domingo, 30 de septiembre de 2018

Diógenes sigue buscando - Esto no tiene remedio.


Diógenes. Buscando un hombre honesto


He llegado a la conclusión que este feo mundo no tiene remedio.
Aclarando, con feo mundo (o mundo de ...) me refiero solo a lo que tiene que ver con el ámbito humano, lo que sería la antroposfera, porque la tierra, aunque en parte asolada y contaminada, tiene sus mecanismos de reparación y además sigue siendo hermosa. Nosotros somos su cáncer, su infección, su costra, su capa de suciedad, en fin, la bacteria rebelde que se está desbordando y que en cualquier momento será exterminada.

- ¿Seremos exterminados?

- Tal vez, lo cual sería una buena noticia.

Yo, que soy una persona íntegra, que nunca he coimeado por iniciativa propia sino conminado feamente a hacerlo; que jamás me he quedado con un vuelto mal contado, salvo una vez (hace muchísimo tiempo) lo cual aún me remuerde lo que tengo de conciencia; que no he hecho sufrir a ninguna mujer más de lo que ella misma hubiera permitido; yo, que nunca dí un zapatazo o una palmada a un hijo sin que mediara más de un motivo para hacerlo y que ahora los nietos se me suben a la cabeza ante la mirada atónita de los que me tuvieron como padre.
Yo, que no hago esperar a nadie; que pago mis cuentas al día; que no le debo nada a nadie y que a nadie le he quitado nada, salvo uno que otro beso escondido.
Yo, que apago la luz, que cierro el agua, que clasifico la basura... yo señor, casi cojudo impecable, que hasta recojo lo que otros tiran - siempre que no pese demasiado - y tengo la virtud de no ir a misa ni al estadio... para no contribuir al calentamiento global.
O sea, yo, que soy una persona honesta y casi inmaculada...

- Casi... alguna mácula tiene, entonces.

- Claro, y quién no.

Pero el hombre - mujer incluida - es un animal de mala entraña; es egoísta, aprovechador y hasta ladrón cuando el arca está abierta o no muy bien cerrada. Es malvado por naturaleza, deja por los suelos a J.J. Rousseau, quien dijo que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe. Tal vez no importe mucho si nace bueno o no, el hecho comprobable es que se corrompe siempre y pronto. Y así, esa misma sociedad que reclama y protesta porque lo inmoral se explaya y abunda por doquier, esa misma sociedad está formada por individuos que de encontrarse en situación similar a la de los corruptos, muy posiblemente harían lo mismo, o más.

- ¿No hay ninguno honrado?

-  Creo que no. 



¿Dónde estás que no te veo?



Iba Diógenes de día
buscando un hombre correcto,
entre multitud de abyectos,
con la linterna encendida.

Busco un hombre, les decía
a los que de él se burlaban,
a todos esos que andaban
con la cabeza vacía.

Hurgando entre los mortales
seguro no encuentra nada,
pues somos casi animales.

Hoy igual, también mañana,
proseguirá inútilmente
y pensará ¡qué macana!
~

domingo, 23 de septiembre de 2018

Jesús en segundo lugar


Monte de los olivos, esperando el sacrificio

Acerca del artículo de la semana pasada sobre el tema de las iglesias que aparecen aquí y allá por obra y gracia de sinvergüenzas que no creen ni en su madre, tengo que reconocer que he cometido una equivocación primordial, ya que desde el título y el enfoque se refería a la explotación del nombre y figura de Jesucristo, lo cual no es del todo cierto, aunque hay muchos que lo invocan, resulta que la mayoría de ellos prefiere recurrir al Jehová del antiguo testamento, o sea que en realidad no son cristianos sino una especie de judíos trasnochados que explotan una religión que - excepto los judíos, claro - muchos ya creían superada, y pareciera que cuentan con el beneplácito y el visto bueno de los supuestos poseedores del dogma que pregona lo del ojo por ojo antes que poner la otra mejilla.

Estos trastornados (por el dinero) y ridículos "profetas" se comportan como personajes de la farándula, que en resumidas cuentas eso es lo que son, recurriendo a poses y discursos que desafían toda ética y ni qué decir moral, asaltan a sus idiotas feligreses sin ninguna piedad, con el agravante que estos pertenecen en su gran mayoría a las clases más pobres y desamparadas de la sociedad, es contradictorio, pero precisamente por eso es que son engañados con tal facilidad, y terminan dando lo que más necesitan, a cambio de una rara sensación de superioridad que les proporciona la pertenencia a ese demencial rebaño.

