1Comensales Insaciables Asociados
2Federación
de la Buena Ingesta
Introducción.
Desde muy pequeño, como a la mayoría de los niños, me llamaron la atención ciertas actitudes y convencionalismos de la gente grande. No se hablaba aún de lo "políticamente correcto" pero el concepto básico hacía rato que existía. No se podía, o debía, decir ciertas cosas que eran verdades indiscutibles. Y lo mismo pasa ahora:
A un viejo ciego no se le puede decir viejo ciego, es un anciano no vidente... pero aunque igual esté en esa desgraciada situación tal vez de esa forma se sienta menos mal; lo mismo pasa con otros diferentes aspectos de las personas que generalmente son los más llamativos a primera vista (el tuerto, la sorda, el cojo, el enano, el pelado, etc) y en todos ellos se busca, no siempre satisfactoriamente, la manera de no mencionar con crudeza su condición. Así, aparte de ciertos aspectos relacionados con la raza... perdón... ya no hay razas, había olvidado que las desaparecieron por decreto; digamos entonces relacionados con el color de la piel; decía que aparte de éso, lo más censurado es lo que tiene que ver con el exceso de peso, sí: La Gordura; sobre todo si se trata de personas del sexo femenino. Que el perro esté gordo y que lo digan, no hay problema... que el gordo sea el amigo, el vecino... puede ser aceptable, pero decírselo a una dama... ¡jamás! Ellas nunca son ni están gordas, es lo políticamente correcto, aunque rompan la balanza.
Pero la belleza, interna y/o externa, es otra cosa, y sobre esa base está escrito el artículo siguiente, que trata a la vez de ser gracioso, si lo consigue... no sé.
Allí va:
Victoria Vior, belleza sugerente y voluptuosa
Imagen: http://www.vanguardia.com.mx
LA GORDURA ES HERMOSURA
(Y la flacura también...)
A ninguna mujer la vamos a dejar de admirar por cuestiones de kilaje, envergadura, volumen, largura o circunferencia. No hay mujer fea, sino mal mirada. Pero no por éso dejarán de preocuparse.
Por lo mismo, en lugar de subir a la balanza pensando Diosito lindo, por favor te lo pido... no me hagas éso; más valdría recordarlo a la hora de atracarse seis panes con chicharrones y empujarlos con gaseosa u otra bebida híper calórica, para volver a sentir una y otra vez ese gustito salado y grasiento con renovadas ganas... o a la hora de la pizza, las empanadas, los helados y las tortas, y... ¡basta! que la lista no se acaba nunca.
- ¡Milagro! ¡Sólo peso 45 kilos! ¡Gracias diosito, gracias!
- No querida... esa balanza es de las antiguas, tiene una ruedita que marca hasta 100...
- No querida... esa balanza es de las antiguas, tiene una ruedita que marca hasta 100...
- ¿Y?
- Que rompiste el seguro y dio una vuelta y media... o sea que mínimo estás en 145 kilos.
- ¡Nooooooooo!
Los hombres también se preocupan por el peso; tanto por el de ellos como por el de ellas; pues sienten que igual les incumbe, aunque no sea por razones altruistas o de solidaridad sino más bien por otras causas que tienen que ver con ciertas perspectivas que... bueno, total soñar no cuesta nada. Tal vez no todos tengan esa inquietud acerca de su propio estado, pero algunos sí, y pasan por las mismas dificultades que ellas. La gordura nos acecha a todos, se dice que más a las mujeres por cuestión del metabolismo y ciertas hormonas.
Mientras una parte de la humanidad se muere de hambre. Qué mundo tan desigual estamos haciendo.
Los hombres también se preocupan por el peso; tanto por el de ellos como por el de ellas; pues sienten que igual les incumbe, aunque no sea por razones altruistas o de solidaridad sino más bien por otras causas que tienen que ver con ciertas perspectivas que... bueno, total soñar no cuesta nada. Tal vez no todos tengan esa inquietud acerca de su propio estado, pero algunos sí, y pasan por las mismas dificultades que ellas. La gordura nos acecha a todos, se dice que más a las mujeres por cuestión del metabolismo y ciertas hormonas.
