domingo, 27 de octubre de 2019

Los hermanos chilenos


Más de un millón de chilenos reclaman justicia social

Hasta que por fin sucedió lo inevitable, no se puede inflar el globo de la mentira de forma indefinida y esperar que nadie se de cuenta, tarde o temprano tenía que estallar, y a esos salvadores de la patria  disfrazados de demócratas o de socialistas el ejemplar modelo chileno les reventó en la cara. Es tal su desesperación que hace un par de días comenzaron a propagar que la culpa la tienen Maduro y Cuba, así, un individuo y un país nombrados juntos sin el mínimo respeto a los usos y costumbres de la gramática... y bueno... a sus asnadas estamos acostumbrados, y como siempre, pidiendo disculpas al asno que siempre estará por encima de estos disminuidos bípedos.

- ¿Cuántos venezolanos pueden sacar a la calle a un millón de chilenos?

- Eso ya es un chiste, mi estimado.


Ni que Maduro fuera tan poderoso y Cuba una gran potencia, pero así son las mentiras: cuanto más absurdas más creíbles. Y no está demás decir que si esa tesis tuviera algo de cierto, pues  peor para los enemigos de la gente, porque si a pesar de sus enormes dificultades y limitaciones pueden influir en la política continental, estamos en una situación muy peculiar.

Parecía que a los propagandistas del neo liberalismo y la mano invisible del mercado el modelo chileno les estaba funcionando de maravilla, algunos adversarios agachaban la cabeza y decían amén ante tan contundente afirmación, no se atrevían a negar los números de la macro economía que apoyaban tal argumento, y el PIB per cápita chileno, de más de 27,000 dólares (2018), era la envidia de todos los vecinos.

Pero pocas cosas hay más mentirosas que el famoso PIB per cápita cuando se usa de manera interesada, simplemente porque ese número sale de dividir todo el producto del país entre el número de habitantes, lo cual es un dato que sirve como referencia a los economistas, pues saben que se trata de un indicador teórico porque NUNCA JAMÁS se lleva eso al terreno de los hechos, el producto no se reparte; además, Chile tiene una de las peores distribuciones de ingreso del mundo.
¿Dónde están los 27,000 dólares de cada uno de esos chilenos que salieron a pedir que se acabe la burla de que son objeto desde hace treinta años? Pues está claro que ellos no los tienen, ni los tuvieron ni los tendrán, porque lo que sí se reparte de verdad es la deuda que cada uno tiene que pagar sin haber participado nunca del botín: eso es solo para los dueños del país, para el 1% más rico, para el 1% más ladrón.

- ¡Viva Chile, Mierda!

- ¿Y eso?

- Puro folklore, nada más.

- Ah bueno... !Y que viva el Perú, Carajo!

Y no es que hayan fracasado en aplicar sus políticas, porque lo que han hecho es lo que siempre quisieron hacer, lo único que saben hacer y para lo que llegaron al gobierno; en todo caso su fracaso ha sido táctico, han calculado mal los tiempos, las dosis y el aguante de la gente. 

Pero ahora, ahogados por el estallido social, sin argumentos ni razones válidas para seguir mamando gratis, tratan de ocultar sus delitos camuflándose en el fácil recurso de propagar el estribillo de "ni derecha ni izquierda", y como siempre las simplificaciones suelen tener pegada, confían en que esta vez también irá a funcionar, sobre todo en los jóvenes que son mayoría y tal vez están menos preparados en política debido al modelo de educación aplicado con ese fin. Espero que esa cantaleta no cuaje, porque sería la mejor forma de apagar y disipar la reacción popular y conseguir que todo quede en nada, porque en medio de las protestas y los gritos no va a surgir una filosofía política nueva, diferente e instantánea. O consiguen el estado de bienestar que con justicia reclaman, o no pasa nada.

Por eso es que se debe tener bien claro quien ha hecho el daño, quién ha gobernado, quién ha llevado al país a su estado actual. En síntesis, quien es el enemigo. El enemigo es el sistema, el neo liberalismo, acompañado también de seudo izquierdistas que en verdad no lo eran. Todos tienen que saber qué y cómo se ha creado este estado de injusticia.

Lo que estamos viendo en Chile no es el fracaso de la derecha sino su derrumbe; no son fracasos porque eso es lo que se propusieron y consiguieron hacer, para eso llegaron al gobierno: esa es su política y su forma de entender y manejar el mundo.  

Así son las cosas.