- ¿Por qué prefieren el antiguo testamento?

- Porque son muy sapos, y saben que ese sirve mejor a sus intenciones.

Como sabemos, Jesús era un pan de Dios, era bueno, desprendido, generoso; no buscaba nada para sí mismo y hacía de la pobreza una virtud ¿Cómo acomodar eso a las intenciones retorcidas de estos delincuentes del púlpito y del escenario? Difícil. Él andaba a pié o en burro, comía pobremente y dormía donde podía. Mientras estos nuevos "religiosos" se comportan como estrellas del espectáculo, aspiran a manejar super-autos de lujo y derrochan huachafería y exageraciones por donde van.

Es así que el irascible y caprichoso dios del antiguo testamento se acomoda mejor a sus intenciones. Como aquel, reclaman poder y sumisión, amenazan con castigos infernales y se vengan de lo que podría disminuir su estatus. O sea el narcisismo y el egoísmo hechos divinidad, lo contrario de Jesús. Ya vamos viendo lo que pasa: no hay en la tierra hombres ni mujeres dispuestos a seguir las austeras y estrictas reglas del cristianismo, menos en un ambiente de competencia y envidia, por lo cual, disimuladamente, se van alejando de una o de otra forma del llamado Hijo de Dios. Ya nadie lo sigue. Hasta la iglesia católica, la más grande representante de Jesús por estos lados, hace rato que ha cambiado su objeto de culto, hace mucho que no es Jesús: se han vuelto "marianos" y lo dicen sin empacho, adoran a la virgen, madre de Dios, y le piden que interceda (esa es la palabra que emplean sin rubor) por sus "hijos"-  o sea ellos - no se sabe bien si ante el Hijo o el Padre, en fin. Y pensar que para eso vino Jesús a morir en la cruz, para enseñarnos cómo se debía orar al padre directamente, y ahora, como esos hijos mimados o miedosos que se esconden bajo las faldas de mamá y le cuchichean lo que no se atreven a pedir a su padre, así muchos piden a través de María lo que deberían esperar de Dios Padre sin necesidad de pedirlo siquiera (según el "Padre Nuestro", enseñanza directa de Cristo a los cristianos). 
Pero bueno, da igual, porque nadie recibe más de lo que merece; pida, llore o patalee.

- Oiga ¿Usted es teólogo o qué, para meterse a sermonear?

- Solo es uno de mis pasatiempos.

Para terminar, por si alguien leyó, podemos suponer que hay religiones que no tienen ese problema, tal vez porque al primero que se atreva a intentarlo le quitan la idea con todo y cabeza. No estaría mal intentarlo.





A qué viniste


Tanto empeño, tanto afán
que le pusiste a tu obra,
sufriste dolor de sobra
y compartiste tu pan;

tu cuerpo lo diste entero
sin retacear amarguras
para que ahora los curas
te tengan como un florero.

Ay Jesús, yo no soy nadie,
a veces ni creo en ti,
pero me parece vil
de tu nombre aprovecharse;

qué pena que seas tan bueno
y Tu Padre ande ocupado,
que sino, ya hubieran dado
un paralé al desenfreno

de tantos malos pastores,
de tan astutos obispos,
que pocas veces se han visto
en épocas anteriores.
. . .

Señor:
Venga a ver cómo está el mundo,
venga a darse una vueltita,
ya le puse su velita,
venga nomás un segundo.

Tal vez sigue predicando
en universos lejanos,
mientras aquí los malvados
andan robando y matando.

No quiero perder la fe;
esa que no sé si tengo
y a duras penas sostengo;
venga a verlos, oiga Usted.
~

domingo, 16 de septiembre de 2018

Jesucristo MR*

* Marca Registrada



¡Por qué nadie patentó la marca Jesucristo! ¡Por qué nadie registró el santo nombre como marca! ¡Por qué no se reglamentó el uso de la palabra Dios y sus derivados! Tal vez se hubiera podido hacer alguna cosa en ese sentido, antes de caer en el gran desprestigio, pero así como están las cosas ya no se puede alegar que uno sea mejor que otro. Una pena, realmente, tirar a la basura dos mil años de barbaridades historia. Nos hubiéramos evitado tantos problemas que crean estos nuevos profetas de la astucia y el engaño y que se llenan la bocaza con la palabra Dios porque saben muy bien que Este no se va a aparecer para desmentirlos.

