jueves, 18 de marzo de 2021

Comentarios Políticos 2021 - II

 


El beso de Judas y la deposición de Ollanta



La última traición de Ollanta.


Hay diferentes tipos de traiciones, la más común es la traición personal, al amigo o a la pareja. Está también la traición a uno mismo, a los principios. Hay varias más que por ahora dejo de lado porque la traición de Humala tiene que ver más con estas dos, pero con agravantes, y son: Traición a la causa, traición a la ideología, traición a la persona y traición a la compañera de batalla.

Y digo es la última traición por la posición que ocupa en la lista, nada impide que siga traicionando, aunque después de esta, y con el prestigio por los suelos, difícilmente vuelva a ser tomado en serio. Ahora mismo ya solo lo escuchan quienes necesitan aprovechar sus estertores de moribundo para herir, con escaso resultado, a quien sí temen y odian desde la bajeza de su inferioridad moral: Verónika Mendoza.

Sabemos que Ollanta está corriendo (es un decir, porque en verdad retrocede) la carrera hacia la presidencia. Como ya dije, no avanza; ya es seguro que no lo va a lograr, tuvo una oportunidad que no volverá, aunque yo no lo había descartado por completo para un futuro, digamos del 2025 al 2030, o más adelante. Imaginada que era un hombre y como todo hombre tiene defectos y virtudes que terminarían logrando un equilibrio esperanzador, pero no.

Había sido un canalla.

Me explico: si uno tiene posibilidades de ganar una elección, se entiende (pero no se justifica) que se recurran a ciertas bajezas de diversa índole... PERO... si ya el susodicho sabe que no va a ganar, y le tira mierda a la candidata que sí tiene posibilidades y que además supuestamente comparte (aunque no sea de forma absoluta) una misma ideología, eso ya es una infamia  imperdonable, una canallada de la peor vileza y mezquindad.

Que gane cualquiera menos ella, esa parece ser la idea de este fracasado de mierda (ahora sí se ganó la categorización citada), y no solo porque se trata de una mujer decente, honesta y preparada, sino porque en algún momento dio prestigio a la postulación del tibio e indefinido candidato al que se suponía de izquierda, tal vez por su apellido y por su origen más que por sus propias declaraciones. En campaña... ni chicha ni limonada, haciéndose el cojudo pensaba recibir votos de los dos lados del espectro El espectro político, en el sentido de gama, división de votantes por estratos; no en el sentido de fantasma, aparición sobrenatural o ente sin vida y moribundo... lo aclaro porque nuestro “espectro político” tiene algo de esos dos significados.

Volvamos al interfecto político, que no piense que ya terminé.

Le debe haber ardido que Verónika Mendoza abandonara el alegre carnaval en que se había convertido su gobierno, llevándose la parte de consideración y respeto que le endosó en su momento, pero la culpa de eso no es de ella, es exclusivamente de él. Era su gobierno y eran sus chanchullos.

“Ella escribió en las agendas”, exclama ahora, sabiendo que ha perdido. ¿Y qué? Le respondo con estentóreo aplomo ¿Acaso no era tu colaboradora? Políticamente, se entiende. ¿Ganó algo? ¿Robó algo? ¿Te quitó algo?

A propósito de cuentas, dineros y demás... Verónika levantó voluntariamente su secreto bancario, y exhortó a otros candidatos a hacer lo mismo, pero no se escucha. Nadie quiere hacer eco de esa propuesta. Nadie, ni uno solo. Todos se esconden y los medios no lo difunden con la insistencia que deberían hacerlo... pero sí machacan con el mantra de las agendas, que ya es como una religión: cuestión de fe, no de hechos.

- ¿Pero escribió o no escribió?

Escribió algunos dictados, y después renunció.


Verónika es confiable, Ollanta ya no


Sigamos. Daré mi opinión acerca de este supuesto pecado de Verónika, que los más rastreros de sus oponentes usan cual si se tratara de un argumento indiscutible, un arma letal, el non plus ultra de la degradación, sin posibilidad alguna de redención. Inflan un globito y creen ver un mundo. Al grano.


Verónika apostó por Humala y acompañó la campaña y el primer año de gobierno.


No era la principal dirigente, tenía cargos de importancia media.


Colaborar con la primera dama no tiene nada de reprochable, es normal.


Anotar datos en una agenda es parte del desempeño o rutina, también normal.


Las anotaciones fueron dictadas por Ollanta, cosas del trabajo y son responsabilidad de él.


No es posible conocer en profundidad cada dato mientras se escribe.


Cuando observó manejos poco claros: Renunció. Se apartó de ese gobierno.


No se quedó a medrar y robar como sí lo han hecho casi todos los que la acusan, en distintos gobiernos, mientras se rasgan (es un decir) los ternos Armani; Ollanta y Nadine hacen lo propio (también figuradamente) con los Ermenegildo Zegna y los Oscar de la Renta, esas ropas que con tantos robos y disgustos han conseguido.

Cuando se acusa a alguien para destruirlo, se busca lo más grave. Es lo lógico y normal.

Por ejemplo: nadie que quiera resaltar la traición de Judas criticaría su mal aliento o el hecho de haber perjudicado la rama de una higuera. Se dirá que traicionó y vendió a su maestro y amigo.

Nadie va a decir qué feos eran esos palos que usaba Vlad el Empalador (más conocido como Drácula), sino que hará énfasis en la crueldad extrema de esas horribles ejecuciones.

Lógicamente, los mayores defectos son los que se comentan y difunden para dañar una persona, sean reales o inventados. Entonces, si eso que mencionan de Verónika, que escribió en la famosa agenda los dictados de Ollanta y/o de Nadine, es lo peor que han hallado contra ella, podemos darla casi por santificada. No hay más. No hay nada más de qué acusarla.

Que es malagradecida dice Ollanta.

- Respuesta: ¿y qué tenía que agradecer? ¿Que la haya enredado en sus entripados?


¡Su mamá es francesa! ¡Auxilio!...

- Respuesta: Sí pues... ¡Cómo no supo escoger a su mamá!


¡Terrorista! ¡Amiga de Abimael Guzmán! ¡Hay fotos!

- Respuesta: Ella nació en 1980; cuando Guzmán fue preso en septiembre del 92, solo tenía 12 años de edad. Las famosas fotos son montajes mal hechos que todavía circulan, no sé si solamente entre idiotas o también entre malintencionados.

Entonces.

¿Se dan cuenta del verdadero objetivo de esta campaña?

¿Se dan cuenta del odio de Humala? Su accionar lo dice: No llegaré yo, pero tampoco llegará ella, así me tenga que meter en el barro hasta el cuello.

Que Verónika no sea presidente es lo único que le importa (a él y a sus ocasionales socios), y no será para “salvar” a la patria, sino para que nadie vea lo que él y otros, pudiendo hacer, no hicieron. En cuanto a egoísmo está al mismo nivel que la hija del ladrón, cuando obstaculizaba obras para impedir el desarrollo. Solo esa era su motivación. Y la motivación de Humala es de la misma índole insana.

Alguna simpatía me quedaba hacia Ollanta, a pesar de sus defectos y de las decepciones que nos causó; lo veía como que le faltó más hombría de bien, eso quiere decir que alguna hombría tuvo... aunque fuera discutible, podría ser recuperable; pero con esta última acción, ya no me queda más que decir: es un maricón. Y aclaro que me remito a la segunda acepción del término; de la primera, no sé. Lo dejo a criterio de cada lector.

Diccionario

maricón

1 – m. vulg. Marica. Hombre afeminado.

2 – vulg. Hombre malintencionado o que hace daño a los demás.

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