Muchos no confiaban en Chile y en los chilenos; incluso yo estaba comenzando a dudar; gran sorpresa nos han dado. Están haciendo algo asombroso, admirable, extraordinario, impresionante y portentoso, por eso aquí va mi soneto para esta ocasión:



A los hermanos chilenos
(Soneto inesperado)

Bienvenidos hermanos chilenos
a la lucha, tras un tiempo ausentes,
lo que hacía creer a la gente
que tenían los bolsillos llenos.

La verdad que no muchos sabían
hoy deslumbra aun los ojos cerrados,
y retumba en oídos tapados
denunciando esa larga agonía.

Esperemos que sea el inicio
del futuro que tanto anhelamos,
que terminen el robo y el vicio.

Justa lucha que siempre apoyamos
y augurando que tengan buen juicio,
desde aquí lo mejor les deseamos.
~

lunes, 21 de octubre de 2019

Puedo soñarte más





Yo debí quererte más;
hoy te miro y me pareces
tan dulce cuando amaneces
que quiero mirarte más.

Debía besarte más,
con más pasión muchas veces
por el amor que me ofreces
yo debí besarte más.

Debía sentirte más;
esa alma y ese cuerpo
de los que estuve tan cerca,
yo debí sentirlos más.

Hoy voy a soñarte más
porque aunque el tiempo ha pasado
nada de ti se ha borrado
y tampoco hay vuelta atrás.

Olvidando lo demás
y perdido en la distancia,
a pesar de mi inconstancia
yo puedo soñarte más.
~

domingo, 13 de octubre de 2019

Doce de Octubre y la mentira del descubrimiento


Mapa anterior a Colón donde ya aparece América 

Y llegó otro doce de Octubre, tenía que llegar, no hay otra posibilidad siendo que el calendario es cíclico, por lo que al menos tenemos algo en qué confiar. Una de las pocas certezas que nos restan.
Y en este año del señor (!) de dos mil diecinueve, vemos que el mundo no se ha acabado - todavía - y no solo llegó a mil sino a dos mil (DC), contra los augurios de alucinados profetas que nunca tuvieron la más mínima idea de que el mundo, contando solo los años en que es habitable, tiene como cuatro mil millones de años... por lo que mil o dos mil años no son ni un pestañeo en la medida cósmica, no de San Cosme sino del Cosmos, por si acaso queda aún algún creyente leyendo, lo cual dudo mucho, por que estos -los creyentes- hace rato que han migrado a páginas más acordes y saludables para su modo de ver (?) las cosas. Salvo uno que otro espécimen con inclinaciones de redentor, todos se han ido... allá... lejos... a las páginas, o tal vez vídeos, de edulcoradas pseudo realidades aleccionadoras pero mentirosas, como esta que los invito a visitar como ejemplo de lo gracioso que puede ser mencionar fechajes científicos sin citar ninguna fuente.

Pero dejemos a estas almas benditas en su celestial guarida y volvamos a la negra realidad, porque negra es; y que me disculpen los negros; en el sentido de nefasta, o sea fatídica y desdichada.

- ¿Tan fea le parece?

- No es que me parece, es que así es.

Siempre hay maneras de esquivar el bulto, hacerse el desentendido y poner la atención en cualquier cosa hecha a la medida para agradar y distraer precisamente de eso que no conviene saber ni entender.
Y todo este prolegómeno -que no es mala palabra pero me gustaría que sí fuera- es nada más que para llamar la atención que en este nuevo doce de octubre todavía quedan quienes recuerdan el "Día de la raza" porque no se han enterado que las razas ya no existen (sarcasmo), había sido una palabra inventada sobre un concepto falso, sobre algo imaginado: no hay razas, somos todos de una sola especie sin razas pero con "diversidad genética", aunque yo, maliciosamente pregunto ¿Y ese chino que "casi" se muere todos los días? ¿Y ese jázaro que está preso? ¿Y esa negra que no tiene qué comer porque no le alcanza el sueldo? ¿Y ese cholo mano larga? ¿Son de la misma raza? ¡Qué tal raza! ¡Cómo que no hay razas! Hasta el perro de chacra tiene alguna mezcla de razas... más su diversidad genética de yapa.

- No señor... son "etnias".... no sea usted ignorante.

Vaya pues, alguien me dijo ignorante y encima lo usó como sustantivo... la verdad que me hace bien, porque esa tentación de sentirse por encima de la gran masa termina siendo abrumadora, este baño de humildad me beneficia, me cura el alma... son etnias, sí señor.