- ¿O sea que no creen en Dios?

- ¡Claro que no creen! De lo contrario tendrían miedo de hacer lo que hacen y decir lo que dicen.

Hasta el siglo XIX eran pocos los audaces que apostando a la no existencia divina se animaban a probar suerte "edificando" su propia iglesia; lo que sí tenían seguro era que se trataba de un negocio de la Grandísima Utilidad pero aún había cierto temor a despertar la ira del Invocado o a ser quemado vivo por sus representantes oficiales, pero a medida que estos intrusos del libro sagrado iban haciendo sus cada vez más grandes sacro-chanchadas, y se mandaban cada cagada que a veces hasta temían de veras una pavorosa venganza, y no pasaba nada; entonces se fueron envalentonando, y así, convencidos de que el Señor no existía o por A o B motivos no se manifestaba, se fueron animando cada vez a más.

Y no solo aparecieron los audaces con cierta clase, sino que también unos rascuachos que ni vestidos de oro como se presentan, valen más que caca de perro. Pero el Señor, que aunque no exista en estos casos suele ser magnánimo, les da a cada cual su rebaño y allá van, sin decoro y sin vergüenza, pidiendo cada vez más, tanto que ya parecen puta de narcotraficante.

Así pues fueron apareciendo cada vez más pastores y apóstoles, obispos y prelados entre los más pichiruchis que antes no se habrían animado por lo cobardes que son en el fondo - en el fondo, porque en la superficie son más bravos que tiburón después de semana santa.

- ¿Qué referencia es esa? Si la semana santa es ahora una comilona con playa que nadie se puede quejar.

- Bueno... más urgidos que puta en cuaresma...

- ¡Tampoco!

- Bueno, sin figuraciones, son bravos e insaciables como ellos mismos.

O sea que podemos decir "más angurriento que pastor evangélico" y no nos equivocamos, y a eso ha llegado el mundo. Pero atención, que nadie piense que esto es una defensa de las iglesias tradicionales, no señor, yo en este campo no defiendo a nadie, porque con sus propios y enormes escándalos muchas son indefendibles; pero al menos si no menudearan como hongos, cuando uno perdía una y fe no encontraba otra en la cual caer, entonces la posibilidad de liberación sería un poco menos dificultosa.

-  ¿Cómo que liberación? ¿Cree usted que las iglesias oprimen?

- ¿Necesito responder a eso?

Creo que no es necesario responder. La posición expuesta está más que clara: yema. Y como no me meto a discutir de religiones ni iglesias, menos aún con fanáticos que felizmente no leen este blog, y si alguno se hubiera colado por error, seguramente que no lo volverá a hacer; decía, como no me meto a discutir, simplemente dejo aquí mi palabra para que sea juzgada por la posteridad; porque al final, entre el sinvergüenza que te habla para pedirte plata y vivir sin trabajar, y yo que no te pido nada y solo digo que no hay que ser cojudo, creo que la posteridad, y quien sabe si hasta la actualidad, me darán la razón.  

Corto y conciso como siempre... trato de ser, porque en estos tiempos de innumerables distracciones nadie se quiere comprometer a leer más de tres o cuatro párrafos seguidos, aquí lo dejo. Si terminaron, bien; y si se quedaron con ganas de seguir leyendo, mejor, porque eso quiere decir que ya vamos despertando.

- Oiga... lo van a excomulgar.

- Favor que me hacen.



Pastor, acá está tu oveja


Ven pastor, busca tu oveja,
a ver si alargas la mano
cual babosa o cual gusano
y así te encuentras con esta;

pidiendo limosna o diezmo
se exacerban tus instintos,
yo te tengo algo distinto
confórmate pues con eso.

