domingo, 13 de octubre de 2019

Doce de Octubre y la mentira del descubrimiento


Mapa anterior a Colón donde ya aparece América 

Y llegó otro doce de Octubre, tenía que llegar, no hay otra posibilidad siendo que el calendario es cíclico, por lo que al menos tenemos algo en qué confiar. Una de las pocas certezas que nos restan.
Y en este año del señor (!) de dos mil diecinueve, vemos que el mundo no se ha acabado - todavía - y no solo llegó a mil sino a dos mil (DC), contra los augurios de alucinados profetas que nunca tuvieron la más mínima idea de que el mundo, contando solo los años en que es habitable, tiene como cuatro mil millones de años... por lo que mil o dos mil años no son ni un pestañeo en la medida cósmica, no de San Cosme sino del Cosmos, por si acaso queda aún algún creyente leyendo, lo cual dudo mucho, por que estos -los creyentes- hace rato que han migrado a páginas más acordes y saludables para su modo de ver (?) las cosas. Salvo uno que otro espécimen con inclinaciones de redentor, todos se han ido... allá... lejos... a las páginas, o tal vez vídeos, de edulcoradas pseudo realidades aleccionadoras pero mentirosas, como esta que los invito a visitar como ejemplo de lo gracioso que puede ser mencionar fechajes científicos sin citar ninguna fuente.

Pero dejemos a estas almas benditas en su celestial guarida y volvamos a la negra realidad, porque negra es; y que me disculpen los negros; en el sentido de nefasta, o sea fatídica y desdichada.

- ¿Tan fea le parece?

- No es que me parece, es que así es.

Siempre hay maneras de esquivar el bulto, hacerse el desentendido y poner la atención en cualquier cosa hecha a la medida para agradar y distraer precisamente de eso que no conviene saber ni entender.
Y todo este prolegómeno -que no es mala palabra pero me gustaría que sí fuera- es nada más que para llamar la atención que en este nuevo doce de octubre todavía quedan quienes recuerdan el "Día de la raza" porque no se han enterado que las razas ya no existen (sarcasmo), había sido una palabra inventada sobre un concepto falso, sobre algo imaginado: no hay razas, somos todos de una sola especie sin razas pero con "diversidad genética", aunque yo, maliciosamente pregunto ¿Y ese chino que "casi" se muere todos los días? ¿Y ese jázaro que está preso? ¿Y esa negra que no tiene qué comer porque no le alcanza el sueldo? ¿Y ese cholo mano larga? ¿Son de la misma raza? ¡Qué tal raza! ¡Cómo que no hay razas! Hasta el perro de chacra tiene alguna mezcla de razas... más su diversidad genética de yapa.

- No señor... son "etnias".... no sea usted ignorante.

Vaya pues, alguien me dijo ignorante y encima lo usó como sustantivo... la verdad que me hace bien, porque esa tentación de sentirse por encima de la gran masa termina siendo abrumadora, este baño de humildad me beneficia, me cura el alma... son etnias, sí señor.

Pero dejemos a los que recuerdan el día de la raza, que a mi modo de ver no dañan a nadie y hasta reivindican cierta visión ecuánime de la humanidad (aunque no está demás decir que fue un encuentro entre una raza de fieras y una de corderos) y vayamos a los que en verdad preocupan y que para peor son muchos: los que conmemoran el "descubrimiento" y no la invasión y saqueo del continente. Son esos quienes sin saberlo trabajan para el enemigo y para su propia esclavitud. Son esos que saben más (aunque siempre poco) de la historia inventada de Europa que de lo que pasó y sigue pasando en estas tierras. Son la maldita quinta columna de la perenne invasión y el continuo saqueo. Son los que ven por encima del hombro a sus hermanos y se sienten iguales a sus amos, porque su sangre de esclavos los impulsa a imitar y hasta a venerar a quienes los desprecian.
Esos que ven como cosa natural que un gringo mande, pero si un indígena se atreve a hacer lo mismo, lo basurean y hasta, como buenos cristianos, lo crucifican. 
Por eso escribo con la cabeza pero también con el hígado. Por eso las ventajas de la globalización me parecen cuento chino, por eso sigo causas que parecieran destinadas a fracasar; y por eso bajo una línea después de este punto aparte.

Cristóbal Colón no descubrió América, solo comenzó la invasión y el saqueo, lo cual no es poco pero es distinto.

Cada doce de octubre debería recordarse la historia con realismo y leer al menos una página de la obra menor de Fray Bartolomé de las Casas, quien hizo la más importante (por lo verídica y espontánea) narración que debe ser tenida en cuenta cuando se trata de este tema vital para entender esa parte de la historia del mundo.


Una ilustración del libro de Fray B de las Casas

Aquí les dejo el enlace para descargar la versión completa de la Brevísima relación de la destrucción de las indias, aunque no espero que muchos lo hagan, unos porque ya la tienen y otros porque no quieren y tal vez hasta se han olvidado cómo se lee. También está la versión parcial, (faltan más de cien páginas) donde se cuenta solo lo acontecido en algunas islas, entre ellas Cuba; sin la introducción ni el prólogo, tiene una sola ilustración y ningún comentario, son solo doce páginas. Buena oportunidad para darle un vistazo. Si no van a leer ni doce páginas... me voy a la misma conclusión y remate del asunto.
Feliz domingo, mis apreciados, raros y excepcionales lectores.
~

1 comentario:

  1. ¿Que no hay razas?, como dijiste hasta el perro dechacra tiene una mezcolanza de razas, y entre los humanos porsupuesto que las hay, y cada una con características propias.
    No tego idea quien o quienes pueden negar ni con que fines, la obvia clasificación de las razas humanas, basta saber que la mezcla de la raza blanca con la negra se llama mulati, la del indio americano con negro se llama zambo, y hasta hay una que se llama saltapatrás, que es la mezcla de blanco, connegro, indio y asiatico, como tu perro dechacra, ¡Y van a decir que no hay razas humanas!, a otro perro con ese hueso.

    Fernando Atala Schaefer

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