Pero dejemos a los que recuerdan el día de la raza, que a mi modo de ver no dañan a nadie y hasta reivindican cierta visión ecuánime de la humanidad (aunque no está demás decir que fue un encuentro entre una raza de fieras y una de corderos) y vayamos a los que en verdad preocupan y que para peor son muchos: los que conmemoran el "descubrimiento" y no la invasión y saqueo del continente. Son esos quienes sin saberlo trabajan para el enemigo y para su propia esclavitud. Son esos que saben más (aunque siempre poco) de la historia inventada de Europa que de lo que pasó y sigue pasando en estas tierras. Son la maldita quinta columna de la perenne invasión y el continuo saqueo. Son los que ven por encima del hombro a sus hermanos y se sienten iguales a sus amos, porque su sangre de esclavos los impulsa a imitar y hasta a venerar a quienes los desprecian.
Esos que ven como cosa natural que un gringo mande, pero si un indígena se atreve a hacer lo mismo, lo basurean y hasta, como buenos cristianos, lo crucifican. 
Por eso escribo con la cabeza pero también con el hígado. Por eso las ventajas de la globalización me parecen cuento chino, por eso sigo causas que parecieran destinadas a fracasar; y por eso bajo una línea después de este punto aparte.

Cristóbal Colón no descubrió América, solo comenzó la invasión y el saqueo, lo cual no es poco pero es distinto.

Cada doce de octubre debería recordarse la historia con realismo y leer al menos una página de la obra menor de Fray Bartolomé de las Casas, quien hizo la más importante (por lo verídica y espontánea) narración que debe ser tenida en cuenta cuando se trata de este tema vital para entender esa parte de la historia del mundo.


Una ilustración del libro de Fray B de las Casas

Aquí les dejo el enlace para descargar la versión completa de la Brevísima relación de la destrucción de las indias, aunque no espero que muchos lo hagan, unos porque ya la tienen y otros porque no quieren y tal vez hasta se han olvidado cómo se lee. También está la versión parcial, (faltan más de cien páginas) donde se cuenta solo lo acontecido en algunas islas, entre ellas Cuba; sin la introducción ni el prólogo, tiene una sola ilustración y ningún comentario, son solo doce páginas. Buena oportunidad para darle un vistazo. Si no van a leer ni doce páginas... me voy a la misma conclusión y remate del asunto.
Feliz domingo, mis apreciados, raros y excepcionales lectores.
~

domingo, 6 de octubre de 2019

Hombre de poca fe



Decir a alguien que es hombre (o mujer) de poca fe tiene una carga negativa, se percibe generalmente como una falta grave y es casi un insulto. Lo contrario sería decirle crédulo, y si se ofendió antes debería sentirse reconocido entonces, pero no, tampoco se acepta ser tildado de crédulo. ¿Qué pasa con esas palabras?
Insisto y le digo Incrédulo. Depende de dónde estemos la reacción será diferente, porque no es lo mismo ser incrédulo en la iglesia que en el restaurante, en la playa de venta de autos usados o en una casa de antigüedades; cada caso es un caso aparte, pero vayamos por partes, veamos primero qué se entiende por fe:
  1. f. Creencia en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón, o demostrado por la ciencia:
    tiene fe en que hay otra vida después de esta.
  2. Conjunto de creencias de una religión:
    fe budista, musulmana, cristiana.
  3. Confianza en el éxito de algo o alguien:
    tiene fe en ti
Verifiquemos también que incredulidad es lo opuesto a fe; comprobado: incredulidad es antónimo de fe, por lo tanto, credulidad es un sinónimo de fe. O sea que si tienes fe eres crédulo, y si no la tienes eres incrédulo. Solamente en el ámbito religioso se considera positivo el tener fe, fuera de ese ambiente es generalmente reprobable ser crédulo ¿a qué se debe esta excepcionalidad? La respuesta cae de madura, viene sola: No hay otra manera de seguir una religión porque ninguna tiene pruebas que satisfagan la experiencia, la ciencia o la razón; pero todas tienen intereses que dependen de que sean creídas.
No puede haber racionalismo en la religión. Se cree que un ente supremo hace una cosa y también la contraria y no hay ningún problema en ello, porque, la única "razón" que se alega es que ese ente es inescrutable y que además es pecaminoso tratar de entenderlo. No tener fe es un defecto que debe ser subsanado, no sé si lo consideran pecado, supongo que sí, por eso, cuando no crees, te quieren mandan a rezar como penitencia.