No es que sea irreverente,
tampoco soy un grosero,
como siempre soy decente

y ojalá toda esa gente,
alevoso limosnero,
te la dé hasta que revientes.
~

domingo, 9 de septiembre de 2018

Ya no hay para dónde mirar


Los horribles "hermanitos"


Ya no sé para dónde mirar, por todas partes el horror, la corrupción, la mentira y sobre todo lo que más me alarma: la hipocresía o vacuidad de quienes repiten argumentos hechos a la medida de su conveniencia. Así como en la guerra, también en las redes sociales la primera víctima es la verdad.
No es solamente que mienten, sino que comparten mentiras a sabiendas de ello, o en algunos casos sin importarles verificar lo dicho, porque si les conviene, creen que con darle me gusta o compartir están colaborando para que el embuste sea real, y al final, hasta tienen razón, porque en estos tiempos de realidades virtuales y de opiniones pre fabricadas, lo que importa no son tanto los hechos en sí mismos sino la percepción que se tiene de ellos.
La estupidez y la mentira reinan, no alegremente, sino con todo el odio que genera saber que el otro pueda tergiversar la mentira y hacerla coincidir con la mentira contraria.

- Mentira contra mentira, entonces ¿quién gana?

- Ninguno de ellos, sino los de siempre.

Es porque todo lo que toca este sistema corrupto, que hace rato no es democracia ni república, se transforma en mercancía. Ya no hay honor ni principios, ni siquiera un sospechoso aunque comprensible pragmatismo para lograr fines superiores; no, qué va a ser. Se busca solo lo inmediato, y así, sin mirar más allá de sus narices se sumergen en un lodazal de mierda que todos los involucrados aparentan no ver, porque no les conviene que se vea. Allí es importante la preeminencia de la percepción sobre la realidad.

- Qué hermosa casa, Doctor Huevestroza  ¿Es propia?

- No recuerdo... 

Y el sinvergüenza que escucha sabe que con lo que gana ese deshonesto funcionario se necesitarían treinta años sin comer ni comprar nada para pagar esa propiedad, pero encima se ve que el mencionado hijo de la gran flauta vive con el derroche de un narcotraficante. Es que al final, hasta los "pobres" narcotraficantes terminan trabajando en gran parte para ellos. Para la "justicia", la "ley", la "policía"... todo así en abstracto, mientras hay una sarta de jijunas de carne, hueso y manos largas metidos dentro de cada una de esas instituciones.
Vaya a la mierda. A quién voy a convencer de algo, y además, convencidos o no, igual las cosas no tienen cómo cambiar.

- Qué pesimista está hoy ¿No habrá algo que haga cambiar las cosas?

- Solamente Nibiru, o la voluntad de Dios. Lo malo es que parece que ninguno existe.

Al menos nos queda la esperanza de que algo catastrófico haga remecer los cimientos de este edificio podrido.  Como ven, campea la incredulidad en estos párrafos que impregnados están de decepción, abunda solamente el desconsuelo y, aunque sea sin desearlo, contaminan de pesimismo al buen lector.

- ¿Y a la lectora no?

- El lector incluye a la lectora, así era el idioma, así es y de allí no me muevo.




Los despreciables


Terrible juez Huydestroza
qué cosa más asquerosa
hasta la peor estrofa
al "doctor" le queda floja.

El Cháparry o Chaparrí
se sienta en el pirulí,
a decirlo me atreví
por un gesto que le vi.

La señora Kakasena
es gorda fea y obscena
a todos los envenena
con esa ruindad extrema.

El cojudo del hermano
es de "mátalas callando"
y demasiado le ha inflado
las bolas al soberano.

El chanchazo Ratalán,
injerto de rata y flan,
bajo sus tetas están
los efluvios y el batán.

Qué decir de pepeká,
pues nada, si ya no está;
pero dejó exacerbado
al congreso aborregado.

Habrá muchos que merezcan
que me fije en sus andares
o que les ponga collares
de fierro hasta que perezcan,

paro aquí, y no me agito,
porque ya se me han revuelto
las tripas con ese enredo
de "claro que sí, hermanito".
~

domingo, 2 de septiembre de 2018

Piensas que piensas lo que otro piensa




Cómo hay gente que disfruta tanto de las nuevas tecnologías, y claro, no es para menos, porque ahora hay cosas que ni siquiera soñábamos en nuestra juventud de los años 70. Las fotos... tenías que esperar diez días para ver qué salió y qué no salió; o si se veló el rollo entero y adiós, todo perdido. Las fotos en blanco y negro eran las más comunes y más rápidas... uno o dos días después podías tenerlas. Vídeo no había, si eras un afortunado que poseía una filmadora tenías que esperar un mes para ver el (a veces desastroso) resultado de tres minutos de filmación, sin sonido, por supuesto, aunque sí a colores. Claro que para verlo necesitabas una sala oscura, un proyector y una pantalla, además de un público que quisiera apreciar tu exhibición, porque verlo solo no era muy agradable.