Mientras una parte de la humanidad se muere de hambre. Qué mundo tan desigual estamos haciendo.
Maravillas del cuerpo humano.
Dicen, claro que sí, que el cuerpo humano es una maravilla de la evolución, un mecanismo físico-químico-orgánico-metabólico grandioso, que te hace guardar energía en forma de grasa alrededor de la cintura, más abajo y más arriba también, para tiempos de hambruna en que no tengamos qué comer; porque no se ha enterado todavía (estamos igual que el homo sapiens de hace 200,000 años) que tenemos la refrigeradora en la cocina para almacenar los alimentos; y encima, cuando haces dieta y pasas hambre... a lo último que recurre es a esa bendita reserva... primero te come los músculos, te chupa la cara, te quita fuerzas y ganas de vivir... pero la panza sigue igual... es la reserva...
- ¡Qué reserva caracho! ¿Para cuándo, si ya estamos en emergencia? ¡Usa la reserva ya, ahora!
- No - te dice el cuerpito - mejor entramos en estado de ahorro de energía, bajamos tu metabolismo, te despertamos un apetito animal y desde la próxima cosa que comas... mandamos todo a incrementar la reserva, por si acaso vuelve a haber escasez de alimentos....
- ¡Me lleva el diablo! No hay escasez ¡Es Dieta! - ¿¡Y cuándo se va a usar la M@(D^T4 reserva de M13&@!?
No sé... creo que nunca... he visto muertos flacos pero barrigones.
Que los carbohidratos, que las grasas, que las proteínas, que las vitaminas, que los minerales... ¡Todo va a parar al rollo "salvavidas" que tenemos que cargar para arriba y para abajo!
- Hay que hacer ejercicio: abdominales, bicicleta, elíptica, hipercúbica, actividades cardioinfartantes, descoyuntantes y demás martirios y flagelaciones saludables. También correr, caminar, saltar la soga, colgarse de ella, tirarse en paracaídas, escalar picos y montañas... perseguir al perro... cortar el césped, pintar la casa...
- Claro... y si no te sale una hernia, te desgracias la columna, te malogras las rodillas o te destrozas los pies. Si es que no te caes antes de la escalera o te muerde un perro callejero. Y allí sí que te vas a la misma... extremadura, porque te tienes que quedar sentado o echado, comiendo papas fritas frente a la tele. ¡Desgracia! ¡El "Combo" completo!
- Natación, entonces... bajo el agua sólo pesas el 10 %
- Bajo el agua, claro ¿Y si me ahogo?
- Se me hace que lo que quiere usted es quedarse tiradote en la cama, nada más, y encima pretende tener un cuerpo atlético... no pues, así no es la cosa. El cuerpo perfecto no es para cualquiera, y menos para un ocioso sin ganas de superarse...
- Encima insulta...
- Bueno, haga lo que quiera, pero no se queje.
O sea que hay que vivir en una cueva, salir calato a cazar tigres diente de sable con un garrote de madera y como el tigre no se va a dejar cazar, comerse cualquier otro bicho menos peligroso que se pueda agarrar, seguro que medio crudo y chamuscado en una hoguera mientras los perros-lobos acechan a ver qué les toca... éso no es vida. Y encima tomar agua de lluvia o de riachuelo... Cualquier infección y se acabó la fiesta... ¡para qué hemos evolucionado!
- Y encima tienes que arrastrar a la mujer de los pelos para llevarla a la cama... o a la cueva.
- Bueno... esa parte me gusta, no sería tan difícil, oiga, porque ahora la cosa es todavía más complicada.
- No me diga.... ¿por qué?
- Que no tienen ganas, que se escucha afuera, que les duele la cabeza, que los niños, que el guardián, que la vecina, que la sirvienta, que las visitas, que el jardinero, que ya viene el cobrador de no sé qué... ¡La gran flauta!
La Dieta.