- ¿Qué pasó? ¿No tiene fe y quiere arrastrar detrás suyo a los demás? ¿Quiere empujarnos al abismo de la perdición?

- No me sobrestime, oiga usted; no hay quien pueda hacer eso.

"A mí me enseñaron de chico que ...", argumentaba un creyente refiriéndose a uno de los elementos inexplicables de su dogma como si se tratara de un argumento indiscutible, y yo me preguntaba dónde está la solidez de algo que se inculca al niño a sabiendas de que cuando sea mayor no será posible hacerlo; dónde está el mérito de haber crecido y no haber cuestionado ni una palabra de lo asimilado cuando se era un inocente que apenas abría los ojos y la mente a este mundo, sin distinguir con claridad lo fantástico de lo real; dónde está la lógica de aceptar haber nacido al amparo de la única creencia verdadera y por lo mismo la única capaz de salvarlo a uno de los tormentos infinitos de un espantoso, eterno, infierno al que sí irán a parar todos los demás, por más ética y buen comportamiento que puedan tener. Eso es en verdad un creyente... nunca mejor empleada la palabra.
Se me hace imposible creer en un orden de esa clase, donde el azar, los milagros, los rosarios o el agua bendita son elementos determinantes de la salvación del alma por los siglos de los siglos.

- Amen...

- No estamos para chistes, oiga.


¿Aquí te salva la fe?

Para librarse de la religión es necesario tener valor, coraje; porque para quien no cree, ya no hay de quién depender para la salvación del cuerpo ni del alma; cada uno se hace responsable de sus actos hasta las últimas consecuencias, y para espíritus pusilánimes o acobardados por años de adoctrinamiento, eso es demasiado.
Schopenhauer, muy benévolamente, decía que la religión era la filosofía revestida de metáforas para que la entendiera hasta el menos apto o la gente común del pueblo. Esta explicación conlleva la idea de la rectitud de quienes conducen el rebaño de fieles, tal vez Schopenhauer lo creía así, o tal vez en sus tiempos las iglesias mostraban más respeto hacia sus seguidores; humildemente creo que eso ya no es así, ahora tenemos sectas absolutamente delincuenciales que atracan a los ingenuos asistentes y los despluman sin ningún miramiento ni consideración, ni siquiera se toman la molestia de parecer delicados o piadosos, no, descaradamente y con prepotencia les arrebatan dinero y pertenencias a la vista del resto que no parece darse cuenta de la ratería que discurre ante sus ojos.

Hace unos días tuve la ocasión de experimentar una situación bastante especial: el dueño de un local comercial al que acudí para adquirir un objeto que me era necesario y del cual este caballero tenía la exclusividad, era miembro de una iglesia o secta que pretende esparcir por el mundo el amor al prójimo por mandato divino, lo cual no impidió que me cobrara una barbaridad, aun con el descuento que me otorgó con fingida magnanimidad, y ya cuando había abonado la gran suma comenzamos a conversar de otros temas, fue entonces cuando se reveló como proselitista de la mencionada agrupación, y pretendió darme un rápido adoctrinamiento a la pasada. Hablamos de aficiones y pasatiempos. Él era cazador, y no veía ninguna contradicción entre esa actividad y su credo, porque "mataba para comer", ese era su argumento en pleno siglo XXI y viviendo en una ciudad en la que se puede conseguir cualquier alimento necesario... no le discutí porque el sujeto ya mostraba la característica de quien se cree dueño de la verdad y se aferra a su dogma con uñas y dientes, o con las cuatro patas. Yo le comenté que solía escribir, y allí fue que entró con su otra afición, similar a la anterior: cazador de almas, según él, y me dijo que escribir era un don que me había sido dado por el creador, y que en su momento Él me pediría cuentas, preguntando "¿Qué hiciste con el don que te di?".

Recordé a otro sujeto similar a este: pertenecía a una iglesia que ni  quiero recordar, pero me robó directamente en el precio de lo que me vendió, esta vez sin necesidad de tener exclusividad; pura maña y viveza; sin compasión alguna por el pobre abuelo ni por el nieto al que estaba destinado el objeto en cuestión. Usan el nombre de Dios para robar, aun fuera de los antros en que funcionan sus cuadrillas.