- ¡Ese es Fulano!

- ¿Dónde? ¿Cuál?

- Ya pasó... no se le ve tanto...¡la mamá de Mengano! ¿Viste...?

- No, yo vi un caballo...

Y así era toda la función, tratando de identificar personas o cosas en unas imágenes temblorosas, mal enfocadas y en constante movimiento; del sujeto o de la cámara. Y eso era emocionante, verse a uno mismo en el cine... o a los conocidos.

Hoy tenemos un estudio cinematográfico y laboratorio fotográfico en la palma de la mano. Una maravilla. Tenemos facilidades para imprimir en casa lo que antes requería de una imprenta.
Guardamos miles de grabaciones de canciones en un simple pendrive; películas, documentos, lo que sea. Y paradójicamente, pese a tantas facilidades, somos más uniformes y predecibles que antes, estamos más controlados, y a la mayoría ni le importa, mientras le funcionen los aparatos, todo bien.

- Amorcito... estoy llegando...

Claro, así el otro tiene tiempo para vestirse y salir. Y eso que no estoy tocando el asunto del GPS y sus incalculables derivaciones. No hay nada que hacer, este ya es otro mundo.

Lo que más diferencia a estas dos épocas que menciono, es el uso y hasta el desperdicio que se hace hoy de la tecnología. En fin, cada tiempo es un tiempo con sus luces y sus sombras. Hoy la comunicación es prácticamente permanente e ilimitada.
La lectura tenía un lugar de privilegio en la formación de las personas, no hay duda que antes la gente era más culta, y ahora se cuestiona el saber y se prioriza el pragmatismo frío, simple y llano. Los libros están allí, muchas veces gratis, y nadie lee. Se escucha decir algo como esto: Si soy ingeniero informático ¿para qué me sirve la historia, la filosofía?
Aparentemente no las necesita, pero es precisamente por eso que no se distingue entre lo cierto y lo falso, y en cuanto a política, los libros han sido sustituidos por los memes, al punto que ya no se puede tener una conversación seria con nadie, y lo peor, el fanatismo reemplaza a la convicción.
Porque una cosa es estar convencido de algo por criterio propio y otra cosa es ser manipulado, lo cual se hace cada vez con más facilidad y menos refinamiento, porque hay gente que se cree cualquier cosa, y es así porque no tienen un bagaje cultural para contrastar las informaciones. O sea que no solo les dan gato por liebre, sino que les meten la rata sin mayor disimulo.

- ¿Ah, si? Y usted se cree que sabe mucho...

- Mucho no; pero sí lo suficiente para captar los engaños más burdos que algunos creen y reparten como las violeteras del canto español: 

Como aves precursoras de primavera, en Madrid aparecen las violeteras; y como cuervos presagiando la nueva esclavitud, en facebook (y en whatsapp, etc) aparecen los manda-memes.



Podrido estoy, y no me compadezcas


Sintiendo que piensas lo que otro pensó
me mandas el meme que otro te mandó,
la pura verdad me tienes podrido,
y el que ayer mandaste, ya me los infló.

Con memes, con posts, con zonzos videos;
te sientes un capo, audaz, preparado;
yo solo pregunto si no has reparado
que son despistados, y eres uno de ellos.

Te llega la cosa ya bien masticada:
letras de colores, fotos, multimedia;
y así le das clic a cualquier cagada.

A las cojudeces dales su frenada,
porque hay "pensadores" que producen mierda
y a otros castigan que no han hecho nada.
~

A todos acosan de día y de noche;
en la cama, el baño, sala o comedor;
hay veces que hacen pasar tanto roche,
no saber si vibra o viene un temblor.

- Estoy hasta el cuello con tantos mensajes.
- Alégrate cumpa ¡tienes internet!
- Estoy re-podrido, así como ve.
- Debe agradecer tantas amistades.

¡Ah carajo! entonces yo soy el ingrato,
¿Merezco el repudio, el triste abandono,
que me dejen solo, hambriento y calato?

No querido amigo, sígueme jodiendo,
amiga del alma, jamás te cuestiono,
porque al fin y al cabo, termino riendo.
~