martes, 30 de marzo de 2021

El candidato de Dios


El divino candidato


Escuché en alguna parte esa alucinada designación ¡El candidato de Dios! ¿es que Dios tiene su candidato? Pues... según el criterio, puede ser que sí o que no.

Personalmente creo que Dios no tiene ningún candidato, y opino que esa es la posición la más cuerda y sensata en este caso y me parece lo suficientemente clara como para no necesitar de mayor explicación, y justamente por eso, y porque mi lado juguetón me impulsa a hablar de estas cosas, es que quiero (para poner en evidencia el absurdo) argumentar la posición contraria a la mía: que Dios sí tiene su candidato.

Claro que no sería el candidato del Dios Absoluto, ese que algunos imaginan, sino exclusivamente del Dios Católico.

- ¡El Dios Católico! ¿Existe acaso un Dios Católico?

- No sé, pero supongamos que sí.

Si existe una iglesia tan extendida como la católica, con tanta riqueza y poder, podemos inferir que tiene algún Dios, aunque sea imaginario... (en realidad lo mejor es un Dios imaginario porque se maneja según la necesidad) de eso tratan las iglesias, de organizar a los creyentes (nunca mejor dicho) en torno a una posición única, manejable, estructurada y colegiada; aunque en este caso la gran mayoría de sus afiliados han sido inscritos de manera inconsulta y abusiva antes de tener uso de razón. No se me ocurre una institución más ilegítima que esa.

- Oiga... ¡se hace para salvar el alma de los bebés que se mueren!

- No veo el apuro... además para eso está la misericordia divina... ¿no confían en Dios?

Estoy alargando el tema y divagando casi tanto como el divino candidato. Continuemos. Este señor (cualquiera es un señor - Discépolo) es miembro de una congregación muy importante de la importante iglesia; esa congregación es también vertical y autoritaria, igual que la iglesia; entonces, si el candidato está ahí, es porque tiene la debida autorización. No puede ser de otra manera. Y si por ellos está, y ellos son la iglesia, entonces es su candidato. Es el candidato de la iglesia, y por ende el candidato de Dios, de su Dios, claro... no de todos los dioses, porque el FREPAP debe tener otro Dios, aunque tampoco ayuda mucho. No quiero entrar en más explicaciones, porque con lo dicho basta, y abundar en lo demostrado es palabreo innecesario.

Ahora viene la mejor parte.

El Divino Candidato está hasta el orto... urge un milagro. Para milagros, quién mejor que Dios. También están los santos, buenos milagreros muchos de ellos. Y las santas, aunque el candidato las quiere tener metidas en casa (en este caso será en el cielo), y está además la virgen; pero con ellas no me meto, a las damas se les respeta. (Llamada de atención al marrano).

Milagros no deberían faltar pero están faltando, aunque hay algunos, pero son más atribuibles al otro Dios, al Dios Dinero, que le compra espacios, tiempos y encuestas favorables. Está el tema de los troles y ayayeros contratados, cosa casi milagrosa: están trabajando sin cobrar, todo a cuenta de lo que les va a caer de arriba (no precisamente del cielo) cuando gane su "chanchullo" (chancho con chullo que se disfraza de autóctono), si es que gana... lo cual, como Santo Tomás, lo dudo.

- Ah... ¿Cree usted en Santo Tomás?  

- ¿En cuál...?  ¿el apóstol o el escolástico?

Pero de los verdaderos milagros, esos que se esperan de Dios, nada: No habla bien, no raciocina, no paga sus impuestos, no aclara sus entripados, no dice la verdad, no disimula bien el gesto de patrón déspota, no va a los debates, en dos palabras: no congrúe.

- ¿Congrúe... qué es eso? 

- Que le falta congruencia, pues.

Le estoy inventando un verbo a ver si se le hace el milagro.

- Habla mucho de ese candidato... le gusta, parece... ¿y si gana?

- Me gusta hablar de sus bobadas, y si gana ¡nos jodimos todos!

A fin de cuentas, esta laberíntica barahúnda armada por un fanático alucinado y alimentada tanto por ingenuos como por avivados (cada cual con sus motivos para seguir al marrano), tendría (ojo al condicional) la capacidad de afectar aún más a la desprestigiada institución que no necesito nombrar porque todos sabemos cuál es, y como "esos" ya ven que acabará mal, no se ve ni se verá especial apoyo para el susodicho, pero están a la expectativa. ¡No hay amor al chancho!


Soneto al chanchullo

(Ricardo Kajatt Súmar)

Muy campante va el marrano

mostrando panza y colita,

pero escondiendo la guita

porque es avaro y tacaño.


Seguido de unos enanos,

con malicia, a mi entender,

porque no puedo creer

que se traguen sus engaños;


los mueve el propio interés,

las cosas turbias atraen,

y esperan lucrar después...


¿después de qué?... ya se sabe,

piensan formar comités

y organizar el conchave.

~


1 comentario:

  1. Se me ha criticado, y con razón, el haber denominado al Opus Dei como una congregación de la iglesia católica, siendo una Prelatura Personal. Y ¿qué es una prelatura personal? pues "Una prelatura personal es una institución a la que la Santa Sede encomienda una determinada tarea que no queda circunscrita a un territorio particular, razón por la que en este caso la prelatura se denomina personal y no territorial."
    Queda aclarado, aunque ese detalle en nada modifica el contenido, ni los argumentos ni la intención de mi escrito. Gracias por la atención.

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