Volviendo al primer caso. Salí pensando... meditando en esas palabras... qué estaba haciendo yo con el bendito don... ¿qué...? 
Ante todo, debía preguntarme yo mismo si creía tal cosa: que hay un Dios aunque no importa cómo se llame; hasta allí puedo creer (porque no soy tan intransigente); pero nada más. En ese punto termina mi fe, soy agnóstico*, lo demás me parecen inventos, convencionalismos, algunos con buenas intenciones, otros no, y unos más que hasta deberían ser intervenidos por las fuerzas del orden y con urgencia.

*Agnóstico: adjetivo/nombre masculino y femenino
[persona] Que, sin negar la existencia de Dios, considera inaccesible para el entendimiento humano la noción de lo absoluto y, especialmente, de Dios.

En cuanto al don, que tampoco es gran cosa, lo único que he hecho ha sido poner mi pequeño grano de arena para hacer que alguien lea, nada más, que lean otras cosas, que lean lo que puedan leer, que lean lo que quieran, porque mi colaboración es solamente demostrar que en pocas líneas se puede tocar cualquier tema, y que no hay ninguno, por complejo que sea, al que no tengamos derecho a asomarnos. Ya las investigaciones y estudios que haga cada uno dependerán de su mayor o menor curiosidad y capacidad. Si de alguna manera mis palabras pueden influir positivamente en alguna persona, así sea solo una, entonces el don habrá sido correctamente utilizado. Si no fuera así, espero el juicio de algún Dios que en verdad sea amoroso y perdone, esquivando al inexistente e imposible dios que mata, castiga, y se complace con torturas sin fin; que dicho sea de paso, no es el mismo del que hablaba Jesús.

- Amen...

- Ahora sí, ya acabé.
~

martes, 1 de octubre de 2019

Mechita no eres linda


Mechita corta, cuidado.


Cómo se explica tan grande vergüenza, tan vil traición; aunque no se tengan principios y se acollere uno por cuestiones de conveniencia personal (se entiende, muchos lo hacen y lo seguirán haciendo), pasarte al enemigo a la primera oportunidad sin más rubor en la cara que el que te pones de maquillaje ya es un escándalo. Eso no se hace... y si se hace, de esa embarrada ya no se sale jamás... adiós, te vas y te hundes antes de poder hacer más daño, eso espero, porque si hay un mínimo de lógica en el universo, estás frita, señorita. 

Te mereces esta composición que salió sola, esta vez fuiste mi inspiración; nunca me gustaste demasiado porque te encontraba un cierto "no sé qué" de falsedad, pero resulta que tu última actuación en el disuelto Congreso vino a completar en mí el cuadro de tu terrible imagen - esa que muchos, en Bagua por ejemplo, ya la tendrán completa y acabada seguramente desde hace unos años.

La política te enseñó a mentir y a fingir, pero (in) felizmente para ti, me parece que algún resquicio de honradez en lo profundo de tu ser hace que se te noten las falsedades; tal vez me equivoco y son solo los nervios y el miedo, no sé; pero lo que se nota inmediatamente es que no tienes la oronda desvergüenza de un Quesquén, por ejemplo; el perverso carisma de una Keiko; la venenosa parsimonia de una Bartra o la diabólica delicadeza de una Letona.

No te pongas triste, hay más cosas que no tienes y estoy seguro que con esto te alegras: no tienes la grosera impudicia de Mamani y tampoco, por lo menos no en ese grado de escándalo, la descarada ignorancia de Becerriles y Betetas. Hay muchos más con los que ya sería demasiado compararte; sabemos no eres una 4X4 (todo terreno) pero, en fin... haces lo que puedes.
Pero no te confíes, no vayas a terminar pareciéndote a la Chacón.

Aquí están estos cuartetos que tú inspiraste. Son tuyos, te los dedico.




¡Ay Mechita qué vergüenza!


No son modos ni maneras;
aunque ya lo sospechaba,
algún decoro esperaba...
¡Ay Mechita qué vergüenza!

A esas cosas se les llama
con nombres que son muy feos:
traición, infamia, vileza...
la lista, Meche, así empieza;

y sigue...

falsedad, calumnia, embuste,
palidecen a tu lado;
hipocresía al cuadrado...
¡Ay Mechota, no me asustes!

Más fácil confiar en Judas
(no el santo, el Iscariote)
que en ti, casta de coyote,
aun con cara de... menuda.

No pensaba escribir nada
porque estaba desganado,
pero la que te has mandado...
¡Huy Mechota, qué cagada!

Me soltó la inspiración
para mandarte al carajo,
después de esto me relajo...
tú sigue tu papelón.

~