mujeres en una lucha disparatada, no podía ser cierto... apenas unos días atrás conversaba con una amiga sobre el tema y todo parecía normal... no, no lo podía creer.

- ... porque se están creyendo el cuento de la igualdad, y más todavía, señor, ya se creen superiores al hombre, eso pasa cuando se les da la mano... no señor... a la mujer y al mulo, palo en el...

Asombrado veía como el comandante parecía transformarse: por alguna rara combinación de luces y sombras el uniforme del oficial se veía de color negro, y un extraño bigote que no había notado antes le daba un aire de macabra autoridad.

- ... criar hijos y cocinar, esa es su función superior cuando no se dedican a la limpieza... ¿puede acaso un hombre cuidar a un niño durante horas?  ¡Claro que no! ¡La mujer sí puede porque es infantil y está en el mismo nivel que el niño! Aparentemente maduran antes, pero eso es solo porque maduran menos que el hombre... el hombre madura más y por eso le lleva más tiempo ese proceso... ¡y es allí donde más hay que cuidarse de su influjo! ¡saben lo que tienen y nos están jodiendo! ¡Sí señor, nos están jodiendo! ¡Pero eso se acabó! Si lo desea... bienvenido al club...

No pudo más y salió tambaleándose de la oficina del comandante, el guardia lo ayudaba a caminar mientras le preguntaba si no quería descansar un rato en una de las celdas... ni pensar... él solo quería salir de allí y de alguna manera confirmar que todo eso no era más que un mal sueño, una fea pesadilla. Hay cosas que es mejor no tocar, pensaba, tan bien no estábamos pero esto es peor que lo peor que pasaba antes.

Salió de la comisaría, ahora ya ni saluda a las mujeres, desde ese día las ve distintas... y hay veces que la idea del club ya no le parece tan descabellada.
~

Para distender la tensión que pueda haber dejado la narración anterior, tomemos a la ligera lo que está pasando y hagamos algo más superficial con la temible palabreja esa: acoso, como una forma de exorcizar el mal que trae aparejado, y también con su prima hermana, la seducción.


Soneto pa'l acoso


Acósame que te acoso
y los dos nos acosamos,
de pasada nos calmamos
el gustito y el antojo;

acósame preciosura
con todos tus atributos,
aunque no soy impoluto
sé gozar de tu blancura.

Acósame y al final
si me quieres meter preso,
me tendrás que denunciar...

¡y denúnciame nomás!
que es lo que está de moda,
ya ves, no faltaba más.


Soneto seductor


Sedúceme y te seduzco,
los dos ya nos seducimos,
hicimos lo que pudimos,
lo sé, porque te conozco.

Sedúceme negra linda
y atrápame en tus pestañas
porque me muero de ganas
de tener lo que me brindas.

Sedúceme que al final
yo hago lo que tú quieras,
pero nunca pienses mal,

que si seducida quedas,
con la situación actual,
espero que a todo accedas.
~

3 comentarios:

  1. Muy cierto lo que en broma dices en el prólogo, ahora ya da temor decirle un piropo a una chica, porque puede ser que no le guste tu cara, (la tuya, no la de cualquiera), y te metes en un lío de la madona.

    Tus npoemas como siempre pícaros y buenos, te felicito Ricardo.

    Fernando Atala

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  2. Con todo el respeto que me merece … que porte …
    Digna de la hermosura de la belleza de la mujer peruana

    Cuando salga … avise un día antes, para empeorar las veredas; con rubíes y diamantes
    Corrían los 60s del último siglo y milenio pasados

    No sin antes sonreír y sonrojarse

    ME CONTESTÓ … MUCHAS GRACIAS ! ! ! Otros tiempos fueron

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  3. Estimado Ricardo, gracias por compartir tus reflexiones utilizando un relato, que ahora, puede ocurrir en cualquier lugar y afectar a cualquier varón culto y bien intencionado.

    Realmente, con las acusaciones, reales o supuestas, sobre acoso sexual, ahora es difícil saber quien es la persona acosada. Estamos en la época, en la que algunos medios de comunicación, deliberada o involuntariamente, cumplen la función de luna de aumento de casos que tratan, mientras ventilan (con toda la fuerza posible) las noticias sobre el tema.

    Es cierto que siempre hay personas, acomplejadas o enfermas, que exteriorizan sus bajas intenciones, con deliberada intención de afectar a alguna persona, para alimentar su ego machista frente a un determinado público. Pero, esto no puede generalizarse.

    Muy bien rematado el comentario con los graciosos y pertinentes sonetos.

    Nuevamente, gracias por compartir tu talento.

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