martes, 1 de octubre de 2019

Mechita no eres linda


Mechita corta, cuidado.


Cómo se explica tan grande vergüenza, tan vil traición; aunque no se tengan principios y se acollere uno por cuestiones de conveniencia personal (se entiende, muchos lo hacen y lo seguirán haciendo), pasarte al enemigo a la primera oportunidad sin más rubor en la cara que el que te pones de maquillaje ya es un escándalo. Eso no se hace... y si se hace, de esa embarrada ya no se sale jamás... adiós, te vas y te hundes antes de poder hacer más daño, eso espero, porque si hay un mínimo de lógica en el universo, estás frita, señorita. 

Te mereces esta composición que salió sola, esta vez fuiste mi inspiración; nunca me gustaste demasiado porque te encontraba un cierto "no sé qué" de falsedad, pero resulta que tu última actuación en el disuelto Congreso vino a completar en mí el cuadro de tu terrible imagen - esa que muchos, en Bagua por ejemplo, ya la tendrán completa y acabada seguramente desde hace unos años.

La política te enseñó a mentir y a fingir, pero (in) felizmente para ti, me parece que algún resquicio de honradez en lo profundo de tu ser hace que se te noten las falsedades; tal vez me equivoco y son solo los nervios y el miedo, no sé; pero lo que se nota inmediatamente es que no tienes la oronda desvergüenza de un Quesquén, por ejemplo; el perverso carisma de una Keiko; la venenosa parsimonia de una Bartra o la diabólica delicadeza de una Letona.

No te pongas triste, hay más cosas que no tienes y estoy seguro que con esto te alegras: no tienes la grosera impudicia de Mamani y tampoco, por lo menos no en ese grado de escándalo, la descarada ignorancia de Becerriles y Betetas. Hay muchos más con los que ya sería demasiado compararte; sabemos no eres una 4X4 (todo terreno) pero, en fin... haces lo que puedes.
Pero no te confíes, no vayas a terminar pareciéndote a la Chacón.

Aquí están estos cuartetos que tú inspiraste. Son tuyos, te los dedico.




¡Ay Mechita qué vergüenza!


No son modos ni maneras;
aunque ya lo sospechaba,
algún decoro esperaba...
¡Ay Mechita qué vergüenza!

A esas cosas se les llama
con nombres que son muy feos:
traición, infamia, vileza...
la lista, Meche, así empieza;

y sigue...

falsedad, calumnia, embuste,
palidecen a tu lado;
hipocresía al cuadrado...
¡Ay Mechota, no me asustes!

Más fácil confiar en Judas
(no el santo, el Iscariote)
que en ti, casta de coyote,
aun con cara de... menuda.

No pensaba escribir nada
porque estaba desganado,
pero la que te has mandado...
¡Huy Mechota, qué cagada!

Me soltó la inspiración
para mandarte al carajo,
después de esto me relajo...
tú sigue tu papelón.

~

1 comentario:

  1. No encuentro palabras para calificar la hipocresía, cobardía y traición de Vizcarra, se estuvo quejando de que el congreso no lo dejaba gobernar desde el inicio de su gestión, cosa totalmente falsa, a él le dieron facultades para legislar durante sus primeros 100 días, tiempo en el que emitió cerca de 180 disposiciones, de las que el congreso solo observó 3 de ellas.
    Sometió la majestad de la presidencia de la república al impresentable gobernador regional de Arequipa, y tranó con éste, por debajo de la mesa, que hacer para que la mina Tía María no trabaje, sometiéndose al caoricho de este individuo, esto es traición.
    Compró a los medios de comunicación con la propaganda estatal, pagada con nuestros impuestos para que publiquen solo las noticias favorables a él y las falsedades sobre el congreso, no digo que éste haya sido bueno, ha sido pésimo, y no dió propaganda a los diarios que decían la verdad.
    Creo que Lenin decía, miente, miente, que algo queda, y si que quedó en la cabeza ignorante de la mayoría de los peruanos que solo compran El Comercio y sus pasquines, y otros diarios de ese nivel a los que la mayoría de peruanos, por su falta de cultura, tienen acceso.
    Estoy de acuerdo en que Mercedes Araoz ha sido usada y metió la pata.
    Alan García II, gobernó democráticamente con un congreso adverso y de mayor capacidad que éste e hizo el mejor gobierno constitucional desde que somos república, hizo crecer al Perú por encima de las proyecciones internacionales, y nos faltaba poco para llegar al llamado primer mundo pero nunca se le cruzó por la cabeza una cobarde decisión como la de cerrar el congreso; con él tuvimos todos los peruanos, incluyendo a los comunistas, hoy enquistados en palacio, todas las libertades que la constitución consagra, eso es ser estadista, lo que jamás será este improvisado.

    Fernando Atala Schaefer

    ResponderBorrar