Empiezas la dieta, ya se acerca la hora de ir a dormir... por fin, aguantaste todo el día con lechugas y rabanitos... me voy a la cama y que sea lo que tenga que ser... - piensas - me drogo para dormir si es necesario, o mejor tomo agua, no importa... Cuando en éso llaman a la puerta.
- ¿Quién es a esta hora? - preguntas inocentemente.
- Es que pedimos pizza, papas fritas, pollo frito y bolitas de queso... - es la terrorífica respuesta.
Y desfilan ante ti las cajas de cartón del delivery que exhalan irresistibles olores a frituras y grasas que se comunican directamente con tus más primitivos instintos ignorándote olímpicamente a ti y a tu dieta... encima los botellones de gaseosa azucarada se posicionan al lado de cada caja y en conjunto te atraen como demonios de la tentación.
Consumatum est. La dieta se posterga para mañana, o para el día después de mañana...¡Me lleva la que me trajo!
Y mientras tanto hay gente que no tiene qué comer, o que tiene que saciar su hambre sólo con elementos procesados que no son necesariamente comida que el cuerpo pueda reconocer, digerir y aprovechar... Malnutridos pero con sobrepeso, qué ironía, qué burla del sistema.
Algunos Tipos de Gordas (Aquí los gordos no interesan)
Algunas muchachas engordan todo parejo; piernas, brazos, pecho, (éso también) todo proporcionalmente; es lo que en la clasificación de Kruger & Gamble se denomina Gordita Rica.
Otras engordan una parte si y otra no, por ejemplo tenemos a las de la Familia del Tordo: Las piernas flacas y el que te jedi gordo.
Existe una variante llamada la Conformación del Huaco: Lo de arriba gordo y lo de abajo flaco.
Están las que engordan sólo la cara: llamadas Carantonas o Carótidas, según la misma clasificación.
Y las hay hay revés: todo grande y voluminoso menos las cara. Ésas tienen un atractivo especial porque la cara te dice una cosa y el cuerpo te da, digamos, que algo así como una abundancia inesperada. Son las llamadas Gorditas Piñata (por la alegría que ofrecen, debe ser).
Éstas son las principales variantes y las que más interesan.
Dependiendo de gustos e inclinaciones, hay quien prefiere a unas antes que a las otras y no faltan los que las preferimos a todas juntas, independientemente de dónde, cómo y cuánto haya de gordura, obesidad o sobrepeso. Incluso si son flacas y de huesos puntiagudos. Todo vale*.
Omnívoros muertos de hambre los llama la antedicha clasificación, pero mejor no entremos en detalles.
Y para terminar, un soneto comestible.
Ya he publicado algunos poemas para las bellas damas de talla grande, como se puede decir sin salirse de lo correcto. También para alguno que otro manjar, ahora toca al práctico alimento que nos saca de apuros, que puede ser humilde o grandioso, sencillo o muy elaborado, el invento se le atribuye a John Montagu, IV conde de Sandwich (1718-1792) que los comía porque podía hacerlo sin problemas y sin ensuciarse las manos mientras jugaba a las cartas. Vaya jugador empedernido que debió haber sido el Johny ése... Y el Sandwich permaneció hasta hoy, en infinidad de formas y estilos, y en algunos lugares pasó a llamarse algo así como Sánguche... así que aquí les brindo uno pequeño, agárrenlo, porque no ensucia las manos, y sírvanse con confianza.
El Sanguchito
Es rico, redondo y bello,
es blandito y suavecito,
y por sólo un pedacito
soy capaz hasta de aquello;
y si me lo dieras todo
completo y con aderezo,
te juro que me enderezo
como sea, y lo acomodo.
Con hambre de visigodo
te aseguro que lo agarro
con ganas, y con buen modo
verás como el plato sobo,
que completo me lo acabo,
y que en nada te incomodo.
~ o ~
~ o ~
* "La mujer es como la mandioca (yuca)", escuché decir a un filósofo callejero que vendía pollos a la brasa, "No hay feas: todas se comen."
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